Con el lema “Por un modelo agropecuario que produzca alimentos sanos para el pueblo”, se realizó en diferentes lugares del país un Alimentazo, donde se vendieron miles de kilos de alimentos básicos que el pueblo consume diariamente como frutas, verduras, pan, queso, leche, harina, yerba, entre otras cosas, al mismo precio que se paga en el campo o en las industrias, se informó a AIM desde el Foro Agrario Soberano y Popular.

Durante estos últimos años se han visto en Capital Federal distintos reclamos de pequeños y medianos productores y productoras, campesinos y campesinas, como así también de distintas industrias como la láctea y panificados, que han llegado de diferentes partes del país reclamando por un modelo que no los haga desaparecer, por medidas que los contenga y que los incluya.

Así se dieron a conocer los “Verdurazos”, “Panazos”, “Frutazos”, “Bananazos”,” Yerbatazos” que mostraban la cruda realidad de este modelo. Por un lado sectores productivos que se funden y por otro, miles de personas que no llegan a llenar el plato de comida, con alimentos cada vez más caros. “Este modelo productivo no da para más, nosotros producimos alimentos y nos estamos fundiendo día a día y la gente cada vez paga más caro por la comida”, reclama una productora del Foro Agrario.

El Foro Agrario Soberano y Popular es la expresión de decenas de organizaciones nacionales de pequeños y medianos productores, campesinos y campesinas, cooperativas, grupos ambientales, intelectuales, cátedras de facultades de todo el país, organizaciones gremiales estatales del sector rural, que tuvieron su primer encuentro en abril de este año en el Microestadio de Ferro.

Ese día lograron establecer el Primer Programa Agrario, que propone medidas para garantizar que la Argentina alimente de modo sano y soberano a todas y todos sus habitantes y contenga a cientos de miles de productores y campesinos. Entre los puntos del programa los más sobresalientes son: la promoción de la agroecología con políticas activas y la limitación de la aplicación de agrotóxicos; el control del comercio exterior por parte del Estado nacional; los derechos de exportación segmentados por volúmenes; el acopio estatal de granos, priorizando el consumo interno y la producción industrial; la intervención estatal para impedir la monopolización de las cadenas agroalimentarias, entre otros.

Mientras ese mismo día comenzó la exposición del campo concentrado de expresión de los pocos que ganan con este modelo, en Plaza de Mayo, estuvieron los que producen alimentos para millones de personas, los que generan arraigo en los campos y en los territorios, trabajo, soberanía alimentaria.

Dato

Los trabajadores de la tierra producen más del 80 por ciento de las verduras que se consumen en Buenos Aires y zonas aledañas, señalaron a AIM desde la propia organización y explicaron que “la devaluación, los altos costos de producción y los aumentos en los servicios hoy terminan ahogando al pequeño productor, sumándole a esto la falta de apoyo del gobierno local”.