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Cómo inspirar a los niños a hacer lo correcto

Los padres queremos educar a nuestros hijos para que siempre hagan lo correcto. Sin embargo, con demasiada frecuencia, y con el ánimo de criarlos en mejor forma en la que fuimos criados nosotros, simplemente hacemos lo contrario que recibimos de nuestros padres: si estos fueron muy rígidos, nosotros seremos laxos, si hubo demasiados regaños, nosotros seremos más flexibles y si nos consintieron en exceso, querremos ser un poco más disciplinados con nuestros hijos. Pero ¿es esto lo mejor para ellos?

La Dra. Dr. Laura Markham, PhD., Psicóloga Clínica, con doctorado de la Universidad de Columbia, describe en su artículo Cinco Formas de enseñar a su Hijo a Hacer lo que es Correcto, cómo aprenden los niños:

Con nuestro ejemplo. Cuando los niños ven que los adultos asumimos la responsabilidad, que nos disculpamos, que manejamos nuestras propias emociones para no gritarles, ellos aprenden a hacer lo mismo.

Con nuestra guía. Cuando hablamos con ellos sobre las decisiones que pueden tomar, los niños aprenden. ¿Debería mentir sobre su edad para obtener un precio de entrada más económico en el parque de diversiones? ¿Debería ayudar a pagar para reemplazar el juguete de su hermana que rompió? Debemos hablarles sobre el hecho de que vale la pena tomar decisiones éticas, incluso cuando nos cueste.

Con nuestros hábitos familiares. Cuando los niños se acostumbran a que tienen que “reparar” en lugar de recibir un castigo, automáticamente buscan mejorar las cosas después de una pelea con su hermano.

La Dra. Markham nos recomienda estas cinco acciones:


  1. Manténgase conectado. Apague su teléfono, olvídese de su trabajo y pase quince minutos estando completamente presente con su hijo, todos los días. Dentro de poco, su hijo “elegirá” cooperar mucho más.

  2. Establezca límites con empatía. Los límites enseñan a los niños lo que es correcto. La empatía hace que los límites sean aceptables para que sea más probable que su hijo los acepte.

  3. Dele apoyo. Si su hijo no cumple con sus expectativas, enséñele. Sabemos que lleva aproximadamente treinta días crear un nuevo hábito. Así que cada noche, por ejemplo, recuérdele dejar lista su maleta del colegio. Tenga en cuenta que la conexión debe ser positiva para que el niño quiera crear el hábito. Con el tiempo, su hijo a creará buenos hábitos que le durarán de por vida.

  4. Enséñele a su hijo a subsanar las relaciones cuando haya hecho daño. Enseña a tu hijo a reparar el daño causado. Primero ayúdelo a manejar su malestar y enojo, y luego él estará dispuesto a arreglarlo. Esta es una oportunidad de empoderamiento para él. Si sabemos que debemos arreglar algo, seremos más cuidadosos de comenzar un desastre. Por ejemplo, Si lo enseñas a limpiar su desastre después de jugar, eso lo hará tener más cuidado al hacer el lío para empezar.

  5. Ayúdele con sus emociones. Cuando los niños saben lo que es correcto, pero no lo hacen, es una señal de alerta que tienen emociones negativas. La única manera de deshacerse de estas emociones es reconocerlas, y una vez que él las identifique y le ofrezcamos comprensión, él podrá manejarlas. Aprenderá que reconociendo sus emociones tomará mejores decisiones.


Otra forma muy interesante de enseñar a los niños a hacer lo correcto, nos la describe Tim Elmore autor, conferencista y presidente de Growing Leaders, en su artículo Cómo inspirar a los Estudiantes a Hacer lo Correcto:

Continuamente les estamos diciendo a los estudiantes que deben hacer lo correcto. El problema es que ideas como “deberías” y “tendrías que” a menudo se sienten negativas. En otras ocasiones en nuestro afán de enseñar responsabilidad a nuestros hijos, utilizamos la motivación negativa del sentimiento de culpa. Cuando analizamos los resultados de nuestros intentos nos damos cuenta de que esto no siempre funciona.

Pasando de la Obligación a la Inspiración

Queremos que los niños hagan lo correcto y continuamente les estamos diciendo cosas como:

  • Deberías estudiar más en la escuela.

  • Es hora de la práctica del piano.

  • Necesito que hagas tus tareas.

  • Quiero que vayas a la iglesia con más regularidad.

  • Deberías hacer tu tarea antes de cenar.


Demasiado a menudo, estas frases caen en oídos sordos. Los jóvenes simplemente no responden a la motivación de sentir culpa como lo hicieron las generaciones pasadas. La obligación y el deber no son lo que solían ser. Entonces, ¿por qué no pasar de “obligación” a “inspiración”?

Nos relata Tim Elmore sobre un experimento realizado en el 2013 por el autor y profesor de comportamiento del consumidor, Brian Wansink para descubrir qué es lo que motiva mejor a los niños de hoy.

En la noche de Halloween, colocó una bandeja con manzanas al lado de un tazón con dulces. En medio de ellos, había un letrero que decía: “Deberías tomar una manzana”. La gran mayoría de los niños tomaron dulces. Sólo el nueve por ciento tomó una manzana. (Probablemente porque los padres estaban mirando). El resultado fue predecible: a los niños les encantan los dulces.

Sin embargo, más tarde el letrero fue cambiado y casi la mitad de los niños tomaron una manzana. Era una gran diferencia. Cinco veces más niños tomaron la fruta. ¿Qué decía el nuevo cartel? Simplemente:

“¿Qué comería Batman?”

En lugar de comunicar una obligación, el mensaje era acerca de inspiración. Era un llamamiento a la aspiración del niño: “Quiero ser como Batman”. Este es un acercamiento muy interesante sobre cómo podemos lograr que los niños hagan lo correcto por medio de la inspiración y no de la obligación.

En nuestra vida cotidiana, ¿qué pasaría si decidimos influir a través de la inspiración y no de la obligación?

En lugar de decirle a nuestros estudiantes que estudien más, qué pasaría si dijéramos: “¿Dónde crees que podrías estudiar si tuvieras una beca completa?”

En lugar de decirle a los niños que deben practicar su instrumento de manera responsable, podemos decir: “He visto grandes músicos y con la práctica, serías tan buenos como ellos.”

En lugar de obligar a los estudiantes a prepararse para una prueba en el aula, los maestros podrían decir: “Vamos a hacer esto divertido. Quiero que se ayuden unos a otros a prepararse para el examen.”

En lugar de decirle a su hijo que debe comer alimentos nutritivos, dígale: “Me encantaría que me acompañaras al supermercado y me ayudaras a seleccionar algunos alimentos saludables para nuestra familia.” El niño se sentirá mucho más comprometido y motivado a consumir alimentos saludables.

Podemos motivar a nuestros niños a actuar en forma correcta no solo con nuestro ejemplo, comprensión y empatía, sino inspirándolos para que persigan sus sueños y lleguen lejos.

Fuente: growingleaders.com

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