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Política
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Los niños y adolescentes en entornos de alto riesgo tienen más probabilidades de convertirse en adultos violentos

Un estudio proporciona la primera evidencia científica de que vivir en grandes ciudades, experimentar abuso físico o sexual, ser inmigrante, consumir cannabis o alcohol antes de la edad adulta incrementa el riesgo de convertirse en un adulto agresivo.

Es probable que los niños y adolescentes que conviven con estos factores de riesgo ambiental acaben recurriendo a la violencia, la agresión y/o la delincuencia cuando se convierten en adultos, independientemente de que pueda existir una enfermedad mental subyacente. Estos resultados se muestran en un nuevo estudio publicado en la revista Molecular Psychiatry de Springer Nature. Treinta y dos investigadores han contribuido en este trabajo interdisciplinario que ha sido dirigido por Hannelore Ehrenreich del Max Planck Institute of Experimental Medicine en Alemania. Adicionalmente, el estudio, en el que co-firman como primeros autores Marina Mitjans, Jan Seidel y Martin Begemann, proporciona la primera evidencia de que crecer en condiciones sociales extremas puede alterar la expresión génica a través de un proceso llamado epigenética.

En un estudio previo, los investigadores demostraron que la esquizofrenia podría aparecer hasta diez años antes en aquellas personas genéticamente predispuestas y que, además, se habían expuesto a factores de riesgo ambiental tales como el maltrato infantil, el abuso sexual o los traumatismos craneoencefálicos. Tal y como se demuestra en el presente estudio, las mismas condiciones de alto riesgo aumentan hasta cinco veces la probabilidad de que una persona sea hospitalizada en unidades forenses debido a un comportamiento violento.

Para llevar a cabo este trabajo, los investigadores analizaron información procedente de seis poblaciones diferentes. En total, se obtuvieron datos de más de 1500 personas diagnosticadas de esquizofrenia (Göttingen Research Association for Schizophrenia, Gras), así como de más de 550 personas de la población general española (Universitat de Barcelona y Universitat Jaume I). Los investigadores evaluaron aspectos tales como si el individuo vivía en una gran ciudad, si era inmigrante, si había experimentado abuso físico o sexual, si había consumido cannabis o si se había involucrado en un consumo problemático de alcohol antes de los 18 años. Para todos los individuos con diagnóstico de esquizofrenia se obtuvo información sobre condenas por crímenes violentos incluyendo asalto sexual, homicidio involuntario, agresión o asesinato.

En todos los grupos analizados, el presentar al menos un factor de alto riesgo incrementaba, de manera significativa, la probabilidad de convertirse en un adulto violento y agresivo. A medida que se añadían factores de riesgo, la probabilidad aumentaba de manera escalonada en cada una de las seis poblaciones. Cuando se consideraron de manera conjunta todos los factores de riesgo, los individuos que presentaban tres o más de estos factores de riesgo, incrementaban hasta diez veces su probabilidad de tener actitudes violentas.

"Nuestros datos respaldan que la expresión de la agresividad en la edad adulta está relacionada con la exposición a múltiples factores de riesgo en la niñez o la adolescencia y es independiente de la presencia de enfermedad mental ", dice Ehrenreich. "En todas las cohortes, la acumulación de factores ambientales antes de la edad adulta se asoció significativamente con actos violentos o bien con un elevado grado de psicopatía y/o agresión-hostilidad en población general sana".

Posteriormente, los investigadores llevaron a cabo análisis epigenéticos en un subgrupo de 142 personas. Los resultados mostraron que 33 hombres caracterizados con un perfil de alto riesgo mostraban niveles más elevados que el resto de RNAm de la histona-deacetilasa1 (Hdac1). Hdac1 es un mediador de procesos y cambios epigenéticos que pueden verse influenciados por factores ambientales. "Este es un primer indicio de la existencia de alteraciones epigenéticas en nuestros sujetos de alto riesgo", dice Ehrenreich.

Este tipo de resultados deberían motivar acciones sociopolíticas, con el objetivo de identificar a los individuos en riesgo y diseñar mejores medidas cautelares", agrega. "Los factores de riesgo, inespecíficos en sus consecuencias a largo plazo, como la urbanicidad, la inmigración y el abuso de sustancias, deberían tenerse en cuenta cada vez más a través de una investigación más exhaustiva en la prevención primaria.

Fuente Springer.-

 

 

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