La selva del Amazonas es el hábitat de una especie de palmera muy particular. Su nombre científico es Socratea exorrhiza, aunque es más conocida por su sobrenombre, "El árbol que camina".
Características generales de "El árbol que camina"
Este particular ejemplar, perteneciente a la familia de las palmeras (Arecaceae) es nativa de las selvas de América del Sur y América Central. Comúnmente, puede medir entre 15-20 metros de alto y unos 12 centímetros de diámetro. La particularidad de este ejemplar es que posee raíces aéreas, aunque la función de las mismas todavía está en discusión.
Entre sus depredadores, encontramos al pecarí barbiblanco, el cual se alimenta en gran medida de las semillas de esta palmera, siendo muy importante para regular la población.
Por otro lado, los troncos de S. exhorriza es muy utilizada en la construcción de casas y lanzas de caza. Se dice también que las raíces pueden hervirse para hacer un té muy bueno contra la hepatitis. En cuanto a los frutos, solamente los amarillos son comestibles.
¿Cómo hace Socratea exhorriza para "caminar"?
Hacia finales del año 2015, el biólogo y periodista científico Karl Gruber viajó al Parque Nacional Sumaco Napo-Galeras, en Ecuador, con el objetivo de investigar acerca de esta especie. En su reportaje, afirma que la palmera puede desplazarse más de 20 metros al año. Esto sucede cuando el suelo en el que se encuentra la palmera se erosiona o es derribada por otro árbol. En ese momento, Socratea exorrhiza forma nuevas raíces aéreas que alcanzan zonas adyacentes más estables y deja pudrir las originales. De este modo, si tras varios meses volvemos al lugar ya no encontraremos la palmera en el mismo sitio.
Socratea exhorriza, el árbol que camina, ¿real o un simple mito?
Parecería ser que, a pesar de los estudios que demuestran este extraño comportamiento, esta especie de palmera, sigue todavía sujeta a controversias. Como se mencionó anteriormente, todavía se desconoce la verdadera función de las raíces aéreas que posee esta planta.
Sin embargo, algunos científicos postulan que estas raíces son únicamente una adaptación de la palmera para vivir en las zonas pantanosas de la selva, por lo que el hecho de que camine no es más que un mito. Otros científicos apoyan la teoría de Gruber y sugieren que el desplazamiento es una estrategia que usa cuando otro árbol le cae encima y le permite buscar lugares más seguros. Incluso, se ha propuesto que la palmera sea capaz de buscar emplazamientos ricos en nutrientes, como aquellos en los que hay troncos podridos.
Si bien encontramos estudios que postulan que Socratea exorrhiza es, efectivamente, el árbol que camina, también encontramos otros estudios que sugieren que es solo un mito. La respuesta está todavía inconclusa para la comunidad científica y las aguas están bien abiertas. Quizás resulte un poco extraño hablar de un árbol que camina, pero la naturaleza, sin duda, siempre se encarga de sorprendernos día a día.
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