El Banco Central debe bregar dos ruedas más. Por eso volvió a subir las tasas de interés, apostó a los mercados de futuro y le pidió a la banca oficial que venda billetes en momentos clave de la rueda. Con este combo, logró que el dólar mayorista con negocios por 749 millones de dólares -un volumen normal- subiera apenas 24 centavos y cierre en 45,59 luego de rozar 45,80. En Bancos y casas de cambio, donde opera el público, el alza de la divisa fue de 32 centavos y terminó en 46,48 pesos.

En un mundo alborotado y que teme a la recesión generalizada y a la crisis de países emergentes, porque sus monedas devaluadas están haciendo que crezca el impacto de las deudas sobre el tamaño de su economía, el comportamiento del dólar dejó más que satisfecho a los funcionarios del Banco Central. Si repiten el comportamiento el jueves y viernes, tienen la mitad de la misión cumplida, porque la divisa es uno de los grandes aliados no políticos para lograr un buen resultado en las primarias del domingo, donde todo indica que habrá un elevado porcentaje de votantes.

El resultado de la elección, será la que definirá el destino del dólar y de la inflación la semana que viene. También estará en juego el valor de los bonos de la deuda y el riesgo país.

Las Paso serán el primer termómetro para medir a que distancia está la Argentina de un default en 2020. Un buen resultado para el Gobierno puede bajar el riesgo país y hacer que mejoren las chances de conseguir financiamiento para renovar la deuda que vence el año próximo.

Los inversores han desistido de toda lógica. Están caminando por una cornisa estrecha y los datos del mercado indican que las opiniones son benignas para el Gobierno. La cotización del dólar muestra a gente tranquila y el Índice de Riesgo País se mantiene en valores altos pero estables. Esto significa que hay muchos que mantienen sus posiciones en bonos de la deuda, por los exagerados rendimientos que ofrecen.

De hecho, el Índice de Riesgo País subió apenas 0,11 por ciento, a 897 puntos básicos. La mayor responsabilidad de este movimiento la tuvo la fuerte suba de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. El de 10 años bajó su rendimiento a tan solo 1,68 por ciento anual. A su vez, los bonos locales, en particular el Bonar 2024 que es referencia de la deuda argentina, tuvieron bajas de 0,68 por ciento que acompañaron el retroceso del dólar.

Cabe destacar que la divisa de Estados Unidos se impuso a las seis principales monedas del mundo en 0,04 por ciento, aunque cayó frente al euro. Al peso argentino no le fue bien en comparación al resto de las divisas de la región ya que en Chile el dólar tuvo una leve caída y quedó sin cambios en Brasil. En el único lugar donde la moneda norteamericana logró un alza contundente fue en México (0,38 por ciento).

La otra cara de la crisis es el derrumbe del petróleo. El Brent que es referencia en Europa y Argentina cayó 4,32 por ciento y en lo que va de la semana pierde 12 por ciento. Otro síntoma que presagia una caída de la actividad del mundo, a la que Donald Trump minimizó al tiempo que auguró que las Bolsas norteamericanas después de esta guerra comercial y de monedas, van a tener los años más brillantes.

Por supuesto, en la Bolsa de Buenos aires el impacto se vivió con una caída de 0,89 por ciento del S&P Merval, el índice de las acciones líderes. Los negocios fueron esta vez más elevados porque hay inversores que están saliendo decididamente. Los papeles más afectados fueron los de los bancos y de las empresas de energía.

El tuit de Donald Trump, que se conoció cuando casi terminaba la rueda en Estados Unidos, inquietó al mundo y no dejó un buen clima para el jueves. El presidente norteamericano le pidió a la Reserva Federal una nueva baja de las tasas en la próxima reunión de setiembre.

Resta ver cómo impactará en la Argentina, donde el Gobierno está sensible por las elecciones del domingo. Nunca la suerte de un presidente estuvo tan atada a lo que sucede en el exterior. Casi siempre las crisis locales, hicieron olvidar lo que sucedía en el mundo.