El 14 de febrero de 869 murió San Cirilo, monje y gramático griego que creó el alfabeto en que se escribe actualmente el idioma ruso, como conocido como “cirílico” en su honor.
El alfabeto cirílico se desarrolló alrededor del siglo IX como una combinación de algunos de los caracteres del alfabeto glagolítico, creado poco antes por Cirilo, y del alfabeto griego, mucho más antiguo.
Aunque Cirilo desarrolló un primer alfabeto, llamado glagolítico, para poder escribir correctamente traducciones litúrgicas en lenguas eslavas, fueron sus discípulos quienes lo desarrollaron y le pusieron el nombre en honor a su maestro
El alfabeto cirílico y sus variantes conforman uno de los alfabetos más utilizados en el mundo, solo por detrás del alfabeto latino. Actualmente puede estimarse que el número de hablantes que utilizan alguna variante de este alfabeto supera los 300 millones.
Una de las grandes reformas del alfabeto cirílico se produjo en el siglo XVIII. Pedro el Grande, zar de Rusia entre 1682 y 1721, quiso acercar la cultura rusa a las costumbres de Europa. Con este objetivo decidió eliminar algunas de las letras más arcaicas del alfabeto y añadir otras con más similitud con el alfabeto latino.
Los estados eslavos deben parte de su identidad a dos monjes griegos: Cirilo y Metodio, su hermano mayor, que crearon el alfabeto que usan hoy en su propósito de cumplir el encargo del Papa de evangelizar aquellas regiones. Los caracteres cirílicos hicieron posible estandardizar una lengua literaria por sobre las diferencias dialectales: el eslavo antiguo.
Cirilo y Metodio tradujeron textos religiosos (evangelios seleccionados, epístolas de los Apóstoles y el Libro de los Salmos, entre otros) del griego al eslavo antiguo, con lo que contribuyeron a introducir y expandir los oficios religiosos en eslavo.
Cirilo se llamaba Constantino y había nacido en 827. Murió en 869
Como su hermano Metodio nació en Tesalónica, centro cultura por entonces de Macedonia.
Constantino, Cirilo por nombre de religión, recibió clases de filosofía, geometría, retórica, astronomía y lenguas extranjeras. Fue custodio de la biblioteca de la catedral de Hagia Sofía, en Constantinopla, cargo muy importante que sin embargo abandonó para ir a vivir a un monasterio a orillas del Mar Negro
En 862, Cirilo y Metodio, apoyados por sus discípulos, compusieron un alfabeto que correspondía a los sonidos del habla eslava y tradujeron del griego numerosos textos religiosos.
Hasta hoy los especialistas siguen sin decidir cuál de los dos alfabetos eslavos, el glagolítico o el cirílico, fue el que compuso Cirilo. Los dos se distinguían exclusivamente por el trazo de las letras.