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Caleidoscopio
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Pirateria de género

Dicen los historiadores que el primero que usó la palabra "pirata" fue el romano Cicerón, unos 50 años antes de nuestra era, para referirse a los saqueos en el "Mare Nostrum", el mar Mediterráneo, cuando eran cosa corriente.

La palabra "pirata" proviene del griego, donde significaba "aventurero", pero designó luego a un saqueador que operaba en el mar, atacando embarcaciones para robar su carga o el navío mismo, pedir rescate por sus tripulantes o venderlos como esclavos.

Piratas ha habido siempre sobre todo en las rutas de los navíos que transportan mercaderías valiosas, por ejemplo en el Caribe, por donde pasaban los galeones españoles cargados con la plata del Perú. Eran acechados por filibusteros y bucaneros, sobre todo ingleses, que debían enfrentar a la escolta de buques de guerra.

Mucho antes de que Europa iniciara la aventura mundial que ahora parece agonizante, el mar de la China meridional era surcado por una intensa navegación comercial, y también por naves piratas.

Hoy mismo, cuando los países asiáticos que durante milenios tuvieron preponderancia comercial han vuelto al primer plano, cada año 83.000 buques transportan el 25 por ciento del comercio mundial por el estrecho de Malaca, que vincula el mar de la China meridional con el océano Indico.

Los ingleses Henry Morgan y Francis Drake, el aventurero Barbanegra, los turcos Jeireddín Barbarroja y Piris Reis son piratas renombrados. Algunos se convirtieron en corsarios y hasta en gobernantes, como Morgan en Jamaica.

Pero casi sin disputa el pirata más poderoso, el más temido, el que se llevó la parte del león en sus correrías fue una pirata, la joven china Zheng Shi Sao, la más fuerte de la historia.
Zheng Shi Sao cambió su oficio de prostituta por el de pirata hasta alcanzar un renombre único y ser temida como nadie. Fue la reina de los piratas, el terror del mar de la China.

Nació en 1775 con el nombre de Shih Yang en la región costera de Guangdong. Algunas familias de la zona sobrevivían en una época de agitación social con los frutos del contrabando.

Shih Yang pertenecía a una etnia que vivía en embarcaciones en las costas de Guangdong. Allí se ganaba la vida como prostituta en una embarcación donde atendía a clientes ricos.

Esos ricos fueron el origen de su fortuna, porque les sacó secretos que le permitieron traficar información para ganar influencia y dinero.

Se casó con un pirata llamado Zheng Yi y fue conocida como Zheng Yi Sao, o "esposa de Zheng", una pareja poderosa que empezó controlando las embarcaciones que contrabandeaban.

Zheng Yi había secuestrado a varias prostitutas de Guangdong pero se fijó en Shih Yang para casarse con ella, porque según él era la más alta y la más hermosa de todas las mujeres que había conocido.

Shih Yang cazó la oportunidad al vuelo y le dijo que accedería sólo si compartían el cincuenta por ciento del botín y el mando sobre sus hombres.

Crearon una confederación pirata que manejaba una flota de 400 juncos y tenía bajo su mando a unos 70.000 hombres.

Cuando Zheng murió en un accidente dudoso en 1807, Zhen Yu Sao tomó el poder total de la confederación de piratas de Guangdong, que llegó a contar con una flota de 2000 embarcaciones.

Según la leyenda, los jefes de los piratas estaban reunidos para decidir la sucesión de Zhen Yi cuando su viuda subió a cubierta vestida con un espléndido uniforme de capitana: "Miradme capitanes. La escuadra más fuerte es la que está a mis órdenes. Ha recaudado más tesoros que ninguna otra. ¿Creéis que me rendiré ante un jefe varón? Jamás".

Con habilidad y firmeza, se aseguró el apoyo de los jefes de las bandas de su ex marido y asignó a su hijo adoptivo el liderazgo del escuadrón del muerto, llamado "la flota de la bandera roja"

La confederación pirata de Guangdong al mando de Zheng Yi Sao dominó las costas del mar de la China meridional. Sin embargo, este fue en parte el resultado no querido de una decisión imperial.

Como los ejércitos de un poder estatal decadente no podían controlar a las bandas que asaltaban las aldeas costeras, el gobierno los instó a abandonarlas e instalarse en el interior.

La consecuencia fue que los bandoleros se volcaron al mar y se aplicaron a asaltar embarcaciones: se hicieron piratas, los más poderosos de la historia.

Zheng ideó una manera de asegurarse la lealtad y la disciplina de los hombres bajo su mando. Impuso un código implacable que disponía ejecuciones por cobardía o por apoderarse de un botín que no les correspondía según las normas del reparto. Estaba establecido, por ejemplo, que el ausente sin autorización en un abordaje debía sufrir la amputación de las orejas.

Entre los negocios que cayeron en poder de Zheng estaba el de la sal, un bien entonces muy valioso. De los 270 barcos que transportaban sal para el gobierno, apenas dos escaparon al control de los piratas. Todos los barcos debían llevar un pasaporte o salvoconducto para no ser atacados por los piratas de Zheng.

La cosa no paró en la sal, hubo cobro de "protección" para todas las embarcaciones comerciales, incluidas las inglesas y portuguesas. Los piratas atacaban con un arcabuz de dos metros y medio operado por tres hombres.

Finalmente, Zheng Yi Sao y sus piratas acordaron con las autoridades de la dinastía Qing y suspendieron sus actividades a cambio de una pensión acordada por el gobierno imperial.
Fue la más poderosa pirata de la historia, por el monto de sus atracos, por la potencia y el número de su ejército, por la rigidez y crueldad de sus normas y porque enfrentó a los chinos y a los imperios europeos que no pudieron vencerla y debieron transar con ella.

Mujeres con poder Zhen Yu Sao pirata

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