Un presunto terrorista fue abatido anoche por la policía en pleno centro de París después de haber asesinado a una persona con un cuchillo y herido a otras cuatro que circulaban por el popular barrio de la Ópera, en un ataque reinvindicado por Estado Islámico (EI).

El agresor gritó "Allahu Akbar" (Dios es grande) en el momento de atacar a los peatones que circulaban por la rue Monsigny en un sector extremadamente concurrido, a 300 metros de la Plaza de la Ópera, donde hay numerosos bares, restaurantes y teatros que a esa hora -pocos minutos antes de las 21- estaban colmados de público.

Después de agredir a las primeras víctimas, el atacante se precipitó sobre un grupo de policías y logró herir a uno de ellos, antes de ser abatido por otro miembro de las fuerzas del orden.

"Poco antes de las nueve, vimos a personas abalanzarse adentro del restaurante gritando que un hombre estaba afuera con un cuchillo ensangrentado", dijo al diario Le Parisien un testigo de los hechos, Laurent, que cenaba en un local japonés junto con su novial.

"Esta noche, nuestra ciudad ha sido herida", reaccionó la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que se trasladó inmediatamente al lugar donde se produjo la agresión.

Un testigo de unos 25 años, que acudió al lugar de los hechos al escuchar gritos y un disparo, ayudó a socorrer a una mujer de unos 60 años que presentaba una herida en la garganta y otra en el pecho.

Dos de los heridos se encontraban en estado grave y fueron trasladados "en urgencia absoluta" a un hospital, donde su estado era considerado "extremadamente grave", precisó el director de gabinete de la Prefectura de Policía, Pierre Gaudin. Los otros dos agredidos sufrieron heridas leves y cuatro personas debieron ser hospitalizadas con un fuerte shock emocional.

Al mismo tiempo se instaló una célula psicológica para atender a los testigos que resultaron conmocionados por el episodio.

Anoche, el agresor aún no había sido identificado, pues no tenía documentos de identidad en su poder, indicó el representante sindical de la policía, Yves Lefebvre. El agresor, que parecía de unos 20 años, llevaba barba y cabellos largos y estaba íntegramente vestido de negro.

El procurador de la república, François Molins, confirmó que numerosos testigos habían escuchado al agresor gritar la tradicional fórmula islamista "Allahu Akbar". El modus operandi, así como diversos testimonios y otras características del episodio, lo indujo a calificar la agresión de "ataque terrorista".

Por lo tanto, decidió confiar la investigación a la sección antiterrorista de la Fiscalía de París, precisó Molins, en una intervención que duró menos de tres minutos.

Mientras se esperaba confirmación oficial, la mayoría de los especialistas afirmaron que la agresión tenía todas las características de los llamados "ataques low cost". Es decir, un ataque terrorista con los medios al alcance. En este caso, un simple cuchillo, arma disponible en cualquier casa.

El presidente francés, Emmanuel Macron , que se encuentra descansando en la residencia oficial de Fort Bregançon, en el sur del país, publicó un mensaje en Twitter, donde afirmó que "Francia paga una vez más el precio de la sangre" y envió sus condolencias a los heridos y a sus familiares.

A medianoche, el grupo jihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado a través de sus medios habituales de propaganda. Los expertos en cuestiones terroristas advirtieron, sin embargo, que era preciso tomar esa información con cautela ya que el grupo islamista suele atribuirse esos ataques.

Según la agencia Amaq, que responde a los jihadistas, el agresor era "un soldado del Estado Islámico y la operación se llevó a cabo en respuesta a los llamados a tomar como objetivo a los Estados de la coalición". Francia forma parte de la coalición militar que interviene en Siria e Irak contra EI.