Luis Inazio Lula Da Silva fue condenado por una causa del Lava Jato a 12 años y 11 meses de prisión, por hallarlo culpable de corrupción y lavado de dinero.
Al tornero mecánico lo acusan de haber recibido un millón de reales por haber aceptado trabajos de refacción -que según la jueza fue financiada por Odebretch- en una casa de campo a cambio de que empresas obtengan contratos con el Estado.
Si bien el ex presidente no usufructuaba esa propiedad, la magistrada consideró que el dirigente petista se benefició de la misma y por ello Petrobras -empresa petrolera estatal- favoreció a las empresas que habrían financiado de los arreglos.
La jueza es Gabriela Hardt, reemplazante de Sergio Moro en el juzgado de Curitiba.
El ex presidente del Partido de los Trabajadores está detenido hace 10 meses por otra causa, donde fue condenado en segunda instancia, culpable de recibir un departamento en Guaruja, Estado de San Pablo, como pago de coima.