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Macri abrirá los debates presidenciales y no habrá preguntas entre los candidatos

La Cámara Electoral realizó los sorteos para definir qué atril ocupará cada postulante y en qué orden hablarán. También resolvió que sólo podrán tener una hoja en blanco y una lapicera.

Foto: archivo. 
Foto: archivo. 

Mauricio Macri abrirá el primero de los dos debates presidenciales en la Universidad del Litoral, en la ciudad de Santa Fe, e inmediatamente después, hablará el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández.


Esa secuencia será uno de los aspectos que hará más atractivo ese primer encuentro, ya que ese orden de intervenciones que comienza Macri y sigue Fernández, se repetirá varias veces en Santa Fe en el primer intercambio y los bloques temáticos. Así, el principal contrincante del Presidente tendrá chances de criticarlo o ajustar su intervención en función de lo que diga el mandatario. No estarán uno al lado del otro, sino casi en los dos extremos de la media luna donde estarán ubicados los atriles. En el primer debate, Macri se ubicará en el extremo izquierdo de la pantalla y Fernández casi en el derecho, mirándolo de frente.


El candidato de Juntos por el Cambio abrirá, asimismo, el segundo debate en la Facultad de Derecho de la UBA en la Ciudad de Buenos Aires, y será también quien cierre ese encuentro. El Presidente estará nuevamente en el extremo izquierdo de la pantalla, pero en este segundo encuentro tendrá a su lado, a corta distancia, al candidato del Frente de Todos. Así quedó definido en los sorteos públicos que se realizaron hoy en la Cámara Electoral para definir los espacios y orden de intervención de los candidatos en los dos debates presidenciales obligatorios que se realizarán el 13 y el 20 de octubre antes de las elecciones generales.


Pole Position


¿Resultó favorecido Macri? Según su vocero, Iván Pavlovsky, quien estuvo presente en el acto público, “quedó en una buena posición” y “estar en la punta te permite tener un panorama de todos los expositores”. Sin embargo, el funcionario insistió en que “hay que quitarle especulación” al tema de quién habla primero o donde está cada uno ubicado. “Lo importante es que se llegó a un rápido acuerdo entre los equipos de todos en la mayoría de los temas”, destacó.


Sin embargo, entre los asesores de comunicación de Fernández que estuvieron cuando Ludmila Plastino, de la Cámara Electoral, sacaba las bolillas de madera con los números, la lectura fue otra. “El que habla primero siempre se expone a las críticas de los demás, o a que lo rebatan. Es mejor tener la última palabra y cerrar”, sostuvieron. Igualmente, destacaron que el esquema que resultó de los nueve sorteos fue “equilibrado” y que “estuvo bien pensado el sistema”.


El equipo de Roberto Lavagna también se retiró conforme del evento ya que, según señalaron ante Infobae, el ex ministro de Economía será quien cierre el primer debate, y en el segundo, arrancará hablando de uno de los temas en los que se siente más cómodo: empleo, producción e infraestructura. En este segundo encuentro, el último en el orden de exposiciones será Juan José Gómez Centurión (Frente Nos).


Desde el Frente de Izquierda de los Trabajadores, en tanto, se mostraron conformes porque se haya definido todo “por el azar”, y celebraron que Nicolás del Caño hablará en el segundo debate justo después de Macri.


El orden de los temas


En los nueve sorteos realizados este mediodía, además de la gráfica, la ubicación en los atriles en cada uno de los encuentros y el orden de intervención -que será secuencial para que todos puedan empezar en forma alternada y terminar, al menos una vez-, se sorteó el orden de los temas sobre los que expondrán.


Relaciones internacionales abrirá el primer debate en Santa Fe, seguido de economía y finanzas; derechos humanos, diversidad y género; y educación y salud en último término. En el segundo encuentro, los candidatos comenzarán a exponer sobre seguridad, luego hablarán de empleo, producción e infraestructura ; federalismo y calidad institucional, y cerrarán contando sus ideas sobre desarrollo social, ambiente y vivienda.


Los camarines


Otro de los sorteos fue para definir los espacios o “camarines” que tendrá cada candidato en cada una de las dos sedes para descansar en los intervalos y reunirse con su equipo. No fue incluido Macri, ya que por razones de seguridad, se le asignó previamente.


Poco antes de que comience a girar el bolillero, el camarista Alberto Dalla Vía había señalado que el objetivo de los sorteos públicos es que “se hagan con la mayor imparcialidad” y agregó: “El debate es un bien público, a favor de la ciudadanía”. Por ser la primera vez que la Cámara Electoral organiza los debates presidenciales obligatorios, según se fijó por ley, tanto Dalla Vía como el presidente del tribunal, Santiago Corcuera, buscaron asegurarse que no hubiera cuestionamientos a su organización y la dinámica de participación de los candidatos.


De hecho, Corcuera destacó al abrir el acto, en el solemne pero estrecho salón en el primer piso de la Cámara Electoral, la actitud y aportes de los representantes de los candidatos que participaron de las reuniones previas para acordar las reglas de los debates. “Quiero poner en valor el alto nivel de consenso y cooperación de los equipos”, afirmó.


Más temprano, los camaristas resolvieron dos cuestiones de la dinámica de los debates sobre los que no había habido consenso entre los equipos de campaña de los seis candidatos presidenciales, y que fueron incorporadas al Reglamento que firmaron todos los representantes partidarios. La mayoría de las reglas habían sido ya acordadas en las cinco reuniones previas que habían mantenido en el Cámara Electoral.


Uno de esos aspectos que faltaba definir era la posibilidad de que un candidato le pueda preguntar a otro, por sorteo, para permitir una interacción, como reclamaba la Izquierda. O si, en cambio, los dos segmentos de 30” y 30” al final de los dos minutos de exposición de cada tema podían ser utilizados libremente para algún tipo de interacción si el candidato quisiese, o simplemente, para ampliar su posición o aclarar algo. Los jueces se inclinaron por este última opción, que era la posición mayoritaria entre los equipos, por lo que en esos espacios los candidatos podrán elegir dirigirse a otro, hacer una referencia a un contrincante, o rebatir lo que dijo alguno de los participantes. Si eligen usar ese tiempo para hacerle una pregunta a otro, éste no está obligado a responder cuando le toque su tiempo.


“Esta modalidad no favorece el intercambio, pero está armado para que no sea un show televisivo y para que cada candidato tenga tiempo de exponer y que la gente pueda conocer al mismo tiempo las propuestas de todos”, admitieron en el equipo del Frente de Todos, donde le quitan relevancia al impacto del debate.


El otro aspecto sobre el cual los equipos de campaña no se habían puesto de acuerdo era la posibilidad de contar con algún apunte en papel – no en formato electrónico- en el atril como ayuda memoria. Al respecto los camaristas resolvieron que solo se permitirá en el atril de cada candidato lapicera y hojas de papel en blanco, ambos provistos por la organización. “Fue la propuesta original de la Cámara y es como se hizo en 2015”, explicaron en el equipo de Fernández, que fueron unos de los que propusieron que los candidatos no tuvieran apuntes.


Lo que aún queda por definirse es los periodistas que moderarán el debate. Esa decisión quedará en manos de la Cámara Electoral que la daría a conocer la semana próxima.


Fuente: Infobae.

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