Los dichos del viernes del presidente Mauricio Macri sobre nuevas subas de las tarifas adelantaron que el dólar a 25 obligarán a nuevos ajustes en las boletas, por lo que el 19 por ciento que restaba de la recomposición tarifaria será un ítem a rever.
Es que los subsidios presupuestados este año para la energía fueron calculados con un dólar a $19,3, lo que equivale a un gasto de u$s5.600 millones, que aumentará tras la escalada del tipo de cambio. Además, el barril de crudo pasó de u$s55 a u$s70.
En este sentido, si el Estado se hiciera cargo de esta diferencia, el costo fiscal alcanzaría a los u$s1.600 millones, según un cálculo de Fernando Navajas, un economista de Fiel experto en cuestiones energéticas.
Si bien las facturas de luz y gas se ajustaron en dólares a niveles similares a los de 2001. Y que casi dos terceras partes de las boletas antes de impuestos (transporte y distribución) finalizaron las recomposiciones y se mantiene la promesa de actualización por inflación mayorista.
Pero existe aún un componente -en el tercio restante-, dónde restan aumentos. Por ejemplo, el sendero del precio del gas en boca de pozo incluye en promedio tres subas en dólares del 10 por ciento hasta fines de 2019 para llevar el precio a u$s 6,4 el millón de BTU contra los u$s4,7 promedio después de abril.