Al menos cinco personas murieron en varios ataques en Afganistán, en el marco de unas elecciones presidenciales cargadas de miedo y de tensión por temor a ataques que, de hecho, prometieron los talibanes para tratar de impedirlas.[{adj:58771 alignright}]

“Tenemos cinco mártires en la policía y 37 civiles heridos”, dijo el ministerio del Interior, Massoud Andarabi, en una conferencia de prensa. A su lado, el ministro de Defensa, Asadullah Khaldi, declaró que “hubo menos ataques por parte del enemigo respecto de las precedentes elecciones”.

Una explosión se produjo en un colegio electoral en el distrito de Sorkh Rod, en la provincia oriental de Nangarhar, y causó un muerto. Un observador, en tanto, fue asesinado por un cohete en Kunduz, en el norte.

Además, hubo al menos 15 heridos por una bomba en un asiento en Kandahar.

La participación en las elecciones presidenciales en Afganistán ha sido baja en algunas partes del país debido a las continuas preocupaciones por el miedo a los ataques, las amenazas de seguridad e incluso los desafíos logísticos.

Según reportó Al Jazeera “en la ciudad de Jalalabad (la capital de la provincia de Nangarhar), el número de votantes fue bajo en la mañana. En los distritos también hay menos gente que en las elecciones anteriores”, dijo Nabiullah Baz, miembro del distrito de Chapliyar.

Según Obaid Ali, analista, la participación electoral fue relativamente baja en las provincias del norte. “En todos los colegios electorales que visité, había muy poca gente, incluso en comparación con las elecciones parlamentarias del año pasado”, dijo. La baja participación también se registró en la provincia de Herat.

Además, los talibanes dispararon con algunos golpes de mortero contra Kunduz, en el norte de Afganistán, para disuadir a la gente de votar a las elecciones presidenciales.

También varios talibanes habrían intercambiado disparos con las fuerzas de seguridad cerca de la localidad. Lo dijo Ghulam Rabani Rabani, miembro del Consejo de la Provincia de Kunduz.

Los ataques -dijo Rabani- “sirven para asustar a las personas y mantenerlas en su casa”.

Los incesantes ataques de los insurgentes talibanes habían causado docenas de víctimas en las últimas semanas e incluyeron atentados suicidas en el centro de la capital, Kabul, y contra un mitin electoral de Ghani.

Los insurgentes, que ahora controlan o están presentes en casi la mitad del país, criticaron las elecciones generales y advirtieron a los cerca de 9,5 millones de personas con derecho a voto que no acudan a las urnas. Los electores también sufren los ataques de una brutal facción del grupo extremista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), que opera sobre todo en el este del país.

AP