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El cráter de Potomskiy

¿Un volcán, un meteorito, un campo de trabajo forzado de tiempos de Stalin,   la caída de un ovni o de un vimana de los descriptos  por los libros hindúes antiguos? Las hipótesis son muchas, algunas fantasiosas, otras inverosímiles, otras plausibles, ninguna certera hasta ahora. 

El cráter de Potomskiy sigue ahí en medio de la vegetación  peculiar de una zona de taiga de la helada Siberia.
El cráter de Potomskiy sigue ahí en medio de la vegetación  peculiar de una zona de taiga de la helada Siberia.

El cráter de Potomskiy sigue ahí en medio de la vegetación  peculiar de una zona de taiga de la helada Siberia, reverenciado por los nativos, que lo llaman "nido del águila de fuego", y sin explicación  científica.

El cráter de Potomskiy, de piedra caliza demolida, debe su nombre a un río que pasa cerca. Se formó según estimaciones hace 250 años. Los  árboles de la zona muestran anomalías de crecimiento en esa época, con rastros de efectos de materiales radiactivos de vida corta, que desaparecieron rápidamente.

Fue descubierto en 1949 por una expedición encabezada por el geólogo Vadim Kolpakov, que buscaba hacer un mapa de esa región de Siberia, hasta poco antes deshabitada.

Cuando Kolpakov se acercaba a la zona, sin conocer lo que habia alli, los nativos  yakut no quisieron seguir acompañando la expedición.  Explicaron que había "un mal" en lo profundo del bosque y que los animales lo evitaban. Dijeron que la  gente empezaría a sentirse enferma cerca de él y algunos desaparecerían sin dejar rastro. Kolpakov no hizo caso de leyendas, siguió hasta tener el cráter a la vista, pero se volvió sin explicaciones   y lleno de dudas.

Sin embargo, con relación o no,  en 2005 la tragedia temida por los nativos llegó:  una expedición encabezada por otro científico ruso volvió a la zona con la intención de encontrar respuestas.  Pero el científico, a la vista del cráter, sufrió un ataque cardíaco y murió. La expedición debió regresar sin nada.

Una hipótesis hizo referencia al cráter de impacto del bólido de Tunguska, que no dejó cráter pero quemó grandes extensiones de abedules en 1908. A la velocidad a que cayó ese meteorito, el cráter está a 10 segundos de vuelo de Tunguska, pero las fechas no coinciden ni se  ha visto cerca resto alguno de meteorito.

El cráter tiene unos 10 metros de profundidad,  y 150 metros de diámetro, rodeado por bordes de 80 metros de altura.

La especulación de que el meteorito está enterrado a 100 metros de profundidad, lanzada por algunos geólogos, ha sido descartada.

¿Es el cráter de un volcán que no expulsó lava, sino resultado de una explosión de  gas, quizá hidrógeno? En la zona no  hay volcanes ni ha habido erupcionees volcánicas desde hace varios millones de años.

La antigua civilización a que se atribuye no pudo ser tan antigua, apenas 250 o 300 años,  y para ser resultado de un gulag, o campo de trabajos forzados del tiempo de Stalin, es  muy viejo.

Según análisis de la flora realizados por el biólogo Viktor Voronin,   jefe del Laboratorio del Instituto Siberiano de Fisiología y Bioquímica de las Plantas,   en 1842 algo debió ocurrir allí, porque los  los anillos de crecimiento de los árboles presentan deformidades y hay un repentino aumento de algunos metales como  estroncio y el uranio

La idea de que puede ser el cráter de impacto del meteorito de Tunguska sigue teniendo sostenedores en el mundo científico, a pesar de que los tiempos no están a su  favor  y de que el "nido del águila" no tiene ni remotamente la forma de un cráter de impacto.

Los árboles de la zona, vivos después de  250 años, muestras anillos de crecimiento  acelerado durante un período. Es el mismo fenómeno observado en un desgraciado acontecimiento reciente, el estallido de la central nuclear de Chernobyl, en Ucrania. ¿Una central nuclear escondida, un Ovni estrellado? No hay en la zona ningún metal radiactivo hoy en día, aunque hay rastros de los que los hubo.

La opinión oficial es la del geólogo Alexander  Pospeev:  “El origen del cráter todavía no se descubrió, pero podemos decir con seguridad que tiene origen terrenal”.

No sabemos el origen de la seguridad de Pospeev, que acompaña a su ignorancia del resto, pero quizá se trate de cortarle las alas, no al águila que dio nombre al cráter, sino a las especulaciones de los partidarios de explicaciones extraterrestres.

Una explicación "terrestre" es que el cráter, que tiene el aspecto de la tierra removida, puede ser el amontonamiento de material de escoria de una mina abandonada; pero no hay en la zona, ni seguramente hubo, población suficiente para realizar un trabajo de estas dimensiones.

Un detalle que no se debe subestimar es que el cráter "sube y baja", es decir, cambia de forma  y altitud con bastante velocidad  y también que los árboles de la zona crecen más rápidamente.

La explicación más moderna, dada a conocer por científicos rusos reunidos en San Petersburgo, es que el cráter se formó por una explosión natural de gas, particularmente hidrógeno. El calor que acompañó al proceso explica el cambio en la velocidad de crecimiento de los árboles.

Es una explicación  ya adelantada antes, pero parece que ante todo se trata de reafirmar el carácter totalmente natural de la formación del cráter para desanimar a los buscadores de explicaciones fantásticas o al menos, desacreditarlos de antemano.

De la Redacción de AIM.

crater Potomskiy

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