Saltar menúes de navegación e información institucional Teclas de acceso rápido

El clima hoy en:

-

- -

El dólar hoy: (BCRA)

$847,0 / $887,0

Provinciales
Provinciales

Argentina: Abusos sexuales en la niñez y adolescencia

La brutal denuncia por violación y acoso sexual que realizó la actriz Thelma Fardín contra Juan Darthés disparó el tema al centro del debate nacional y provocó un movimiento tectónico estructural alrededor de la violencia de género en la sociedad argentina y, además de ocupar el centro de la agenda pública, logró fundar un nuevo paradigma sobre el tema, más acorde a los tiempos, y  desnudó todos sus  déficits.

Argentina: Abusos sexuales en la niñez y adolescencia
Argentina: Abusos sexuales en la niñez y adolescencia

La denuncia de Fardín apoyada por un numeroso colectivo de mujeres actrices – Actrices Argentinas– instaló de manera contundente el tema de la violencia contra las mujeres y a la vez generó una ola imparable de denuncias en todo el país y en todos los ámbitos, no sólo en el artístico. Más que nunca, el tema exige una gran precisión en la información y cifras disponibles para construir un estado de arte conceptual que permita cambiar  el paradigma.

Es imprescindible para esbozar el escenario local la lectura del sustancioso estudio Abusos sexuales y embarazo forzado hacia Niñas, Niños y Adolescentes (de ahora en más, NNA) en la Argentina, América Latina y el Caribe que elaboraron de manera conjunta el Plan Nacional de Prevención de Embarazo no Intencional en la Adolescencia (Plan Enia), el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa Argentina) y Unicef.

Las autoras Silvia Chejter y Valeria Isla brindaron lineamientos para el abordaje interinstitucional del Plan Enia desde donde se podrá forjar una agenda de género acorde a los tiempos en la Argentina.

Los números locales sobre abuso sexual e infantil no mejoran el panorama, por el contrario lo empeoran: en la Argentina, 8 de cada 10 embarazos de madres adolescentes -menores de 15 años-  fue consecuencia de un abuso sexual o violación.

Son cerca de 3.000 niñas y adolescentes al año cuyos derechos humanos son vulnerados, por haber sido violentadas sexualmente, por llevar adelante embarazos forzados y por ser madres antes de estar preparadas para ejercer la  maternidad.

Detalles del Plan ENIA

En este contexto, cobran relevancia el Plan Nacional Enia y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inam) cuyas iniciativas y políticas es momento de impulsar y fortalecer.

Los objetivos estratégicos que se propuso el Plan Nacional Enia es el fortalecimiento de políticas para la prevención del abuso y la violencia sexual en la niñez y la adolescencia y para el acceso a la interrupción legal del embarazo (ILE) en el marco de la normativa vigente.

Silvina Ramos, coordinadora técnica del Plan Nacional Enia, dijo: "Disminuir los abusos sexuales y embarazos forzados en niñas y adolescentes requiere de políticas intersectoriales y una firme decisión política de los diversos organismos del Estado con responsabilidades y capacidades para intervenir. Por mucho tiempo, hemos dado respuestas muy débiles ante este drama y hemos actuado como si el embarazo de una niña de 10, 11 o 12 años fuera un hecho normal o una tragedia. No asistimos apropiadamente a esa niña o adolescente abusada y embarazada,  ofreciéndole alternativas para su vida".

La directora ejecutiva del Inam, Fabiana Tuñez, resaltó: "La mayoría de las víctimas de abuso son mujeres y niñas, a las cuales no se las escucha. Acá hay una decisión política, está el plan y está acompañado de presupuesto para poder ejecutarlo".

A partir de la Ley nacional 26061 la responsabilidad de la protección de los derechos reconocidos a niños, niñas y adolescentes no recae solamente en un área de niñez o sobre la justicia, o las madres, o los padres , u otros adultos responsables . La nueva institucionalidad que la ley establece convoca a diversos actores gubernamentales y no gubernamentales como garantes de los derechos desde un concepto de corresponsabilidad.

Según señala el documento del Plan Nacional Enia, se destacan tres factores que resultan útiles para diferenciar las prácticas sexuales abusivas: la asimetría de poder, de conocimiento y  de gratificación.

Justicia lenta

El tema del abuso sexual contra niños y jóvenes interpela hasta a los propios expertos que discuten cómo nombrar el delito contra los menores; para ser justos y precisos ante tanto drama e indefensión que atraviesan las víctimas.

El Código Penal argentino bajo el título "Delitos contra la integridad sexual" contempla diversas figuras: abuso sexual simple, abuso sexual calificado, violación (arts. 119 y 120); promover o facilitar la corrupción (art. 125) ; promover o facilitar la prostitución (art. 127); financiar, ofrecer, comerciar, publicar, facilitar, divulgar o distribuir representaciones de menores dedicados a actividades sexuales explícitas (art. 128) ; exhibiciones obscenas (art. 129). Además, deben considerarse otros dos artículos correspondientes al título "Delitos contra la libertad", relacionados con la explotación sexual y la trata: captar, trasladar, recibir o acoger personas con fines de explotación (art 145 bis, y 145).

Queda pendiente impulsar desde el sistema judicial, la incorporación de abogados con perspectiva de género.

Hace pocos días – previo al caso Thelma Fardin- se realizó la jornada "Prevenir y actuar frente a los abusos sexuales en niños, niñas y adolescentes", para visibilizar este problema social que durante mucho tiempo fue tolerado, silenciado y minimizado.

En esa jornada el propio ministro de Justicia de la nación, Germán Garavano, se refirió a la última reforma en el Código Penal para los casos de abuso sexual: "Es un paso en la dirección correcta, ayuda a poner estos casos en su justa dimensión", valoró y señaló que, además de un cambio legislativo, se requiere un "cambio cultural" para que "dentro de 5 a 10 años podamos decir que la situación se ha transformado y que queden solo situaciones marginales. Es un trabajo que tenemos que hacer entre todos".

El actual secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, expresó: "Desde la salud tenemos que cumplir nuestros roles, que tienen que ver con el acompañamiento, la conserjería y el apoyo cuando ocurren estas tragedias, tenemos que velar por la salud física y mental de aquellas que sufren violencia sexual. Si el abuso sexual termina en un embarazo forzado, como agentes de salud tenemos que dar la información para que la niña o la adolescente tome las decisiones informadas y conozca todas las alternativas". Y se refirió inclusive a la posibilidad de interrumpir legalmente el embarazo.

Sobre el perfil del abusador

El médico psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin precisó conceptos y definiciones sobre cómo identificar la personalidad de un abusador: "Las personalidades que cometen abusos sexuales son extremadamente astutas, con una perspicacia a toda prueba para captar la vulnerabilidad de la víctima. Hay en ellos una seguridad pasmosa; creen que la mujer es débil y susceptible de caer bajo el encanto de sus habilidades de conquista y sexuales. El abusador subestima a la mujer, carece de empatía y está centrado solo en su objetivo. Asimismo cuando ve que sus estrategias pueden ser descubiertas actúan con rapidez para torcer o replantear los lineamientos del plan".

Por su parte, el Plan Nacional de Prevención del embarazo no intencional en la adolescencia (Plan Enia) señaló las modalidades más frecuentes de los abusos sexuales:

-Abuso sexual infantil intrafamiliar: cuando el abusador es un familiar

-Abuso sexual por parte de extraños: pueden ser desconocidos o personas que pertenecen a su entorno social

-Explotación sexual comercial: es una forma de abuso sexual sistemática, a la que se suma generalmente la explotación económica por la existencia de intermediarios que lucran con su explotación

-Utilización de niños, niñas y adolescentes (NNA) con fines pornográficos

-Grooming: acoso sexual a NNA a través de Internet

Continuó Ghedin: "El abusador es un sujeto que sabe lo que está haciendo. Es muy frecuente que a la astucia se le sumen rasgos falsamente afectuosos, lo cual favorece el desarrollo de la acción maliciosa. Son personalidades gráciles, amables, sociables, divertidas, pícaras, seductoras, trabajadoras, ejecutivas, y en todos los casos pensado para manipular".

Cifras y escenarios en Caba, PBA y provincias

En Argentina no hay ningún organismo público que sistematice a nivel nacional los datos provenientes de las distintas instituciones que trabajan en este tema. Incluso, hasta hoy no se sistematizan ni publican los datos que se registran.

-Entre noviembre de 2016 y febrero de 2018 el Programa Las Víctimas contra las Violencias  que recibe denuncias de todo el país, atendió 2842 denuncias telefónicas por abuso sexual, de las cuales 2094 (74 por ciento) correspondían a NNA y 26 a personas adultas, que habían sido abusadas siendo NNA. El 45 por ciento de las denuncias eran de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el 55 por ciento del resto del país.

-Según el ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la nación de 2018, 7 de cada 10 víctimas menores de 18 años eran niñas. De ellas, el 38 por ciento eran menores de 11 años.

-En Caba en el año 2017 el Consejo de los Derechos de niñas, niños, y adolescentes intervino en 642 casos de abuso sexual que representan el 7,8 por ciento del total de intervenciones y en casi 141 casos por explotación sexual y trata, que representan 1,7.

Las estadísticas de la oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la nación, correspondientes a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, registraron 136 denuncias por violencia sexual, sólo para NNA de 0 a 10 años para el período 2009-2013 . Un total de 103 (76%) de estas denuncias corresponden a niñas y 13 casos (24 por ciento) a niños.

Las niñas enfrentan un riesgo cinco veces más alto que los niños de ser víctimas de  abuso sexual.

En la provincia de Buenos Aires entre 2014 y 2016 se registraron 12.663 casos de abuso sexual. El 83 por ciento de las denuncias corresponden a niñas y adolescentes mujeres

En el municipio de Quilmes se registraron 360 casos de abuso sexual, entre enero 2008 y octubre de 2014, según la Secretaría de Desarrollo Social local.

En el municipio Presidente Perón, una encuesta anónima (2004) aplicada a 1950 concurrentes, en su mayoría mujeres (97 por ciento) y docentes (95 por ciento) entre 19 y 59 años encontró que el 19 por ciento de las mujeres y el ocho por ciento de los varones refirieron haber sufrido episodios del abuso sexual, el 58 por ciento había sido de carácter intrafamiliar, el 38 por ciento extrafamiliar y el resto de ambos (Losada, 2012).

En la ciudad de Mercedes,  provincia de Corrientes, entre noviembre de 1998 y noviembre de 2002, sobre un total de 128 NNA de cero a nueve años víctimas de maltrato, 39 sufrieron abuso sexual (30 por ciento). El 85 por ciento fueron niñas y el 16 varones. (Seldes, Ziperovich, Viota y Leiva, citado por Losada, 2012).

En la provincia de Chaco, en el año 2015,  el hospital pediátrico recibió 146 casos de abuso sexual hacia NNA.

En la provincia de Formosa, en 2015, se registraron 143 denuncias de abuso sexual según la asesora de Menores de Poder Judicial de Formosa (Diario El Comercial, 2018)

En la provincia de Santa Fe, en 2015, el Centro de Asistencia a la Víctima y al testigo del delito de la Defensoría del Pueblo atendió 234 casos de maltrato hacia NNA. De ellos, 170 fueron niños, niñas y adolescentes (NNA), en el año 2015 se atendieron 58 (18 por ciento) casos de abuso sexual y seis (dos por ciento) casos de explotación y trata.

Las conductas que constituyen abuso sexual hacia Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) son:

-La utilización de NNA para la obtención de material pornográfico, aunque no haya contacto directo del adulto con su víctima.

– Tocar a NNA en sus genitales, zona anal y/o pechos, por encima o debajo de la ropa.

-Hacer que NNA toque al adulto en sus genitales, zona anal y/o pechos  por encima o por encima de la ropa.

-Contacto oral-genital del adulto a NNA.

– Contacto oral-genital del adulto NNA.

– Contacto genital del adulto sin penetración (frotamientos contra el cuerpo de NNA con el objetivo de lograr excitación sexual y eventualmente un orgasmo).

– Penetración vaginal y/o anal con dedos y/o objetos.

– Coito.

Por  supuesto que a los impactos de los abusos sexuales hacia niñas, niños  y adolescentes (NNA) debe agregarse el riesgo de embarazo y el embarazo forzado.

Lo que dejó claro el caso Fardin-Darthés para la sociedad argentina -y en especial para las nuevas generaciones- en su conjunto es que la violencia de género contra las mujeres es inaceptable, unánime, tremenda, hiriente y lacerante  y también plantea la reformulación de cómo establecer las relaciones y los vínculos  entre hombres y mujeres.

El médico psiquiatra Ghedin explicó que existen dos tipos de abusadores sexuales: los que son impulsivos y actúan sin programa previo -ejemplo: violadores que atacan a la víctima tomándola de sorpresa- y los que pergeñan la acción con conductas más complejas para enredar a la víctima.

"Todos son peligrosos, pero los que hacen uso de mecanismos sutiles de manipulación lo son más, porque la persona que ha caído en sus garras no sabe cómo actuar. Estos abusadores de "guante blanco" creen que poseen las habilidades suficientes para acallar a sus víctimas y que el poder, el dinero o la apariencia de "corrección social" son suficientes para que el hecho quede impune", concluyó.

 

abuso argentina violacion

Artículos Relacionados

Teclas de acceso