El 3 de julio 1933 murió en Buenos Aires Hipólito Yrigoyen, presidente de la Nación argentina en dos oportunidades, el primero elegido por la ley Sáenz Peña.

Yrigoyen fue uno de los fundadores del partido radical, por el que llegó a la presidencia en 1916. Por segunda vez presidente, en 1930 su ministro de guerra, el general Dellepiane, le hio conocer la   inminencia de un golpe de estado, pero al no ser atendido dimitió al cargo.

Enfermo, desprestigiado y sin el consenso político necesario, Yrigoyen dejó el gobierno en manos del vicepresidente Enrique Martínez,  quien decretó el estado de sitio, pero no pudo impedir el golpe de estado del 6 de septiembre de 1930

Yrigoyen renunció a la presidencia de la República y fue encarcelado en un regimiento, y luego   confinado en la Isla Martín García. En  1932 quedó en libertad, beneficiado por un indulto del general Agustín P. Justo que rechazó  A su arribo al puerto de Buenos Aires fue recibido por una concurrida manifestación popular, pero poco después se lo obligó a volver a su confinamiento en Martín García. Su segundo regreso a la capital, con permiso por motivos de salud, tuvo lugar en enero de 1933. Fallecido poco tiempo después,  a su entierro asistió una multitud de ciudadanos.