Los Monos, la narco banda creadora del modelo de negocios búnker en la ciudad santafesina de Rosario, un método que es "la antítesis de lo que es la venta clandestina de droga, un lugar fijo a la vista de todos", explica Germán de los Santos.

Para la total libertad con la que actuaba la banda, era fundamental el rol de la policía, que no solo jugaba un rol pasivo y no allanaba los bunker, sino que proveía de información al clan.

"Sin la policía Los Monos no podrían haber existido. La policía era la que le aportaba información muy fina que les servía a ellos para la logística. Información sobre otras fuerzas de seguridad federales, por ejemplo, que merodeaban Rosario y estaban investigando narcotráfico. Le señalaban qué búnker desactivar porque iba a ser allanado", aclara De los Santos.

Él, junto a Hernán Lescano, publicó en 2017 "Los Monos, la historia de la familia narco que transformó a Rosario en un infierno", desarrollando el accionar de la narco banda liderada por el clan Cantero que tuvo en vilo durante dos décadas a parte de la tercera ciudad más poblada de Argentina.

Parte de la banda ya estaba presa, y este lunes, se acabó definitivamente el infierno para los rosarinos. Los líderes de la banda Los Monos fueron, por primera vez, condenados por un tribunal.

Ramón Ezequiel Machuca, de 35 años, conocido como Monchi Cantero, fue penado con 37 años de prisión por instigar a cuatro asesinatos y por liderar una asociación ilícita.

Ariel Máximo Cantero, alias Guille, de 26 años, fue sentenciado a 22 años por asociación ilícita y por un asesinato.

Ariel Cantero, "El Viejo", antiguo líder del grupo y padre de Guille, fue condenado a seis años de cárcel, mientras que siete integrantes de la banda recibieron penas de entre 3 y 12 años.

Nueve policías fueron condenados a entre cinco y siete años de cárcel por incumplimiento de deberes, encubrimiento y violación de secreto.

Monchi vivió desde su adolescencia con la familia Cantero, que lo adoptó como uno de sus hijos durante la crisis que afrontó Argentina en 2001, informó el portal Infobae. La familia ya tenía dos hijos, Claudio, alias"Pájaro" y el mencionado Ariel.

La banda se desarrolló siempre dentro del mercado del narcotráfico, y en 2013, cuando ya tenía más de diez años en el negocio, estremecieron a la ciudad santafesina con un vendaval de violencia.

En mayo de ese año, uno de sus lideres, el Pájaro, fue asesinado en la puerta de un boliche cuando se encontraba ebrio. Los Monos presumieron que se trataba de una venganza de Luis Paz, un millonario ex manager de boxeo que en setiembre de 2012 había señalado a Los Monos como homicidas de su hijo, el "Fantasma" Paz.

En el momento que el clan Cantero se enteró del homicidio del Pájaro, iniciaron una persecución sobre los posibles implicados que terminó con cuatro muertos en menos de 30 horas.

La primer víctima fue el dueño del boliche en que balearon al Pájaro, a quien ultimaron a balazos. Luego fueron con la familia del que insinuaban había sido el sicario y balearon la camioneta en que se trasladaba su familia. Tres familiares murieron.

Este no fue el único hecho de violencia que rodeo al clan familiar de los Cantero.

Infobae cuenta que un mal día, un competidor de Los Monos abrió una boca de venta de cocaína a pocas cuadras de una suya. Monchi llamó a la policía, preguntó si esa boca estaba protegida por ellos, y ante la respuesta negativa, envío a uno de los suyos a balearla. En la precaria casa se encontraba una adolescente de 14 años llamada Lourdes Canteros que falleció en el momento.

Se estima que hay varios delitos más que hasta ahora la justicia no pudo probarles.

Monchi estuvo prófugo tres años, pero eso no le impidió, por ejemplo, dar entrevistas camuflado con barba, lentes negros y un gorro con la inscripción "El Mabu", el más buscado.