Para cuidar la piel no sólo es necesario llevar a cabo un adecuado cuidado diario y tratamientos que nos ayuden a controlar la flacidez, arrugas, acné y otros problemas. Nuestro estilo de vida tiene también un impacto clave en la salud y el aspecto de nuestro rostro, siendo la alimentación uno de los factores más importantes a tener en cuenta.
Las células de nuestro cuerpo necesitan nutrientes para mantener su funcionamiento, y algunos nos pueden ayudar a conseguir efectos como retrasar el envejecimiento, dar luminosidad a nuestra piel y hacer que su aspecto en general sea más sano.
Alimentos buenos para la cara
- Vitamina A: Presente en los alimentos con proteína de origen animal como el huevo, los lácteos y la carne, contribuye a la regeneración celular y contribuye al retraso del envejecimiento de la piel.
- Vitaminas del grupo B: Especialmente la vitamina B6, está presente en el pescado azul, el huevo, los frutos secos, cereales y fruta, actúan sobre la renovación celular y ayudan a mantener la salud de la piel y el cabello.
- Vitamina C: Estimula la producción de colágeno, una de las sustancias que contribuyen a la firmeza de la piel, además de ser un gran antioxidante. Está presente en verduras y frutas, especialmente en la naranja, el limón, el kiwi, las fresas, el melón y las moras.
- Vitamina E: Gracias a su acción antioxidante reduce el efecto de los radicales libres que crean las arrugas de la piel. Podemos encontrar esta vitamina en aceites vegetales como el oliva o soja, los frutos secos y los cereales.
- Selenio: Gracias al selenio podemos prevenir la aparición del cáncer de piel y los melanomas. Podemos encontrarlo en carnes, pescados y mariscos, así como en frutos secos y huevos.
- Cobre: Si bien tomado en exceso puede resultar tóxico, su consumo diario en las cantidades recomendadas contribuye a mejorar los problemas de la piel y el cabello. Se encuentra en los cereales integrales, nueces, legumbres y en el aguacate.
- Agua: Además de contener pequeñas cantidades de cobre y cinc, beber agua regularmente favorece la hidratación de la piel, una de las claves para conseguir que esté tensa y firme.
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