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Marcharon en Brasil contra el racismo y machismo de Bolsonaro

Marcharon en numerosas ciudades desde San Pablo a Río de Janeiro. Los carteles, confeccionados en casa con marcadores y cartones, mostraban la s consignas: Racismo no; machismo no; atraso no. También hubo marchas en el exterior.

La marcha contra Bolsonaro en Rio de Janiero. Reuter
La marcha contra Bolsonaro en Rio de Janiero. Reuter

La tarde de este sábado tembló bajo un grito potente: “El no!”. Fue en San Pablo, en Río, en Belo Horizonte y otras 8 grandes ciudades brasileñas, donde millares de mujeres, hombres y niños se dieron cita para resistir una eventual presidencia de Jair Bolsonaro. La campaña de este candidato, que sigue primero en las encuestas con 28 por ciento, puede sufrir un cambio brusco a partir de la masividad de estas manifestaciones. En la capital paulista alcanzó las dimensiones de aquellas que se vieron entre 2013 y 2016, solo que de signo contrario.

Ahora ya no se busca protestar contra la corrupción, como en aquel entonces. Lo que se pretende es poner un freno a un proceso de polarización engañoso, que colocó la figura del diputado ultra conservador como la presunta antítesis “del mundo de la política”. Con la bandera bolsonarista en mano, sus electores compraron un discurso misógino, racista y contrario a los derechos laborales.

Este sábado, el dirigente conservador tuvo su primera gran respuesta. Los carteles, confeccionados en casa con marcadores y cartones, mostraban las consignas: “Racismo no; machismo no; atraso no”. Un joven de unos 25 años y de tez morena, mostraba en la parte anterior de su camiseta la siguiente leyenda: “Cuántos más precisan morir para que esta guerra acabe?” Y abajo, la inscripción: Marielle Franco. Es el nombre de la legisladora que cayó bajo las balas de asesinos profesionales en una de las grandes avenidas cariocas, por ser negra y de izquierda. No faltó el cartel de la comunidad judía paulistana, escrito en hebreo. Este sector adhirió al movimiento “El no”, por juzgar a Bolsonaro y sus seguidores como parientes cercanos del neo-nazismo.

En un diálogo rápido con esta corresponsal, la profesora Clenes Louzeiro señalaba admirada a la multitud: “Este es un movimiento sin partidos” dijo desde el alma. Pero después se corrigió: “En realidad, deberíamos decir que es multipartidario”. En efecto, por allí pasaron banderas del más diverso tipo. Estaban las de Marina Silva, que llegó con sus compañeros a la gran protesta. También los del laborista Ciro Gomes.

Y habían prometido llegar hasta el lugar los propios partidarios del socialdemócrata Geraldo Alckmin. Desde luego, estaban las variantes de izquierda como el Partido Socialista Unificado (Pstu) y la Juventud Socialista. No muy lejos se vieron los carteles del PT y de movimientos sociales como los Trabajadores Sin Tierra (MST). También fue posible observar a candidatos del Partido Socialismo y Libertad (Psol). Pero lo que más abundaba eran los carteles improvisados con las consignas del momento.

Esta vez, a diferencia de otros momentos, en la capital federal Brasilia la movilización fue gigantesca. No se veía algo como eso desde hacía varios años. Y en Río de Janeiro ocupó toda la región conocida como Cinelandia, en el centro capitalino.

Presidenciales de Brasil con un sorprendente desembarco de militares en cargos electivos

Este movimiento nació de mano de las mujeres que rechazan las “banderas bolsonaristas” contra conquistas muy recientes de reconocimiento al mundo femenino y a los afro-brasileños. Este sábado no será olvidado fácilmente porque se unieron desde manifestantes a favor del aborto legal hasta las comunidades Lgbt (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). Esta periodista vió un cartel que decía literalmente: “Las débiles te van a derrotar”. Fue entonces que supo de una de las declaraciones del candidato Bolsonaro: “Tuve cinco hijos. Cuatro de ellos fueron varones y luego, como yo estaba debilitado, nació una mujer”. De allí la frase en cuestión.

La jornada de protesta no podía terminar sin un dato casi folclórico. Una centena de manifestantes, que se encontraban en la avenida Paulista, pasaron a los gritos de: “Intervención militar”.

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