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18 años sin Fernanda Aguirre

Este 25 de julio se cumplen 18 años de la desaparición de Fernanda Aguirre. La adolescente desapareció de su casa en San Benito, cuando tenía 13 años. La madre murió el 11 de mayo de 2010 sin encontrar a su hija.

El último domingo de julio de 2004 Fernanda Aguirre salió de su casa cerca de las cuatro de la tarde hacia el puesto de flores que su familia tenía frente al cementerio de San Benito. A partir de ese momento nada más se supo de la joven.

Según la investigación, Miguel Ángel Lencina secuestró, junto a su sobrino de 14 años, a Fernanda en una calle de San Benito, cerca del cementerio local. Este hombre fue detenido y luego apareció ahorcado en una celda de la comisaría quinta de Paraná.

Por el secuestro fueron juzgadas dos personas: Mirta Cháves y Raúl Monzón. La primera recibió una condena de 17 años de prisión, pero el segundo fue absuelto.

La esposa de Lencina, Mirta Cháves fue condenada a 17 años de prisión en diciembre de 2007 por el delito de Secuestro extorsivo de una menor. El otro juzgado por el Tribunal de la Sala I de la Cámara del Crimen fue Raúl Monzón, finalmente absuelto. Esto, más el procesamiento de tres personas por Falso testimonio y denuncias por Apremios ilegales contra familiares de imputados, fue el resultado de la causa judicial.

El principal sospechoso del secuestro de Fernanda, Miguel Ángel Lencina, apareció muerto en una celda de la comisaría quinta, en agosto de 2004, a pocos días de haber sido detenido por el hecho. Lencina era un delincuente condenado por homicidio que el día que desapareció Fernanda gozaba de una salida otorgada por un juez de Concepción del Uruguay para visitar a su familia.

Cuando se cumplieron cinco años de la desaparición de Fernanda, María Inés Cabrol dijo a AIM que llevaban “un año más sin saber de ella. Y llevamos cinco años de calvario. No tenemos un resultado de ninguna parte, ni de la justicia ni de otro lado. Ella sigue desaparecida como si se la hubiese tragado la tierra”.

Cuando empezaron a surgir las hipótesis del caso, la madre de Fernanda se inclinó por la de la trata de personas, postura que sostuvo porque siempre pensó que su hija cayó en una red de prostitución de menores.

En la justicia

Si bien se investigaron numerosas hipótesis y se realizaron gran cantidad de operativos para dar con el paradero de la joven, no hubo resultados positivos.

El principal sospechoso del episodio fue Miguel Ángel Lencina, un delincuente condenado por homicidio que el día que desapareció Fernanda gozaba de una salida otorgada por un juez para visitar a su familia.

Lencina fue detenido por el secuestro, aunque días después fue hallado ahorcado en la celda de la comisaría quinta de Paraná, donde estaba alojado.

María Chávez, su viuda, fue condenada en diciembre de 2007 a 17 años de prisión, acusada de ser coautora del secuestro al haber sido quien se comunicó telefónicamente con la familia Aguirre para pedir el rescate de 2.000 pesos que se pagó por la adolescente.

Sin embargo, Cháves, la única condenada por la desaparición de Fernanda Aguirre en 2004, quedó en libertad condicional por la aplicación de la Ley 24.660, que prevé la reducción de la pena para quien curse estudios mientras se encuentra detenida.

El otro implicado en la causa fue Raúl Monzón, un primo de Lencina, inicialmente procesado como partícipe secundario del hecho, pero absuelto después en el debate.

Notas, llamadas y hasta botellas con mensajes pasaron por el juzgado 6 -a cargo de la causa- durante los ocho años del hecho, sin que aportaran ningún resultado concreto.

Requisas

En 2009, la justicia ordenó investigar dos pozos de la zona de San Benito, uno de los cuales sería el lugar donde Lencina y un cómplice arrojaron a una adolescente después de violarla durante dos días, hace unos quince años atrás. El pozo fue revisado en forma ocular, pero no se llegó al fondo por sus características.

También se reiteró la búsqueda en ese lugar, que se encontraría entre las coordenadas territoriales por donde transitó Lencina en su fuga hacia la ruta, tras haber cometido presuntamente el secuestro de Fernanda.

La investigación también consideró las declaraciones de un hombre que estuvo en un prostíbulo en España donde aseguró haber visto a la joven, así como un indicio que llevaba hasta una casa de prostitución de México.

Fernanda Aguirre tenía 13 años cuando desapareció, y hasta hoy no se sabe si está viva o muerta. Nadie descubrió ni su paradero ni su cuerpo.

La muerte de María Inés

El 11 de mayo de 2010, María Inés Cabrol falleció de madrugada, tras padecer una grave enfermedad. Se encontraba internada en una clínica de Buenos Aires tras permanecer más de una semana internada en estado delicado.

La mujer, de 45 años de edad, que dedicó los últimos seis años de su vida a luchar por el paradero de su hija, padecía una enfermedad que le habían detectado en abril, pero entró en coma profundo y murió ese día cerca de las 3 de la madrugada.

A los 15 años de su desaparición declararon la “ausencia” de Fernanda

La titular del Juzgado Nº 3 de Familia de Paraná, María Eleonora Murga resolvió en 2019 declarar la “ausencia” de Fernanda Isabella Aguirre a los 15 años de su desaparición. En la misma resolución, la magistrada designó “curador” a su padre, Julio Domingo Aguirre, con los alcances dispuestos en el artículo 83° del Código Civil y Comercial, que regula la “conservación y administración ordinaria de los bienes”.

La medida fue adoptada ante la presentación realizada, ante ese juzgado, por el propio padre de la joven quien sostuvo por medio de sus abogados que “hasta la actualidad no existen rastros certeros de la ubicación de Fernanda, por lo que solicita se lo designe como curador de los bienes de su hija a los fines de poder intervenir en el sucesorio de su esposa y madre de Fernanda, María Inés Cabrol, quien falleciera en fecha 11 de mayo de 2010”.

Asimismo es importante informar que esta resolución no produce ningún efecto en cuanto a la investigación penal del caso, a la continuidad de la búsqueda de Fernanda y que es únicamente a la sola protección de sus derechos.

En 2022

El 7 de enero de 2022, se excavó un terreno luego de que un familiar de Fernanda aportara un dato que llevó a realizar una inspección y trabajo de campo en la zona este de San Benito.

Hasta calle Chile al final de esa localidad, llegaron autoridades judiciales, médicos forenses, bomberos zapadores, personal de la Dirección de Criminalística y de Homicidios, a fin de avanzar con la inspección, rastrillajes y excavación de una superficie de 20 metros por 80 centímetros de profundidad.

Se verificó que al menos la tierra se encontraba muy compactada, por lo que era poco probable que haya sido removida en los últimos años. Tras el procedimiento, no se encontró nada de interés vinculado con la desaparición de Fernanda Aguirre. El misterio continúa.

De la Redacción de AIM.

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