El escándalo desatado en Jalisco (México) por el tráiler con 157 cadáveres que fue abandonado durante días en varios municipios llevó al despido del director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (Ijcf). Ya fuera del cargo, Luis Octavio Cotero reveló la existencia de un segundo camión cargado con restos de personas fallecidas.

Según detalló el ex funcionario, en total son unos 300 los cadáveres que debieron ser depositados en las “morgues móviles”, ya que el Instituto no tenía capacidad para acogerlos.

"Están en los tráileres, uno es el que se exhibió en los medios y otro nuevo que se contrató por parte de la Fiscalía, porque nosotros no tenemos recursos para contratar ese tipo de servicio, ni la bodega donde estuvieron", expresó.

A diferencia del primer camión, alquilado en junio 2016, que recorrió los municipios de Tlaquepaque y Tlajomulco, el segundo, que transporta unos 150 cadáveres, está ubicado en las instalaciones de la Ijcf.

La primera polémica

El primero de los camiones recorrió varios municipios y fue abandonado en Tlajomulco con 157 cuerpos hasta que los vecinos denunciaron la situación y reclamaron el fin de esta práctica. Sin embargo, dentro del móvil, había más cuerpos: Sumaban alrededor de  273 cadáveres.

"Esto afecta a nuestros niños, huele muy feo, al rato va a oler más", se quejó una vecina de esta localidad.

Otro compartió un video en las redes sociales en el que afirmaba: "No permitan que se los dejen cerca de su casa, trae muertos. Esa caja lleva muertos". Ante tantos reclamos, el vehículo dejó las calles y quedó bajo resguardo de la Fiscalía.

Los problemas para los forenses se agravaron en los últimos meses, según las autoridades, por la disputa entre los cárteles Jalisco Nueva Generación y Nueva Plaza. Desde comienzo de año hasta julio, hubo en el estado 552 crímenes, mientras que 3.000 personas siguen desaparecidas. Además, entre junio y agosto, fueron hallados 49 cuerpos en ocho fosas clandestinas.

Este aumento de la violencia provocó que la morgue se colapsara, ya que 444 cadáveres aún no fueron identificados. De ellos, 144 permanecen en el Instituto, mientras que para el resto fue necesario buscar una alternativa y la solución hallada fue la de los camiones.

"La capacidad de los refrigeradores es de 72, pero tienen 144 porque había que forzar un poquito la capacidad; es demasiada la demanda de atención a estos cuerpos", detalló Cotero, quien agregó que recurrieron a los camiones porque los cadáveres se "estaban descomponiendo".

Por último, Cotero reveló que las personas fallecidas deberán permanecer en los vehículos hasta que puedan ser inhumadas. Por eso, las autoridades evaluaron la construcción de un cementerio, "pero a la fecha está suspendida la obra y no se tiene un lugar donde construir".

Su salida del cargo fue decidida por el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, quien aseguró que se trata de un ejemplo para otros funcionarios "que tengan como parte de sus tareas algo que ver con la custodia, traslado, o manejo de cuerpos no reclamados". "No voy a tolerar tratos deshumanizadores ni alteraciones a los procesos establecidos", advirtió.