La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) convocó a los pequeños y medianos comercios y empresas de todo el país a cerrar sus puertas en protesta contra las políticas de ajuste que lleva adelante el Gobierno nacional. “La Pyme aguanta hasta lo último con tal de no desprenderse de sus empleados”, expresó a AIM el delegado regional del organismo, Aldo Bachetti.
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“Comparo este paro con la situación en 2001. El paro de hoy fue algo espontáneo. Al margen de los trabajadores nucleados en los gremios, mucha gente esperó en las esquinas para sumarse a las marchas, como así también en la plaza”, manifestó Bachetti.
—¿De qué forma se sumó Apyme?
—Acompañó a los trabajadores y fuerzas sociales, porque la situación también es insostenible para miles de Pymes. Por lo que vemos, se irá agravando cada vez más. No hay poder adquisitivo. El ajuste es cada vez más grande y debilita el poder del asalariado, que es la principal fuente de recursos de las Pymes.
—¿Cómo es el panorama actual del sector?
—He visto en el país, la región, y Paraná en particular a los negocios que no pueden aguantar la situación. Hay menos consumo y han aumentado los costos fijos de alquiler y las tarifas de servicios. Este combo presiona y la Pyme aguanta hasta último momento, porque no quiere desprenderse de su personal. Una empresa grande siempre corta por lo más delgado, porque deja de vender, no de ganar. Entonces echan a trabajadores. En cambio la Pyme es un emprendimiento en muchos casos familiar y los empleados son en muchos casos muy allegados. Entonces el clima se vuelve grave e insoportable.
Los sectores más complicados
Consultado por los sectores el empresariado pequeño y mediano que atraviesan las situaciones más complicadas, Bachetti se refirió al ramo panaderil: “Este sector, que pagaba 25 mil pesos de luz, hoy supera los 100 mil. Y estos costos hay que resarcirlos con la venta de productos. Pero ¿a quién les pueden vender si nadie les compra?”
—A esta situación, hay que agregarle la caída del consumo.
—Y lo más triste es que vienen jubilados y compran un solo pan por día. En una familia tipo de tres chicos, donde se consume un kilo o uno y medio por día son 140 pesos. Dos litros de leche son 80 más. Y más de 200 por día, cuando el salario promedio de un trabajador en blanco va entre 18 y 20 mil pesos. Y si sumamos el transporte, con la quita de subsidios será de entre 30 y 32 pesos.
—Finalmente, ¿qué repercusión tuvo entre los negocios el persianazo?
—Ayer me decía un comerciante que el paro, paradógicamente le hizo ahorrar, porque al cerrar sus puertas no consumió gas ni energía eléctrica. Al haber paro, tampoco iba a ir la gente a comprar. Y esto es algo dramático.