El Fondo Monetario Internacional (FMI) quiere que el próximo gobierno de la Argentina continúe manteniendo la pauta de déficit fiscal cero y una estricta política monetaria, con el fin de evitar el desborde inflacionario.

Así lo aseguraron fuentes del gabinete económico después de las reuniones que la delegación argentina mantuvo en Washington con la cúpula del FMI y también con funcionarios del Banco Mundial y otros organismos multilaterales en el transcurso de la semana anterior.

Según las mismas fuentes, el mensaje que recibieron los funcionarios argentinos es que el FMI no “dará un cheque en blanco para que la Argentina vuelva al déficit fiscal y a la emisión monetaria como herramientas centrales de la política económica”.

En el ministerio de Hacienda admitieron que en la cúpula del organismo multilateral existe una importante dosis de “desconfianza” en cuanto a determinados aspectos de la política económica que podría implementar el kirchnerismo en caso de ser gobierno de nuevo.

Los mismos funcionarios resaltan que si la gestión de Mauricio Macri fuera reelecta habría un nivel de diálogo más fluido para llegar a una renegociación con el FMI, que podría desembocar en un acuerdo de facilidades extendidas.

“En la cúpula del FMI y en distintos sectores de bancos de inversión hay muchas dudas y bastante temor sobre lo que podría hacer un eventual gobierno de la oposición en cuanto a la política fiscal y monetaria del país, que ellos consideran esencial para cerrar cualquier nuevo acuerdo”, comentó otro de los funcionarios consultados.

Por lo pronto, hace apenas unos días el FMI reiteró en forma oficial su apoyo al programa económico y al plan monetario del gobierno argentino, al tiempo que aclaró que aguarda la resolución de las elecciones nacionales para tener una “mejor visibilidad” de las políticas fiscales de las autoridades electas.

Ese fue un mensaje de renovado respaldo al actual gobierno y se concretó después de los encuentros que mantuvieron el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza y el titular del Banco Central, Guido Sandleris, con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, el subdirector David Lipton y el director del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner.

Georgieva expresó que “reiteré nuestro fuerte compromiso de ayudar a Argentina y nuestro apoyo a las políticas que allanan el camino para una mayor estabilidad y un crecimiento inclusivo y duradero”.

Más tarde, Werner fue contundente al enfatizar que “cuando haya un gobierno electo, esperaremos una propuesta de políticas públicas y fiscales para evaluarlas de manera integral y poder dar una respuesta sobre la sostenibilidad del programa económico”.

Werner agregó, a modo de advertencia, que “el programa continúa, es prematuro hablar o hacer una evaluación tan tajante sobre si el programa funciona o no. A esta altura es temprano entrar en este tipo de cuestiones”.