La llegada del invierno no significa que debamos dejar de hidratar nuestra piel. A continuación, una serie de consejos que tu piel agradecerá.

Acorta las duchas

Es la actividad que más sequedad produce a la piel. Muchas personas disfrutan de una larga ducha caliente después de haber pasado todo el día fuera soportando bajas temperaturas. Es agradable y nadie lo discute, pero los expertos dicen que es un hábito que puede dañar la barrera natural de la piel. La exposición excesiva al agua caliente afecta los aceites naturales de la piel que tienen una función protectora. Las duchas no deben durar más de diez minutos.

Selecciona muy bien tus productos para la piel

Los cosméticos también tienen un impacto sobre la sequedad de la piel. Los jabones tradicionales tienen un ph alcalino que puede afectar la superficie naturalmente acídica de la piel y que contribuye a resecarla. Para evitarlo se recomienda emplear un limpiador con un ph balanceado. La exfoliación que puede ser tan beneficiosa en otras épocas del año en invierno puede no ser tan buena, lo mejor es observar qué nos está pidiendo la piel, y si se torna seca y descamada quizás convenga dejar de usar exfoliantes una temporada.

Hidrata la piel de un modo apropiado

Una vez que te hayas duchado o hayas limpiado el cutis es el momento de la hidratación. Seca la piel a palmaditas en lugar de hacerlo bruscamente con una toalla, entonces aplica la loción hidratante mientras la piel está todavía húmeda para conseguir una mayor absorción. Las cremas con texturas más densas o con altos contenidos de aceite son las más adecuadas para el invierno.

No te pases con la frecuencia ni con las cantidades de crema hidratante

Aunque los investigadores no en ningún problema en sobre hidratar la piel, sí se ha comprobado que las personas que usan constantemente crema hidratante se crean una dependencia a la hidratación externa y se crea un círculo vicioso en el cual la piel demanda cada vez el uso de estos productos para tener el aspecto y la sensación de hidratación.

Encuentra una rutina

Otro tip es usar un humidificador en la habitación donde duermes, lo cual puede ser particularmente beneficioso para la piel de alrededor de la boca y la nariz. También se recomienda comer alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos que pueden ayudar a la salud de las células de la piel. En lugar de productos miles de productos es mejor que encuentres los tuyos y organices unos métodos para cuidar la piel que acaben convirtiéndose en hábitos.

Fuente: MujerHoy.-