Aunque haya sido una elección pequeña, sirvió como muestra de una realidad que ya no es como la que el macrismo vivía hasta hace poco. Inflación, desocupación y recesión son tres patas de una base política que tambalea día a día para el presidente Macri, quien todavía piensa en ser reelecto en las presidenciales de este año.

La derrota del delfín presidencial Carlos Mac Allister en la interna de La Pampa frente al radical Daniel Kroneberger fue un golpe previsible para la Casa Rosada pero que adquirió especial relevancia y que terminó opacando, entre otras cosas, la visita presidencial a la India y hasta el nuevo encarcelamiento de Amado Boudou.

Con la noticia todavía fresca en los corredores políticos, el presidente de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical, Jorge Sappia, salió con los tapones de punta y no dudó en amenazar con una ruptura en la alianza gubernamental a la que el centenario partido le aporta aparato y estructura en todo el interior del país.

“La gente sin querer romper con Cambiemos, le ha dado un castigo a la conducción política del gobierno nacional. Han sometido al país a una crisis que estamos sufriendo todos y de la que va a ser muy difícil salir”, declaró el titular del máximo organismo partidario del radicalismo en diálogo con Radio Caput.

Sappia, además de decir que no se imagina "poniendo en la urna una boleta de Macri o Vidal", remarcó que existe cierta necesidad de salir de Cambiemos. “No somos un partido conservador y neoliberal como quienes gobiernan el país. Van en contra de las banderas del radicalismo, no tenemos nada que ver”, señaló.

Sin embargo, aclaró también que la alianza PRO-UCR se debe una discusión interna en torno a un acuerdo programático con miras a una presunta segunda gestión de Cambiemos. Al mismo tiempo, fue taxativo en su análisis de lo que podría pasar: “Si no la aceptan, hasta ahí llegamos”, resumió.