El invierno, indiferente a los berrinches de unos y a las sonrisas de otros, se acerca inexorablemente y el frío, su aliado, nos pone frente a una decisión: qué fuente de calefacción conviene adoptar para soportar las bajas temperaturas.
Productos calefactores, radiadores o estufas a gas– son de solución fácil. Sin embargo, ninguno de ellos es el más eficiente. Como en años anteriores, los aires acondicionados y las estufas cerradas lideran ese ranking.
Una consultora presentó un comparativo de 12 opciones ordenadas según lo que cuesta por mes calefaccionar un espacio de 30 metros cuadrados durante 24 horas. Para ello se considera un consumo de energía de 270 kWh por mes, equivalente a 232.173 kcal.
En materia de costos, las cuentas dan como líder al aire acondicionado "split". De cerca lo sigue la leña en caldera o estufas cerradas. El gas líquido licuado está a mitad de tabla mientras que las opciones menos económicas son los paneles eléctricos
Para los que optan por la leña como fuente de calor las estufas cerradas son la mejor opción. Los más tradicionalistas que aún se vuelcan por las estufas u hogares, tienen que saber que ese pintoresco ritual de ver el fuego tiene un costo elevado.
La diferencia está justamente en eso: el rendimiento. Mientras que la estufa cerrada aprovecha el 75 por ciento del calor que genera para calefaccionar un ambiente, la estufa abierta desperdicia un 70 por ciento de calor, que en gran parte se escapa por la chimenea. En el caso de los paneles eléctricos el rendimiento es del 100 por ciento y en los aires acondicionados alcanza el 280 por ciento, ya que aprovechan la energía del ambiente exterior.