Si no se aprende de las experiencias, sobre todo aquellas malas o negativas, el hombre está condenado a repetirlas y así también a la frustración, logrando así una postura pasiva, resignada que lo mantiene en la queja, la culpa, la baja estima e inevitablemente insatisfechos con la vida. Por la Psicóloga Mariela Garabello. Especial para AIM.

Todos estos aspectos repercuten no solo en el estado de ánimo de la persona, sino también en su salud física y en la calidad de los hábitos que en gran medida son la clave de la homeostasis. Por lo tanto, si no se tienen en primera instancia satisfechas las necesidades básicas, como el buen descanso, la alimentación, el despeje mental, no se puede pensar o accionar en otro nivel de modo asertivo.

Por ello de lo pasado solo hay que quedarse con herramientas producto del conocimiento brindado a partir de la misma, y desde ellas mejorar el presente y futuro.

El poder siempre está en el ahora. Siempre que se tenga la firme decisión de cambio e inicialmente la fuerza de voluntad indispensable sobre todo en la primera etapa de la búsqueda de un objetivo o meta (lo que deviene de tener claro los beneficios del mismo), se podrá conseguir o acercarse lo más posible a ello.

El pasado solo debe quedar para brindar herramientas y desde allí generar resiliencia y mejores estrategias. Es importante cerrar ciclos, dejar ir lo que ya no fue, no está o no pasó, para dar lugar a lo nuevo y no quedarse en círculos viciosos que mantienen generando los mismos resultados una y otra vez, al tiempo que colabora en ir agravando el problema.

Si algo no funcionó, se puede pasar la vida si así lo prefieres, rebobinando el casette, y machacando por lo que pasó y no fue agradable, por lo que hubiera podido ser, o simplemente justificando que eres así y no se puede modificar (como muchas persona lo plantean como mecanismo de defensa que mantiene en la zona de comodidad pero también de infelicidad), o contrariamente se puede fortalecer a partir de ello, haciendo una pausa, saliendo del automatismo y preguntando: ¿cómo se puede hacerlo mejor, desde lo que se debe corregir o entrenar? entendiendo siempre que el éxito es un proceso que se genera a través de obstáculos superados y no de un camino en el cual se da todo por arte de magia, sin ningún esfuerzo o dificultad. Implica siempre crecimiento personal, autoconocimiento y no supone quedarse en la queja y una postura victimizante.

Capitalizar el pasado, reconociendo las estrategias y conductas que llevan a donde se desea llegar implica asumir la responsabilidad de las acciones, en vez de culpar a los agentes externos que, si bien influyen, paralizan.

Se debe creer y mantener el poder, la actitud proactiva que se basa en buscar la solución accionando y no justificando. Las creencias ayudaran o limitaran el mejor escenario, porque siempre se vive de las consecuencias de lo que se cree y si no se confía en uno mismo, se terminará en ser boicoteador del bienestar.

Hay que pasar página y comenzar de nuevo con mayor fortaleza de lo aprendido, del entrenamiento que las circunstancias de la vida, tanto las buenas como sobre todo las que malas. Si algo aún no sucedió, la mayoría de las veces las personas se sabotean, cuando en realidad es parte de un proceso de crecimiento personal, si se sabe tomar lo que dichas circunstancias vienen a enseñar.

Nada pasa porque si, sino para la evolución. El ayer es historia, el mañana un misterio, pero el hoy es un regalo que se debe aprovechar al máximo y por eso se llama presente. En este nuevo año que comienza, resulta importante dar vuelta la hoja, sin olvidar, pero solo para aprender de lo pasado y generar mayores herramientas y recursos, con el objetivo de arrancar empoderados para lograr los objetivos deseados y reforzar los ya obtenidos.

NdR: Articulo publicado en el Material Educativo de Icarus Centro de Salud & Longevidad, correspondiente a enero de 2022.