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Neuquén: Una yegua dopada murió en plena carrera

La yegua Negrita largaba desde el sexto cajón uno de los especiales del Día del Trabajador. Su carrera finalizó a los 50 metros cuando se desplomó sobre la pista, ante el asombro de todos los espectadores que la vieron convulsionar y morir. Así, el gran show del turf tuvo su primera víctima mortal por dopaje y nadie del ambiente puede negarlo, ni siquiera su dueño, que tras huir del Hipódromo de Neuquén fue capturado en Cipolletti. La fiscalía ya le formuló cargos por el delito de maltrato animal por el suministro de sustancias y violación a la ley de dopaje.

Su carrera finalizó a los 50 metros cuando se desplomó sobre la pista, ante los espectadores que la vieron convulsionar y morir
Su carrera finalizó a los 50 metros cuando se desplomó sobre la pista, ante los espectadores que la vieron convulsionar y morir

El miércoles 1º de mayo todos comieron su locro con vino y partieron al oeste neuquino a disfrutar de otra tradicional jornada de turf en el hipódromo.

Los que seguro no disfrutan de esos clásicos son los animales. Es un secreto a voces que los inyectan con cocaína líquida, mezclada con vitamina B12 para mejorarles el rendimiento con el único fin de engordar el bolsillo del amo.

El hipódromo tenía una gran convocatoria ese miércoles y las evidencias quedaron a la vista de todos.

Tras el disparo de partida, a las 18 en punto, Negrita arrancó a pleno la 19ª carrera, denominada Especial del Turf Regional.

Sus largos trancos tenían que recorrer 500 metros, pero a los 50 clavó las patas delanteras en la tierra para luego aterrizar con su pecho y terminar de costado convulsionando por unos pocos minutos. La yegua, sobre la que había muchas apuestas en juego, murió ante la mirada de toda la afición burrera.

Tras la escena que causó conmoción, su dueño, Vicente Anrada, pegó la pera al pecho y silbando bajito fue a buscar a sus otros dos caballos y huyó ligeramente del hipódromo dejando abandonada a la Negrita. Claro, estaba muerta, ya no le servía.

Gracias a que una persona le tomó la patente y modelo del vehículo fue que la fiscalía que persigue el maltrato animal pudo ubicarlo. El burrero desapegado resultó que vivía en Cipolletti. Por lo que una vez que se dio con su dirección, el fiscal Maximiliano Breide Obeid tuvo que pedir por medio de un exhorto la colaboración de la Policía de Río Negro.

El viernes a las 8:30 Anrada fue sorprendido por los policías, que procedieron a detenerlo. Al día siguiente, tras realizar el trámite de rigor, fue traslado a Neuquén donde lo aguardaba el Ministerio Público Fiscal de la provincia.

La ley de maltrato animal, la Nº 14346, reza en su artículo primero: “Será reprimido con prisión de quince días a un año el que infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales”. Es decir que el que cometa este delito no va preso.

A esto se suma que entre el daño que provocan está también previsto “el estimularlos con drogas sin perseguir fines terapéuticos”, tal cual pasa en el turf.

Con este andamiaje legal se hace muy difícil perseguir a los dueños de caballos que los utilizan para las carreras y les inyectan sustancias que como, en el caso de Negrita, terminan muriendo.

En cuanto al dopaje, es un delito que prevé penas que van de tres a cinco años de prisión en caso de que se trate de una sustancia estupefaciente y una pena mucho menor si es una sustancia para favorecer la competición deportiva.

Noticias Ambientales.-

maltrato animal

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