El jefe de obstetricia del hospital Materno Infantil donde a la nena violada de 12 años se le practicó una cesárea renunció a su cargo con críticas al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, por desatender la opinión de los médicos y realizar la práctica que terminó con la muerte del bebé. Gustavo Briones, acusó al Ejecutivo de "irrespetar gravemente" al trabajo del centro de salud y de desoír "los avales científicos de la materia y del caso en particular".

"El servicio especializado en la materia desaconsejó la interrupción del embarazo, por cuanto el feto, de acuerdo a su edad gestacional, tenía altísimo riesgo de morir en caso de ser separado del seno materno”, argumentó Briones en su renuncia.

“Hubo una innecesaria colocación en riesgo y posterior fallecimiento de un prematuro inmaduro", denunció y agregó que un feto con un peso menor a los 1.000 gramos y con un tiempo de gestación menor a 27,6 semanas "se denomina prematuro inmaduro y goza de bajísimas expectativas de sobre vida".

Sobre la posibilidad de un aborto, aseguró que "resultó inviable" porque "conforme a la definición de la Organización Mundial de la Salud, esta operación solo se realiza hasta la semana veintidós".

Si bien dejará el cargo, Briones seguirá trabajando en el equipo médico del nosocomio.

"La familia ya había hecho la denuncia por violación y pidió la interrupción del embarazo de acuerdo con lo previsto en el Código Penal y en el protocolo vigente para estas situaciones", había contado Verónica Serra, la subsecretaria de Promoción y Prevención de la Salud de Jujuy.

La provincia adhiere al protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE), sin embargo, en el hospital Paterson (donde la habían derivado) comenzaron las dilaciones hasta el martes 15 de este mes, cuando la nena fue trasladada al materno infantil ubicado en la capital provincial para cumplir con el protocolo.

Sin embargo, por el tiempo que lleva de gestación y la dilatación por parte de las autoridades, finalmente le realizaron una cesárea.