“Ser mujeres y jubiladas nos llevan a emprender fuertes luchas contra el patriarcado que nos oprime y el Estado y la sociedad que nos olvida”,  afirmó a AIM la presidenta del Centro de Jubilados y Pensionados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Juana Ávalos, quien aseguró: “Si bien el contexto para nosotras se presenta como algo distópico estamos en la calle defendiendo nuestros derechos”.

 

“Ser adulto mayor y ser mujer nos posiciona en un difícil lugar, entre la opresión del patriarcado y la marginalidad y el olvido al que nos empujan el Estado, las familias y, en definitiva, parte de la sociedad”, indicó Ávalos a esta Agencia.

Ante este escenario complejo donde el sexismo y utilitarismo comienzan a ser cuestionados, las jubiladas tienen dos desafíos muy importantes: “Uno pedagógico, enseñando que las personas no se deben medir por su fuerza de producción o capacidad de consumo; y, por otro lado, luchando, a la par, por nuestros derechos como mujeres  jubiladas, que queremos vivir dignamente y no estamos dispuestas a mendigar”.

“Estamos acá, luchando no solo para sobrevivir ante gobiernos que nos consideran la variable de ajuste, sino que, también, nuestras luchas son para las generaciones futuras defendiendo el sistema previsional, exigiendo mejores condiciones de vida, con una clara consciencia de clase y de género, porque soñamos por un mundo mejor”,  remarcó la referente entrerriana.

Las mujeres jubiladas “nos juntamos, planificamos y ejecutamos, porque queremos que paren los femicidios, luchamos contra la feminización de la pobreza y contra las estructuras que oprimen nuestros cuerpos y sexualidad, es decir, luchamos porque sabemos que somos políticas y no vamos a abandonar la calle, porque nos quieren tristes y vencidas y eso no pasará”.