El 19 de diciembre de 1848 murió a los 30 años la novelista inglesa Emily Brönte, autora de "Cumbres Borrascosas", un clásico de la literatura de su país.
Emily debió publicar su obra con un pseudónimo masculino para evitar las dificultades que tenían las mujeres del siglo XIX, en la época victoriana, para el reconocimiento de su trabajo literario.
Emily nació en Thornton en 1818 y murió en Haworth en 1848. Cumbres Borrascosas es su única obra publicada, pero alcanzó una notoriedad que le dio fama imperecedera.
Cuando tenía tres años murió su madre y quedó con sus cuatro hermanos al cuidado de una tía, con la que vivió en el solitario campo irlandés.
Emily interpretó el silencio de aquella naturaleza y estableció correspondencias inaudibles en la vida social y en el estrépito de las ciudades. Percibió en el discurrir en apariencia gris de la vida cotidiana la palpitación y la alegría silvestre en el corazón de las cosas.
Cuando era adolescente, escribía versos y compartía lecturas con dos hermanas: Charlotte y Anne, las dos muertas de tuberculosis antes que ella.
En 1842 Charlotte y Emily se radicaron en Bruselas para estudiar francés, pero para Emily fue un duro exilio de su agreste país, que había aprendido a escuchar y no podía olvidar.
De regreso en Haworth escribió poesías que fueron publicadas gracias al interés de Charlotte
Sus poemas muestran una vitalidad orientada hacia el espíritu, capaz de dar la palabra a hechos mínimos y de revelar el amor por la naturaleza donde pasó su infancia.
Cumbres borrascosas es la historia de la pasión ciega y necrófila que protagonizan la joven Catherine Earnshaw y el huérfano Heathcliff y que lleva a su destrucción y a la de sus hijos o herederos.
En 1848 su hermano Branwell, víctima de "delirium tremens" después de grandes abusos del alcohol y del opio, precedió por algunos meses en la muerte a las hermanas Anne y Emily.
Emily sufrió en silencio su agonía. Apenas dos horas antes de morir, tras levantarse y vestirse con enorme esfuerzo, permitió que llamaran el médico.