El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) rubricó un acuerdo de transferencia de tecnología con la Cooperativa Agrícola Ganadera y de Servicios Públicos Aranguren (Coopar), que se encarga de multiplicar y comercializar la semilla de Macacha Inta, en Argentina como en Paraguay, Uruguay, Chile, Brasil y Bolivia. La cooperativa multiplica y comercializa la semilla de colza del Inta, que tiene programas de mejoramiento genético de diversos cultivos.
El programa de mejoramiento de colza es nuevo, “y ha permitido la inscripción hace poco tiempo (2016) del primer cultivar de colza obtenido por Inta: Macacha Inta”, contó Lucrecia Gieco, del programa de mejoramiento de Trigo, Lino y Colza del Grupo Genética Mejoramiento y Biotecnología Vegetal de la Estación Experimental Agropecuaria Paraná del Inta. Dicha variedad ha sido testeada en distintos ambientes donde tiene influencia la Coopar demostrando estar a la par de las variedades de mayor difusión en la zona, haciendo siempre podio en rendimiento y calidad.
El objetivo del programa de mejoramiento de colza “es la obtención de cultivares con alto potencial de rendimiento, buena calidad industrial, resistencia a las principales enfermedades, y de amplia adaptación a las diferentes regiones agroecológicas de cultivo”, precisó la investigadora.
El programa se inició en el 2007: “En ese año se hicieron los primeros cruzamientos artificiales para generar variabilidad genética”.
En la EEA Paraná de INTA el grupo de trabajo Genética, Mejoramiento y Biotecnología Vegetal lleva adelante programas de mejoramiento en cuatro cultivos: “Trigo, soja, colza y lino. Los mejoradores son Héctor Milisich y Lucrecia Gieco en trigo, colza y lino e Ignacio Vicentin en soja. El trabajo en estos cultivos se realiza en conjunto con otras especialidades. En Biotecnología (Sergio Lassaga, María Gabriela Acosta y Victoria Bessone) se trabaja con marcadores moleculares para la selección de resistencia a enfermedades y calidad industrial y con cultivo de microsporas para la reducción del tiempo necesario para obtener nuevas variedades. En el Laboratorio de Calidad (Maricel Gallardo), se analizan y seleccionan los materiales según características de calidad y en el Laboratorio de Patología (Lorena Schutt) se realiza, mediante inoculaciones artificiales de los principales patógenos, la selección por resistencia genética a las principales enfermedades”.
También se realizan ensayos comparativos de rendimiento de las líneas estabilizadas del programa en otras localidades: Pergamino, Reconquista, Barrow y Miramar.
En mejoramiento genético los plazos son largos, ya que se inicia un ciclo de mejora con la generación de variabilidad genética, luego sigue la etapa de Endocría para obtener líneas puras y luego se evalúan en ensayos comparativos de rendimiento. Son entre ocho y diez años en forma convencional, que pueden ser acortados por cultivo en condiciones controladas o técnicas de laboratorio in vitro.
En ese marco, Gieco precisó que el programa de mejoramiento continúa, ya que cuentan “con líneas estabilizadas en evaluación, que pueden ser inscripta en el futuro para su comercialización. Y cada año se inicia un nuevo ciclo con la generación de variabilidad genética”.