Casi la mitad de los universitarios (el 49,2 por ciento) y el 42 por ciento de las universitarias ha consumido cannabis alguna vez, iniciándose con una media de 16,6 años en el caso de los chicos y de 16,7 años en el caso de las chicas. Un estudio llevado a cabo en diez universidades españolas ha encuestado a 3.767 estudiantes para conocer la prevalencia de consumo de drogas ilegales entre esta población y su posible relación con el apoyo familiar y otros factores. Las universidades implicadas en la investigación son las de León, Granada, Salamanca, Vigo, Jaén, Valladolid, Alicante, Huelva, Valencia y Castilla La Mancha (España).

Entre los resultados de este estudio transversal se ha podido constatar que el 47,9 por ciento de los chicos ha consumido cannabis en el último año y el 45,8 por ciento en el último mes. En el caso de las chicas, el consumo durante el último año ha sido del 40,2 por ciento y en el último mes, del 38,5 por ciento. De esta manera, esta investigación –publicada en la revista ‘Gaceta Sanitaria’- reafirma que el inicio de la etapa universitaria es un momento de especial relevancia en el inicio de consumo de drogas ilegales.

Aunque el cannabis es la droga ilegal más consumida entre los universitarios, más de cinco veces superior a la prevalencia de estudiantes que han probado drogas estimulantes y depresoras, el estudio ha analizado también el consumo de otras sustancias. Así, el grupo de las drogas estimulantes del sistema nervioso central (cocaína, éxtasis, speed y alucinógenos) es el segundo más consumido entre los universitarios, con diferencias entre hombres y mujeres. Mientras que un 8,5 por ciento de los estudiantes ha consumido alguna vez alguna de estas sustancias, el 8,3 por ciento durante el último año y el 7,7 por ciento durante el último mes, las cifras se reducen al 5,3 por ciento, 4,9 por ciento y 4,5 por ciento en el caso de las chicas.

El siguiente grupo de drogas ilegales más consumido, esta vez sin diferencias entre hombres y mujeres, es el de los tranquilizantes sin receta, que han probado alguna vez el 2,6 por ciento de los chicos y el 2,2 por ciento en el último año y en el último mes. En el caso de las chicas, los han consumido alguna vez el 2,4 por ciento, en el último año, el 2,4 por ciento y en el último mes, el 2,3 por ciento.

Los depresores del sistema nervioso central, que incluyen drogas como la heroína, el GHB y los inhalantes, son los menos consumidos por la población universitaria, más entre los hombres (el 1,3 por ciento los ha consumido alguna vez, el 1,3 por ciento en el último año y el 1,2 por ciento en el último mes) que entre las mujeres (el 0,4 por ciento los ha consumido alguna vez, el 0,3 por ciento en el último año y el 0,3 por ciento en el último mes).

El policonsumo de drogas ilegales también es más frecuente en hombres que en mujeres universitarias. El 9,6 por ciento de los chicos ha consumido dos o más sustancias ilegales alguna vez en la vida, el 9,3 por ciento en el último año y el 8,7 por ciento en el último mes. Las cifras se reducen en el caso de las chicas. El 6 por ciento ha consumido alguna vez más de una droga ilegal y el 5,6 por ciento en el último año y el 5,3 por ciento en el último mes.

El estudio también ha analizado la relación entre el apoyo familiar, medido a través del cuestionario Family Apgar, y el consumo de drogas ilegales. Los resultados muestran que la prevalencia de consumo se incrementa a medida que decrece el apoyo familiar. Los autores y autoras del artículo han podido observar mayores porcentajes de policonsumo de sustancias ilegales entre aquellos estudiantes universitarios que perciben a sus familias como ligeramente disfuncionales (9,8 por ciento) o severamente disfuncionales (12,4 por ciento) que entre aquellos que perciben un apoyo familiar normal (5,7 por ciento).

Por último, la investigación también ha analizado algunos factores relacionados con el consumo de drogas ilegales en población universitaria. Así, encontrarse estudiando y buscando trabajo se relaciona con el consumo de cannabis, estimulantes y policonsumo en las mujeres, y solo con cannabis en el caso de los hombres. También se ha podido observar que los estudiantes que viven en el hogar familiar consumen menos cannabis que los que viven en residencias universitarias.

Fuente: ULE/Dicyt