En 1876, nació Mata Hari.
Suntuosos lechos fueron sus campos de batalla en la primera guerra mundial. Altos jefes militares y políticos de mucho pode sucumbieron al encanto de sus armas, y le confiaron secretos que ella vendía a Francia, Alemania o a quien mejor le pagara.
En 1917, fue condenada a muerte.
La espía más deseada del mundo lanzó besos de adiós al pelotón de fusilamiento.
Ocho de los doce soldados erraron el tiro.
Capítulo para el 7 de agosto del libro Los hijos de los días de Eduardo Galeano.-