El primero de agosto se cumplen 720 años de la formación de la confederación Suiza, en un territorio alpino que con el nombre de Helvecia fue parte del imperio romano y desde el siglo VI integraba el reino de Francia.
Desde 530 el territorio suizo formaba parte del reino de Francia, cuando este país no se había separado aún de Alemania. El 1033 ese territorio pasó a formar parte del Sacro Imperio Romano Germánico (Heilige Römische Reich Deutscher Nation).
El primero de agosto de 1291 los cantones de Schwyz (en alemán: Schweiz, nombre de Suiza, y otros dos firmaron un pacto de ayuda mutua para escapar de la autoridad de los Habsburgo, casa imperial que reinó en Austria y España. Eso marcó el inicio de la Confederación suiza.
Entre 1332 y 1353 los cantones de Lucerna, Zürich, Glaris, Zoug y Berna se unieron a la liga hasta que en setiembre de 1499 el tratado de Basilea reconoció la independencia de Suiza.
En 1519 el reformador protestante Ulrich Zwingl introdujo la reforma en Zürich, Basilea, Berna y Schaffhouse y a continuación una guerra civil opuso los cantones católicos y protestantes. Finalmente en 1798, como consecuencia de la revolución de Francia, se proclamó la república helvética sobre el modelo francés.
Suiza es una de las más antiguas democracias de Europa. Es un estado federal que cuenta 20 cantones y 6 semi-cantones soberanos. Desempeñan todos los derechos de Estados independientes con su propia constitución y sus propias leyes. El poder legislativo es representado por la Asamblea federal que reagrupa dos cámaras con poderes iguales: el Consejo del Estado (46 miembros) que representa a los cantones y el Consejo Nacional que representa al pueblo.
El gobierno suizo (el poder ejecutivo) cuenta con siete miembros, elegidos por un período administrativo de 4 años por la Asamblea Federal. El Presidente de la Confederación es un "primus inter pares" (el primero entre sus iguales). Es elegido por un año por las cámaras reunidas.
Cada cantón tiene su propia constitución, su parlamento, su gobierno, y sus tribunales.
El sistema de decisión se caracteriza por una democracia directa. Hay tres tipos de herramientas que permiten a la población helvética desempeñar su poder constitucional y legislativo:
El referéndum obligatorio o voto popular para cada modificación de la constitución federal, cada proposición de adhesión de Suiza a organizaciones internacionales, El referéndum facultativo para las leyes, los decretos federales o tratados internacionales, El derecho de iniciativa que permite al pueblo proponer la revisión total o parcial de la constitución.