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Política
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Imperio, Estado, usura

En su Historia de la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill dice que la libertad viaja detrás de los cañones de la flota británica. Detrás de los cañones están al menos el capitalismo industrial y el financiero, que pagan barcos, cañones, marineros, capitanes, historiadores y primeros ministros; delante los pueblos que recibirán los cañonazos; pero es una diferencia de orientación, nada más: a la larga todos moriremos.

Churchil dijo que la libertad viaja detrás de los cañones de la flota británica.
Churchil dijo que la libertad viaja detrás de los cañones de la flota británica.

Con frecuencia, los comerciantes británicos afincados en cualquier punto del mundo, ante cualquier impedimento pedían el Foreing Office que "enviara un buque" para poner en vereda a los nativos. Si el pedido era desoído o meramente su cumplimiento demoraba, había sumarios y despidos para los negligentes. Estaba clarísimo que la función principal de la Royal Navy era respaldar la aventura comercial, que tenía prioridad absoluta.

Más concreto que Churhill, H.Ferns en su obra sobre las relaciones de la Argentina y la Gran Bretaña en el siglo XIX, dice que se trata de un capítulo de la "aventura comercial británica". Su propio país, Canadá, era un punto amplio, frío y distante, poco atractivo, de semejante aventura. Ferns considera con admiración la energía británica para establecer y sostener un imperio comercial, no se hace ilusiones sobre la libertad y expone sin problemas la corrupción que Inglaterra promovió en la Argentina para conseguir sus fines.

Hace ver que Rivadavia, Alvear y tantos otros eran agentes a sueldo del Imperio y pone al descubierto sus maniobras, los "sobres" que corrían generosamente, las dádivas, los puntos débiles de las personalidades a ser "tocadas".

Alvear le pidió a Inglaterra mandar un ejército que nos sojuzgue y establecer un gobierno inglés en estas tierras. Inglaterra desestimó el pedido porque ya había logrado lo que quería: con los rivadavianos y sus sucesores en el gobierno por mucho tiempo, tenía asegurado el comercio y no quería gastos improductivos.

Rudyard Kipling, inglés nacido en la India, de la que tomó algunos elementos folklóricos para ilustrar su idea imperial, decía que la "carga del hombre blanco" era civilizar a los demás hombres. La idea envolvía el racismo, se fundaba en el concepto de superioridad blanca, entendía que la civilización era una cuestión europea y puerilmente creía que la India, cuya civilización es en muchos aspectos muy superior a la inglesa y a cualquiera otra occidental, debía ser "civilizada". Los ingleses les cortaron los dedos a las tejedoras indias, mucho más eficientes que las de Manchester, para eliminar su competencia. Esta mutilación era parte de la "aventura comercial" y una muestra práctica de "civilización".

Hitler admiraba sin vueltas el dominio inglés en la India. Entendía que una dominación impuesta por tan pocos hombres sobre tantos era una obra soberbia, que él se disponía a imitar a favor de Alemania. Entre los países que serían la "India germana" estaba Sudamérica. Sus agentes trazaron mapas de Sudamérica bajo dominio nazi. Aparece una consideración especial para el imperio español, porque con nombres alemanes los territorios son casi los mismos que los antiguos virreinatos. Los países actuales no existirían más.

El Führer tenía un problema: los judíos en Sudamérica. Sus enviados le informaron de manera sorprendente que la población sudamericana, a partir de la conquista española, era casi toda judía. Quizá era una preparación para una matanza extraordinaria que permitiera a los nazis repoblar Sudamérica a su gusto, con la gente de su preferencia.

Los especialistas definen

El imperialismo es una doctrina política que pretende situar por encima de otros Estados o comunidades al propio. El imperialismo moderno suele referirse a la actitud de algunas potencias, principalmente europeas, desde la Edad Moderna hasta el proceso de descolonización tras la Segunda Guerra Mundial

El imperialismo es la práctica de dominación empleada por las naciones o pueblos poderosos para ampliar y mantener su control o influencia sobre naciones o pueblos más débiles; aunque algunos especialistas suelen utilizar este término de forma más específica para referirse únicamente a la expansión económica de los estados capitalistas, otros eruditos lo reservan para caracterizar la expansión de Europa que tuvo lugar después de 1870.

La preponderancia económica de los EEUU, conlleva además un predominio cultural, encabezado por industrias del entretenimiento como la cinematográfica y la musical. Este dominio económico-cultural, unido a la publicidad y en el consumo, se ha valorado por algunos sectores ideológicos como un tipo de colonialismo cultural.

Darwinismo social: (Las potencias imperialistas) tras conocer las recientes teorías de Darwin sobre la evolución de las especies por selección natural, sostenían que, al igual que las distintas especies o razas, las sociedades más avanzadas tenían derecho a imponerse y a seguir creciendo aunque fuera a costa de las más inferiores o retrasadas.

Algunos políticos quieren hacer olvidar rápidamente sus derrotas consiguiendo nuevos territorios. Allí donde se tenga un predominio político se tendrá el predominio de los productos, un predominio económico.

Justificaciones del imperialismo

Las naciones dominan a otras para expandir su economía, obtener materia prima, mano de obra, o para dar salida a los excedentes de capital.

Los estados tienden a expandirse por ambición de poder, prestigio, seguridad y ventajas diplomáticas respecto a otros estados.

Los países se ven impulsados a expandir su influencia para a su vez expandir sus valores políticos, culturales y religiosos, a su vez los países son beneficiados con paz, seguridad y prosperidad. (Esta idea se vincula con los imperios denominados "Pax": Pax Romana, Pax Britannica, etc.

Los países con estándares religiosos solían expandir su influencia por países cercanos a este para así propagar su religión. Se habla de «religiones» para hacer referencia a formas específicas de manifestación del fenómeno religioso, compartidas por los diferentes grupos humanos. Hay religiones que están organizadas de formas más o menos rígidas, mientras que otras carecen de estructura formal y están integradas en las tradiciones culturales de la sociedad o etnia en la que se practican.

Confesión de parte

Se puede leer en "El Imperio del banano", de los estadounidenses Barnes, Kepnes y Soothill: "La más interesante manifestación del imperialismo contemporáneo es, para los estadounidenses, la expansión del capital estadounidense y del poder colonial más allá de las fronteras originales de los EE. UU. (...) Fundados como una fase del primer gran período del imperialismo y de la colonización, hemos sido siempre un país imperialista desde el punto de vista del desarrollo del control sobre nuevas regiones y de la subyugación de pueblos inferiores.(...) Alrededor de 1890 acabábamos de pasar por las más importantes fases de la Revolución industrial, disponíamos por primera vez de capital y teníamos una necesidad creciente de mercados extranjeros. (...) Es natural que ante todo nos volviésemos a América Latina, justificando nuestra acción en la retórica oficial con el pretexto de la defensa de la justicia humana, pero sin dejar de aumentar las facilidades para inversiones, y sin dejar de adquirir en condiciones favorables los valiosos recursos de las tierras ocupadas. (...) Hemos estimulado a Santo Domingo, Nicaragua, Haití y El Salvador a pagar sus deudas a países extranjeros por medio de empréstitos estadounidenses, y luego hemos establecido en estos países interventores de aduana para asegurar el cobro de estos empréstitos. Para proteger a los extranjeros, mantener el orden y defender a nuestros inversionistas, hemos establecido gobiernos militares en Cuba, Haití, Santo Domingo y Nicaragua.(...)"

Podríamos pensar que a confesión de parte, relevo de prueba; pero es claro que los autores "no representan los puntos de vista del gobierno de los Estados Unidos", ni menos de los banqueros de ninguna parte del mundo, que no quieren pasar el frente y prefieren por ahora las sombras discretas, o según Pedro Aguer, los paraísos artificiales del Caribe con una carga suplementaria de enfermedades infecciosas de transmisión sexual (no hay paraíso aquí abajo, no para banqueros; pero eso se debe a que contrariando el Evangelio, hacen tesoro en tierra).

De todos modos, los puntos de vista reservados del gobierno de los Estados Unidos han tenido una divulgación inesperada grancias a Julian Assange y wikeleaks. Ahora no necesitamos escuchar a Hilary ni a Barack, con leer sus cartitas alcanza.

Explotación sin límites para nosotros solos

El ministro de Economía del Proceso, José Alfredo Martínez de Hoz dijo que nunca la cuestión de las materias primas debe ser una limitante para la actividad económica. Es decir, la explotación de la tierra no debe tener límites, ni morales ni políticos ni de ninguna clase. El punto de vista de Joe reproducía en la colonia el de sus amos en la metrópolis: el Departamento de Estado entendió que el crecimiento de la población en los países del tercer mundo era "un asunto de máxima importancia" para la provisión futura de materias primas para los Estados Unidos. Si crecía demasiado la población pobre del mundo, consumiría una parte importante de las reservas que por Destino Manifiesto son norteamericanas.

Era preciso controlar la natalidad de los pobres de los países del Tercer Mundo para ahorrar recursos y materias primas que potencialmente serían utilizados por los Estados Unidos.

Como los Estados Unidos son "una potencia moral", deben "minimizar las acusaciones de actitud imperialista" (palabras de Kissinger) detrás de su apoyo "a favor de las actividades demográficas", afirmando repetidamente que dicho apoyo se deriva de una preocupación por: a) El derecho del individuo a determinar libre y responsablemente el número y el espaciamiento de sus hijos. b) El desarrollo fundamental, social y económico de los países pobres.

Esta nota del departamento de Estado parece cínica, pero hay que recordar que está dirigida a una minoría ínfima que estaba en el secreto. Contiene un "núcleo duro" que es la finalidad de limitar la cantidad de consumidores de recursos en países pobres, por la guerra, la esterilización forzada, el hambre o como sea, y una "envoltura blanda". Esta envoltura instruye sobre qué decir al gran número de ciudadanos, a los que no se les debe ocurrir nunca penetrar los secretos políticos ni intervenir en la toma de decisiones.

Su función es asentir y consentir, desinformados de que los Estados Unidos se proponen preservar los derechos de los pobres del extranjero y permitirles decidir su estructura familiar.

En realidad la nota desclasificada es toda ella una "envoltura blanda" porque el núcleo duro dentro de otro núcleo duro es la inspiración de estas normas en las necesidades propias del capital financiero, a cuyo servicio está el Departamento de Estado como antaño la Royal Navy de los comerciantes ingleses por el mundo.

La finalidad, plenamente conseguida, es que los pobres se mantengan pobres o aumenten su pobreza, lo que no les permitirá consumir demasiados recursos. Y las adolescentes de los países periféricos reciben "vacunas" que tienen la doble función de defenderlas de algunas enfermedades y de esterilizarlas. Sin que ellas lo sepan, el imperio está defendiendo su derecho a "espaciar los nacimientos" expresión que significa aunque parezca lejana "defender recursos naturales para los Estados Unidos". Ahora la India y la China se han escapado de las manos y están consumiendo ellas también recursos norteamericanos.

Este tipo de documentos, desclasificados a los 50 años, son conocidos en todo el mundo gracias a la divulgación que comenzó Noam Chomsky, que por publicarlos fue considerado "una mente enferma" por agentes que sí expresaban los puntos de vista del gobierno, y por Assange ahora, que es "un maníaco" reclamado para mandarlo a la silla eléctrica.

Imperios por siempre

Imperios ha habido en toda época. Son la hipertrofia de los estados nacionales debido a un colapso que terminará matándolos. Así los considera Toynbee, que da para Roma la batalla de Cannas como el colapso que dio frutos siglos después. En Cannas Aníbal Barca mató 100.000 romanos, entre ellos la flor y nata de la nobleza. Obligó a importar esclavos de todo el orbe romano para reemplazar a las plantaciones devastadas. Con ellos se cambió totalmente la cultura campesina de Italia y se formó un estado que debió enfrentar continuas revueltas como la de Espartaco. El estado creció porque además el impulso a extenderse se vuelve una necesidad llegado a este punto. Finalmente, en la época de Augusto era una enormidad que poco después comenzó a languidecer bajo su propio peso hasta ser presa del proletariado interno, cristiano, y del proletariado externo, bárbaro.

Este esquema vale para Toynbee para todos los imperios, incluido el Británico, sobre el que derrama algunas lágrimas y siempre mira con los ojos positivos y benevolentes. El mismo era empleado del Imperio y debía rendirle servicios.

Los imperios son formaciones sociales complejas, no idelologías que quisieran imponer un estado de cosas considerado razonable. El imperio existe como estado hipertrófico desequilibrado, desbalanceado, hecho para crecer sin medida hasta literalmente estallar en pedazos. Las condiciones en que nuestro mundo puede sufrir un episodio de este tipo se vienen reiterando desde la segunda guerra mundial, con la guerra fria, la crisis de los cohetes en Cuba, la guerra de las galaxias, la dificultad creciente para mantener localizados los conflictos, la perspectiva de que armas de gran poder caigan en manos de "terroristas", la desertificación, el calentamiento global, el clima controlado-descontrolado,los terremotos artificiales, los tsunamis inducidos, y tantas otras.

El capital financiero y los estados

En estos momentos, el predominio del capital financiero, o de la usura bancaria según otro punto de vista, sobre todos los demás factores es evidente. Pero el capital financiero necesita del estado y busca que un estado se imponga a otros, sin importar razas ni banderas. Es entonces desencaminado oponer capital financiero y estado como incompatibles, porque ambos existen y uno se sirve del otro hasta que pueda o deba prescindir de él. El resultado por ahora es el predominio de Occidente sobre el resto del mundo, del Norte sobre el Sur, de los países "desarrollados" sobre el resto. Los banqueros hacen pie en ellos, pero ellos no se salvan del dominio de los banqueros.

Sufren crisis calculadas por los usureros al punto que algunas de ellas hacen temblar al mundo entero, empezando justamente por los desarrollados. Todos se empobrecen pero los banqueros cobran 800.000 millones de dólares de una vez. En la Argentina, de acuerdo con nuestras dimensiones, los banqueros provocaron una crisis que terminó con el gobierno de De La Rúa y que asumieron Duhalde y Alfonsín, figurones de tercera, y cobraron gracias a su empleado Cavallo 11.000 millones de dólares de "blindaje". Y ahora preparan otra crisis para cuando los 800.000 millones se les acaben, nada les parece mucho ni suficiente. Esa es la dinámica infernal que resulta del colapso, como la energía desmedida y destructiva de una supernova.

Por otra parte, un país hoy poderoso, dueño de una industria pujante, puede sufrir imprevistamente una crisis que lo deje fuera de combate, sin posibilidades ni de respirar, a la espera del "salvataje" que es la imposición de una dictadura financiera. El poder financiero tiene capacidad para provocar estas crisis y por esa vía para "domesticar" a cualquier gobierno.

Antes eso se lograba con grandes guerras, como las del siglo XX, en que los países "centrales" quedaron exhaustos y el imperio británico declinó definitivamente. No se busca desarrollar a los países marginales, lo que no ofrecería dificultades, porque en la medida que son dueños de materias primas, se reservan para la industria ya existente en los países centrales o en sus factorías, y si no tienen reservas carecen de interés.

De la Redacción de AIM.

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