Saltar menúes de navegación e información institucional Teclas de acceso rápido

El clima hoy en:

-

- -

El dólar hoy: (BCRA)

$852,5 / $892,5

Provinciales
Provinciales

Aquellos barcos abandonados

Por Prof. Marilina Scarlata*, espcial AIM. - Una costa tranquila, la del Golfo Nuevo, bañada por el océano Atlántico, en la que se destaca un puerto con una ciudad que progresa de frente al mar. Y en el paisaje, esos barcos que quedan sin tripulación, sin cuidado. Monumentos abandonados, fábricas de contaminación.[{adj:62169 alignright}]

La provincia de Chubut tiene cinco puertos: Rawson, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, Caleta Córdova y Camarones. Dos de ellos son terminales marítimas internacionales: Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia,

En virtud del extenso litoral marítimo, ofrece la posibilidad de que exista una variada fauna ictícola, no todo lo aprovechada que podría ser por falta de infraestructura y el relativo poco consumo interno. Aunque en los últimos tiempos, la pesca para exportación ha sido una actividad destacada.

Esa fauna tan abundante atrae embarcaciones foráneas, las que muchas veces provocan incidentes delictivos, materia de la legislación vigente.

Simultáneamente a esos hechos hay otro aparejado, el abandono de barcos; hablaré más precisamente, de los casos a mi alcance, es decir, en Puerto Madryn.

En relación a la actividad marítima, la ciudad de Puerto Madryn, cuenta con dos muelles: el primero de ellos por su historia, es el que lleva por nombre Almirante Storni, está comprendido en el complejo industrial que contiene la planta de aluminio más grande de Sudamérica, es decir que es un muelle mineralero, construído en la década de los años setenta.

El otro se conoce como Comandante Luis Pieda Buena, construido más tarde en 1909 como muelle pesquero. Recordaré que desde Rawson y Camarones llegan importantes cantidades de langostinos que se comercializan con mucho interés desde Puerto Madryn. La flota pesquera de la provincia de Chubut comprende embarcaciones costeras, de altura, congeladoras factorías e incluso se han incorporado buques de tecnología superior con gran capacidad de captura.

A ellos se les suman los barcos que llegan desde el puerto de Mar del Plata, también dedicados a la misma actividad incluyendo la captura de merluza. En todos los casos es siempre pesca industrial.

Desde la hermosa costa madrynense puede verse el movimiento de las embarcaciones…y también pueden verse otros barcos pero sin actividad…aquéllos que están desocupados y corroidos.

¿Por qué desocupados? Porque ya no se ocupan, no tienen tripulación, fueron dejados “estacionados” o abandonados. Pertenencen a empresas que los declaran irrecuperables depués de alguna fuerte tormenta en la zona, que los deja muy averiados ( como las de 1991 y la de 2014); o son barcos extranjeros capturados en comisión de delito porque transgreden normativas de pesca internacional.

¿Por qué corroídos? Porque ese tipo de barcos tienen los cascos construídos con acero (común , no inoxidable) una aleación de hierro y carbono de uso muy difundido por la extraordinaria dureza; sin embargo ese material los hace presa del proceso de corrosión, un fenómeno químico que ocurre entre una superficie metálica y el oxígeno de la atmósfera, agravado por las sales que contiene el agua de mar, lo cual le suma otro proceso, el electroquímico, ya que el agua actúa como conductor eléctrico.

Este es el serio problema , porque es un fenómeno rápido y ocurre espontáneamente, formándose óxido férrico, hidróxido férrico y otras sales férricas, conformando una masa pulverulenta de color amarillo parduzco que con el tiempo se vuelve marrón. Se entiende si admitimos que esa es la forma en que el elemento hierro se encuentra estable en la naturaleza.

Obviamente estas sustancias se convierten en una fuente de contaminación, porque es material que no pertence a ese ambiente. A dercir verdad, la corrosión es uno de los efectos más destructivos del mundo. El periodista y escritor norteamericano Jonathan Waldman, escribió un

libro que tituló “Oxido: la guerra más larga”, atraído por esta transformación inevitable que carcome mucho más de lo que uno se imagina, lo cual pudo verificar él mismo cuando navegó una interesante trayectoria en un bote deteriorado y vio las consecuencias.

Uno de los problemas del hierro en el mar, es la proliferación de bacterias que justamente se alimentan de él. La afectación es directamente sobre la fauna y la flora marina, ya que desde los sitios en los cuales quedan abandonados los barcos -generalmente cerca de las costas- el movimiento de las olas traslada el polvo férrico, además por su densidad, y se deposita en el fondo marino.

Desde la Administración Portuaria de Puerto Madryn se han desarrollado acciones para revertir estas situaciones que se replican cada tanto. En ese sentido, a principios de octubre de este año 2019, se difundió la noticia de que se comenzaría con el desguace de un barco pesquero varado en el muelle Storni desde 2014. Como se puede comprobar, el tiempo que lleva el desalojo de un barco que no sirve, es mucho más largo que el tiempo que lleva la corrosión.

Leyendo a Waldman, sería interesante reconocer su advertencia: desde el momento en el que se plantea la posibilidad de darle forma al hierro, dos segundos más tarde la naturaleza ya hizo lo suyo: empezar a oxidar.

*Prof. Marilina Scarlata

Directora de Divulgación Científica Asociación Amigos de Parques Nacionales

Miembro Comisión Educación y Comunicación CEC- IUCN

Artículos Relacionados

Teclas de acceso