La Asamblea Ciudadana Vecinalista de Paraná dio a conocer en un comunicado en el que rechazó un proyecto de ordenanza que apunta “a penalizar al sector más vulnerable de la ciudadanía que se encuentra en la terrible situación de falta de terreno para su vivienda”.

En el texto dado a conocer por los vecinalistas, plantearon la necesidad “perentoria que, en el ámbito del municipio, se estudie e implementen medidas para favorecer el acceso a la tierra urbana”. En este sentido, los asambleístas propusieron tomar los siguientes aspectos:

1 Uso residencial: a diario se registran ocupaciones "de hecho" en terrenos que no son aptos para habitar, ya sea por riesgos de derrumbe ó inundación, por ser linderos a vías ferroviarias u otras infraestructuras que requieren una franja de seguridad; o también que estuvieran previamente destinados a espacio verde barrial. Por otra parte el alza constante de los precios de los terrenos en el mercado inmobiliario ha ocasionado la expulsión de familias residentes en Paraná, a ciudades vecinas como Colonia Avellaneda, San Benito u Oro Verde, con las dificultades derivadas de una deficiente movilidad urbana.

2. Uso recreativo: es conocida la escasez de espacios verdes en los barrios situados fuera de bulevares.

3. Producción de alimentos frescos en cercanía: las tierras vacantes en la periferia, originalmente pensadas como "zona de quintas" y "zona de chacras" en su mayor parte destinadas a la reserva de valor inmobiliario, son un recurso imprescindible para desarrollar una producción de alimentos en cercanía, necesidad largamente sentida por una ciudad que se abastece de otras regiones en rubros tan básicos como las hortalizas, con el aumento de precios que conlleva esta situación. Los beneficios no sólo se verían en mejor calidad y precio, sino también en creación de puestos de trabajo.

“Creemos indispensable una planificación que contemple las necesidades actuales de suelo urbano, y las de años venideros, así como un relevamiento de tierras vacantes y accesibles que puedan ser dotadas de los servicios públicos esenciales y puestas al alcance de quienes necesiten construir su vivienda”, se indicó desde el colectivo.

La Asamblea Vecinalista también recordó que “a nivel nacional, el lanzamiento de la nueva edición del Procrear va acompañada de un Plan Nacional de Suelo Urbano que prevé financiamiento para acciones de acceso a la tierra urbana”, y es este sentido, instaron “a las autoridades municipales tanto del Ejecutivo como del Concejo Deliberante, a hacerse cargo de estas necesidades y plantear políticas de estado que las atiendan”.

En los aspectos propositivos y acciones a llevar adelante los vecinalistas enumeraron:

A) Relevamiento de las personas que en cada barrio se hallan con problemas de vivienda (no tienen o la tienen muy precaria, carecen de escritura, etc.) Ver Renabap: censo de barrios populares.

B) Inventariar terrenos construibles, cercano a su hábitat habitual (donde está su comunidad, con la que comparte afectos, intereses, trabajos y costumbres)

C) Realizar capacitación en albañilería, construcción de ladrillos, placas de concreto, bloques de cemento, etc. conjuntamente con la alfabetización básica y digital, y la educación en valores culturales y cooperativos.

D) Conformar una cooperativa en cada barrio, destinada a labores mancomunadas de autoconstrucción, guiadas por profesionales idóneos (maestrxs mayores de obra, ingenierxs civiles y arquitectxs)

E) Empoderar a lxs beneficiarixs del proyecto (aporten sugerencias e ideas acerca de cómo ir generando los recursos, así con la ayuda del gobierno y del Estado reciban materiales y herramientas a cambio de una contraprestación en base a lo que saben y pueden hacer, además del compromiso auditado por algunxs representantes del barrio y la cooperativa, y -externamente al barrio- por medio de lxs funcionarixs gubernamentales que correspondan)

F) Detectar otras carencias además de lo específicamente habitacional, animándoles a pensar en alternativas a los diferentes problemas: plaza, guardería, etc.