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Salud y Bienestar
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Cuatro hábitos que roban tu energía a diario y te impiden rendir

No es un secreto que, en el mundo de hoy, la mayoría de la gente está sobrecargada de trabajo, comprometida en exceso y sobreestimulada. Esto, naturalmente, nos afecta a todos. No es nada destacable que muchas personas sientan que no tienen suficiente energía.

Malas costumbres que roban tu energía diariamente

Hay una cantidad de condiciones médicas que pueden hacerte sentir que no tienes energía, incluidos problemas físicos como son los problemas de tiroides, diabetes, problemas cardíacos o incluso depresión clínica diagnosticada. Pero para muchos de nosotros, estos no son la causa de nuestra falta de energía. Para muchos que abandonan el consultorio del médico, todavía les queda preguntarse por qué sienten que les resulta difícil superar el día a día y concluirlo en buenas condiciones.

Entonces, ¿qué es lo que está causando que te sientas agotado de toda tu energía, aún y cuando no has hecho mucho esfuerzo físico?


  1. Pensar que las cosas deberían desplegarse de una manera lineal


El camino del punto A hacia el punto B casi nunca es una línea recta. Nuestros cerebros están diseñados para unir información subconscientemente, que nunca podríamos comprender conscientemente.

Entonces, cuando tu objetivo, por ejemplo, sea escribir un libro, y pasas el tiempo leyendo ficción, viendo discursos en YouTube y escuchando tus álbumes favoritos, es fácil pensar rápidamente y juzgarte a ti mismo asumiendo que todo esto es una postergación.

Pero la verdad es que eres más inteligente de lo que crees que eres. Tu cerebro funciona de forma no lineal, y existe una correlación directa entre lo creativo que eres y lo poco lineal que piensas.

El pensamiento no lineal puede parecer esporádico al principio. Y cuando estableces un objetivo, tu cerebro generará sentimientos y deseos que te llevarán a realizar cualquier cantidad de actividades al azar. Pero en estas actividades encontrarás diferentes fuentes de aprendizaje, inspiración y estimulación que pueden, y con frecuencia lo hacen, afectar directa y dramáticamente tu progreso en tu objetivo creativo.

Entonces, no seas crítico contigo mismo cuando mires hacia atrás en tu espejo retrovisor psicológico y no veas una línea recta, y no te sientas decepcionado.

El camino que has tomado es tu camino por una razón: Usar lo que has aprendido. Lo más probable es que, si te tomas el tiempo para reflexionar e integrar, tienes todo lo que necesitas para llegar al punto B más rápido de lo que piensas.

Conclusión: abandona el pensamiento lineal y deja que los puntos se conecten entre sí. Concéntrate y sigue tus sentimientos hasta tu destino sin adelantarte, al menos no de manera lineal.

  1. Tomar el mismo tren que todos


No hay una forma correcta de vivir la vida. No hay una moral absoluta ya que no todos tienen la suerte de criarse en una casa lo suficientemente abierta como para permitir este tipo de aceptación radical.

La mayoría de nosotros cae en la trampa de pensar que hay una lista de cosas que podemos y debemos hacer con nuestras vidas.

Ir al colegio.

Ser justos.

Hacer amigos.

Sacar buenas notas.

Conseguir un buen trabajo.

Enamorarse.

Comprar una casa.

Tener hijos.

Jubilarse lo antes posible.

Tratar de no quedarse en ninguna de las fases de transición.

Y cruzar los dedos para estar satisfecho al final del viaje.

Y existen muchísimas más…

Este tipo de narrativa cultural no deja mucho espacio para cosas como la creatividad, los viajes o la experimentación, en sí, para improvisar la vida.

Y, finalmente, cualquiera que sea lo suficientemente serio como para vivir una vida extraordinaria y creativa se da cuenta de que uno necesita bajarse del tren y tomar el camino menos transitado.

¿Pero, y luego qué?

No hay señales en este territorio inexplorado. Debes tener claros tus valores y definir tu propio ideal de éxito y esforzarte por crear una vida lo más cercana posible a dicho ideal.

Tienes que usar tus miedos como tu brújula. Al darte cuenta de que, al final del día, eres tú el que debe estar contento con tus elecciones. Sí, renunciar al tren puede ser aterrador, pero cuando lo haces, también puede ser tremendamente enriquecedor. Como escribió una vez el filósofo Søren Kierkegaard: “La ansiedad es el mareo de la libertad”.

Conclusión: renuncia al tren, toma el camino menos transitado, predica con el ejemplo y disfruta del mareo de la libertad.

  1. Pensar a una escala tan grande que te paraliza


Muchos consejos en estos días nos dicen que debemos pensar en grande, más grande que cualquiera que haya venido antes que nosotros.

El problema con esto es que cuanto más grande es el sueño, más pesada es la presión que sentimos y más densa es nuestra resistencia a dar los pequeños pasos para crear ese sueño. Porque el primer paso en ese viaje siempre se siente más grande en nuestros corazones que en la realidad.

No hay escasez en el mundo de los soñadores que se sientan quietos imaginando su castillo en el cielo y nunca dan el primer paso para construirlo.

Es por eso que es importante que después de crear tu gran sueño audaz, pienses y actúes en pequeña escala, muy pequeña. De esta forma, podrás generar un impulso positivo a través de los pequeños logros que te motivarán día a día. Entonces tus acciones diarias crecerán, y lo que logres en un solo día sombreará el alcance de los grandes sueños que alguna vez tuviste.

Entonces sí, sueña en grande; ten visiones que se extiendan sobre el horizonte, pero piensa en trozos pequeños y toma pequeñas acciones consistentemente. Tu castillo se construye un ladrillo a la vez, y si pasas todo el tiempo pensando qué tan grande y grandioso será, nunca podrás caminar sobre él.

Conclusión: renuncia a pensar en grande y en cambio actúa de manera pequeña pero consistente. De esta manera crearás un impulso positivo que te transportará audaz y rápidamente a través de los días entre el presente y tu gran sueño.

  1. Buscar garantías


No existe tal cosa como las garantías en esta vida, nada es seguro. No hay garantía para el mañana y tampoco hay victoria garantizada.

Por eso no deberías motivarte por la creencia de que tu esfuerzo en algo te garantiza una recompensa, o un resultado favorable., porque si lo haces, te arriesgas a dejar de crear cuando llegue el día (y lo hará) en que trabajes en algo y no pase nada en respuesta a ello.

Tienes que renunciar a tus garantías y crear por la alegría del proceso en sí, sin pensar en los frutos de tus trabajos.

Honra el proceso de la creación y reconoce tu resultado solo como parte del proceso mismo, sin esperar a que nada suceda después de hacerlo.

Una vez hecho esto, disfrutarás creando por la alegría del arte en sí mismo y descubrirás con frecuencia y cuando menos lo esperes, que algo que hiciste hace meses es lo que precisamente te dará la recompensa y el resultado que te estabas garantizando.

Conclusión: renuncia a las garantías y crea por la alegría del proceso en sí, y cuando lo hagas, grandes resultados se darán por sí solos.

Expande tu pensamiento creativo

Ya sea que inviertas menos energía en los lugares en los que no deberías invertirla, o aumentes tu energía creativa en general, el punto de este juego es generar más poder creativo y manejarlo para desarrollar una mejor vida.

Por Dayerlin Sosa López para lavidalucida.com/

energía malos habitos

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