La erupción de La Palma volvió a poner ayer en evidencia la volatilidad de un proceso que cambia minuto a minuto y del que no hay que fiarse. Tras 48 horas de “cierta estabilidad” y de que el río de lava corriera hacia el mar por el mismo canal que había formado la colada primigenia, reduciendo el impacto a viviendas y terrenos, el magma abrió la madrugada del viernes dos nuevas bocas. Por ellas, que están separadas por 15 metros, comenzó a fluir la lava con intensidad y generaron una nueva colada que empezó a avanzar hacia el mar.
Esta nueva lengua corría en el día de ayer en paralelo y a 450 metros al norte de la colada primigenia y devastando, por tanto, nuevas zonas y viviendas que habían sobrevivido hasta ahora. Sin embargo, como indicó ayer el director técnico del Plan de Prevención por Riesgo Volcánico (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, se prevé que ambas coladas, la primigenia y la nueva, que discurre por medio de dos barrancos y a 15 m/h, se unan antes de llegar al mar. Desde el Pevolca se controla y analiza la evolución de esta colada por si es necesario tomar nuevas medidas y proceder a evacuaciones de otros barrios que pudieran estar en su camino, entre ellos el polígono industrial de La Gata.
Mientras se abre este nuevo frente, la colada primigenia sigue depositando lava en el mar a buen ritmo, alimentada por una boca que no ha dejado de emitir material en los últimos cuatro días. La fajana, isla baja o también llamada plataforma lávica litoral que ha ganado La Palma y ampliado su superficie, alcanza ya las 20 hectáreas. Con una altura de 50 metros –de los que 25 están debajo del mar– tiene un ancho de 320 metros y sigue creciendo.
En este sentido, como indicó ayer el vulcanólogo y miembro jubilado del CSIC, Juan Carlos Carracedo, esta nueva isla superará a la que formó el volcán de San Juan, en 1949, y que hoy está habitada y contiene plataneras. La volatilidad del proceso se dejó sentir también ayer en el cráter del volcán, con el aumento de la emisión de cenizas y el lanzamiento de piroclastos. El sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Ithaiza Domínguez, indicó que el tamaño del material magmático que lanza es ahora “algo superior” a los días previos y supera los dos centímetros. “Ya no es ceniza volcánica sino lo que se conoce como lapilli”, apuntó.
Los expertos no quieren hacer previsiones sobre la evolución de la erupción dada su alta probabilidad de que no se cumplan pero no descartan la aparición de nuevas bocas mientras dure el proceso. En todo caso, aseguran que, de haberlas, surgirán en la misma zona porque el territorio está muy fragmentado. En principio no ven probable nuevos centros de emisión en Fuencaliente a pesar de que ayer siguieron registrándose sismos, uno de ellos, de magnitud 3,8 y solo a 4 kilómetros de profundidad. El vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Eduardo Suárez, asegura que solo cuando se estabilice el proceso “no habrá nuevas bocas”. Para llegar a ese momento es necesario que el tremor apenas registre oscilaciones y disminuyan las emisiones de dióxido de azufre. Algo que por ahora, parece lejano.
Como apunta Carracedo, el proceso está en “pleno vigor” y la erupción tendrá una duración “considerable”. En sus palabras, se trata de un volcán de una “una magnitud muy grande” y los datos así lo confirman: en los 12 días que lleva activo ha emitido 80 millones de metros cúbicos de lava, entre cono y coladas. Es el doble de los 43 millones que emitió el volcán de Teneguía en 1971 en 24 días, el doble de tiempo. Carracedo insiste en que estamos ante un gigante: “Es uno de los volcanes más grandes que ha habido en época histórica en La Palma”.
La erupción amplía la zona de dominio público marítimo-terrestre, de propiedad pública
Aunque las emisiones de dióxido de azufre siguen creciendo en la isla de La Palma, desde el Pevolca se dejó claro que la calidad es “buena” a nivel general en toda la isla. La directora del Instituto Geográfico Naciona en Canarias, María José Blanco, ha apuntado que incluso en el valle de Aridane, donde está el foco eruptivo, el nivel está “dentro de los límites saludables y respirables”.
Sin embargo, a última hora de la noche se decidía el confinamiento de los vecinos de El Paso y Los Llanos de Aridane, unos 3.50o en total, que pasan a sumarse a los 400 de varias localidades de Tazacorte que llevan dias encerradas en su casa por la proximidad al punto de desembocadura de la lava en el mar y por tanto, cercanas a la emisión de gases nocivos como el ácido clorhídrico.
Desde el Pevolca se quiso dejar ayer claro que el proceso eruptivo afecta a una pequeña parte de la isla mientras que el 90% de La Palma sigue su día a día con normalidad. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volverá a viajar a la isla bonita mañana.