Mientras alimentos como el aceite treparon hasta un 600 por ciento en la era Macri, los sueldos del sector registrado tuvieron un alza del 130. Las jubilaciones también quedaron muy atrás de los precios: se incrementaron 149 por ciento. Los servicios como luz, se dispararon un 3500 y el transporte un 600.

"El que vote por el bolsillo debería votar por Macri; con el kirchnerismo va a estar peor que ahora". La frase la dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, a sólo cinco meses de que concluya la gestión de Mauricio Macri.

Pero ¿qué dicen los números? minutouno.com hizo un repaso de los aumentos de los alimentos básicos, servicios y transportes versus los salarios y las jubilaciones en los últimos tres años y medio. Y las cifras son contundentes.

El "bolsillo" del trabajador argentino sufrió en 2018 un año catastrófico y este 2019 arrancó igual de letal. Los alimentos básicos, en promedio, subieron desde diciembre de 2015 a la fecha un 224,6 por ciento. Los salarios registrados del sector privado crecieron sólo un 130 por ciento y las jubilaciones un 149 por ciento. Es decir, la mitad de lo que se encarecieron los productos de la canasta básica.

Pero hubo casos como el del aceite que se dispararon un 600 por ciento. Una botella de 1,5 litros de aceite de girasol de una primera marca pasó de valer en diciembre de 2015 11,20 a 67  pesos en la actualidad, es decir, siete veces más que hace tres años y medio.

Esto se debió a varias razones, entre ellas, a la política de Mauricio Macri de quitar las retenciones al campo a lo que se sumó la megadevaluación del dólar, y factores externos como las sequías en Estados Unidos y Europa que hicieron subir la cotización de los granos en el mercado de Chicago, por un lado, y generaron mayor demanda de la Argentina, por otro, lo que combinado disparó los precios de los aceites y la harina.

El kilo de harina de trigo común subió un 364 por ciento. Costaba 7,15 los primeros días de diciembre de 2015 y en la fecha se consigue en las góndolas a no menos de 33,20.

De acuerdo a los datos del Ministerio de Trabajo, el índice Sipa registró para febrero de 2016 un salario promedio de los trabajadores registrados del sector privado de 12.877 pesos, en bruto, mientras que en febrero de 2019, último dato oficial disponible, es de 29.617, siempre en bruto, sin los descuentos laborales. Es decir, un alza del 129 por ciento.

En el caso de las jubilaciones, el gobierno de Cristina Kirchner dejó un haber de 4.299 pesos y al día de hoy los abuelos cobran 10.410, un 149 por ciento más.

Y si el ocular reposa sobre los servicios como la luz, las alzas son disparatadas: la energía aumentó un 3500 por ciento mientras que el gas trepó entre un 10000 y un 4500 por ciento, según los diferentes lugares de residencia, siempre en la provincia de Buenos Aires.

En el caso del transporte público, el boleto del tren Roca se disparó un 670 por ciento, es decir, aumentó casi ocho veces más en apenas tres años. El pasaje mínimo de colectivo subió un 450 por ciento y el subte un 322.

En cuanto a la inflación, salvo en 2017, el resto de los años perdieron siempre los salarios frente a la suba de precios. En 2018, el costo de vida fue del 47,6 por ciento según el Indec y los sueldos aumentaron 29 por ciento, es decir, perdieron 18 puntos. Lo mismo pasó con las jubilaciones, que quedaron 20 puntos por debajo de la inflación.