Estados Unidos y sus aliados aumentaron la presión sobre Rusia, a la que se sumó la Otan que también decidió expulsar diplomáticos rusos en respuesta al envenenamiento de un ex espía en suelo británico.
Con Estados Unidos y 18 miembros de la Unión Europea al frente, Occidente hizo gala de una acción contundente y coordinada, sin precedentes incluso en tiempos de la Guerra Fría.
La Otan decidió expulsar a siete representantes rusos y denegar la acreditación a otros tres. "Esto manda un mensaje claro a Rusia de que hay costes y consecuencias para su forma de actuar, inaceptable y peligrosa", dijo el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg.
En una llamada telefónica, el estadounidense Donald Trump y el francés Emmanuel Macron saludaron "la fuerte reacción internacional", según el Elíseo. En parecidos términos se expresó la canciller alemana Angela Merkel también en conversación telefónica con Trump, con el que coincidió en denunciar "el uso irresponsable de armas químicas por parte de Rusia", indicó la Casa Blanca.