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Política
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Hoy es el día mundial de la Libertad de Prensa

El 3 de mayo se celebran los principios fundamentales de la libertad de prensa. Esta fecha brinda la oportunidad de evaluar la libertad de prensa a nivel mundial, de defender los medios de comunicación de los ataques sobre su independencia así como rendir homenaje a los periodistas que han perdido sus vidas en el ejercicio de su profesión. Esta fecha fue proclamada como el Día mundial de la libertad de prensa en 1993, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, siguiendo la recomendación adoptada durante la 26ª sesión de la Conferencia General de la Unesco en 1991, registró AIM.[{adj:43928 alignright}]


Esta celebración es la ocasión para informar a los ciudadanos acerca de las violaciones a la libertad de prensa, así como recordarles que en decenas de países alrededor del mundo las publicaciones son censuradas, algunas multadas, suspendidas o anuladas, mientras que periodistas, editores y publicadores son acosados, atacados, detenidos e incluso asesinados.


Es una fecha para fomentar y desarrollar iniciativas en favor de la libertad de prensa, y para evaluar el estado de la libertad de prensa en todo el mundo.


Igualmente, sirve como un recordatorio a los gobiernos de la necesidad de respetar su compromiso con la libertad de prensa y profundizar la reflexión entre los profesionales de los medios de comunicación sobre temas de libertad de prensa y la ética profesional. Finalmente, el Día mundial de la libertad de prensa es un día de apoyo a los medios de comunicación que son el objetivo de ataques y restricciones que van en contra de su libertad de prensa. Es también un día de rememoración a los periodistas que perdieron la vida en el ejercicio de su profesión.


La libertad de expresión es un derecho fundamental, según establece el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:


«Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión».


Teniendo en cuenta ese derecho, el Día Mundial de la Libertad de Prensa es una oportunidad para:


Celebrar los principios fundamentales de la libertad de prensa; evaluar la situación de la libertad de prensa en el mundo; defender los medios de comunicación de los atentados contra su independencia y; Rendir homenaje a los periodistas que han perdido la vidas en el cumplimiento de su deber.


Antecedentes


Libertad de expresión, acceso a la información y empoderamiento


La libertad de los medios de comunicación y el acceso a la información fortalecen, a mayores, el objetivo de desarrollo de empoderar a las personas. El empoderamiento es un proceso pluridimensional social y político que ayuda a las personas a tomar el control de sus propias vidas. Esto solo se puede conseguir mediante el acceso a información precisa, justa e imparcial, que represente una pluralidad de opiniones, y a los medios para comunicar activamente de manera vertical y horizontal, participando de este modo en la vida activa de la comunidad.


Sin embargo, para hacer de la libertad de expresión una realidad debe existir un entorno jurídico y normativo que permita el surgimiento de un sector mediático abierto y pluralista. También deben existir voluntad política para apoyar al sector y Estado de derecho para protegerlo; además, el acceso a la información debe estar garantizado por ley, especialmente a la información de dominio público. Por último, los destinatarios de la prensa deben tener un conocimiento necesario de los medios de comunicación para poder sintetizar y analizar la información que reciben de forma crítica y utilizarla en su día a día, y también para responsabilizar a los medios de comunicación de sus acciones.


Estos elementos, junto con los profesionales de los medios de comunicación que deben cumplir los más elevados criterios éticos y profesionales planteados por los expertos, constituyen la infraestructura fundamental en la que la libertad de expresión puede prevalecer. Partiendo de esta base, los medios de comunicación funcionan como un vigilante, la sociedad civil se relaciona con las autoridades y quienes han de tomar las decisiones, y la información fluye entre las diferentes comunidades.


El combustible que pone en marcha ese motor es la información y por lo tanto el acceso a la información es de máxima importancia. Las leyes de libertad de información, que permiten el acceso a la información pública, son esenciales, pero también lo son los medios que ponen esa información a disposición de los ciudadanos, ya sea mediante las TIC o el simple intercambio de documentos.


Los medios de comunicación abiertos y plurales son quizá de mayor valor cuando solo proporcionan un espejo en el que la sociedad pueda verse reflejada. Estos periodos de reflexión son de gran utilidad a la hora de definir los objetivos de la comunidad, y pueden contribuir a corregir momentos en que la sociedad y sus líderes han perdido el contacto o quedan a la deriva. Se aprecia cada vez más cómo este papel ha recaído en el sector mediático de las comunidades más pequeñas, ya que los imperativos financieros alejan a las compañías mediáticas de estos principios fundamentales y las llevan a núcleos de beneficio que no atienden a las poblaciones más pequeñas o excluidas.


A continuación, figuran algunos de los mecanismos a través de los cuales se puede alcanzar el empoderamiento de la comunidad:


1. La libertad de prensa contribuye al empoderamiento

Foto ilustrativa.
Foto ilustrativa.

Para que los ciudadanos participen en el debate público y puedan pedir cuentas a sus propios gobiernos y a otros (elementos clave de la vida en democracia participativa), los ciudadanos deben tener acceso a medios de comunicación libres, pluralistas, independientes y profesionales. No se puede dar por sentada la idea de que la comunicación y el diálogo entre los diferentes miembros de la sociedad va a ocurrir de manera natural; los medios de comunicación proporcionan una vía para acceder a la información y propiciar el diálogo.


Impulsando el discurso democrático - Los medios de comunicación pueden desempeñar el papel de vigilantes que informan sobre las actividades de los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado. La pluralidad de medios de comunicación es la clave para que esto suceda, ya que existe gran cantidad de material sobre el que informar y además permite asegurar que se escuchen distintas opiniones. Los medios de comunicación permiten que los ciudadanos estén informados y participen en la sociedad a la que pertenecen, lo que genera un empoderamiento real. La cobertura informativa precisa, justa e imparcial es la mejor defensa contra la ignorancia y la toma desinformada de decisiones.


Una enorme tarea... - En todas las facetas de la vida comunitaria, los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental como vasos comunicantes de la información y posibles catalizadores del activismo y el cambio. Por ejemplo, la cuestión del desarrollo pueden tener un efecto polarizador en una comunidad, abarcando un debate que puede ir desde los beneficios económicos a los impactos medioambientales, pasando por las preocupaciones sobre la calidad de vida en general. A través de los medios de comunicación, puede surgir un debate informado y limpio de amenazas, que puede producir resultados positivos para todos los participantes. En estos casos, los medios de comunicación aseguran que las voces de una comunidad cuenten tanto como los intereses financieros de los inversores de cualquier proyecto particular.


Es cada vez más evidente que la responsabilidad de una cobertura informativa precisa, justa e imparcial es de vital importancia para la respetabilidad y relevancia de los medios de comunicación en la sociedad, y para que una comunidad pueda cumplir su función en una democracia. Sin la participación informada de su ciudadanía, la caída de una democracia es irremediable. Si los que están en el poder manipulan a los periodistas, los medios de comunicación se convierten en una herramienta de propaganda que hunde a la sociedad en la ignorancia, la indiferencia y la desesperación.


La libertad de prensa hoy en día... - La libertad de prensa hoy en día sigue sin estar garantizada en muchas partes del mundo. El asesinato de periodistas es inadmisible, no solo porque viola los derechos humanos de los individuos, sino también porque es perjudicial para la buena gobernanza y la democracia, y principalmente para el flujo de información precisa y fiable. Por otra parte, los avances en las TIC brindan un mayor potencial a los medios de comunicación para llegar a más gente en más lugares y, en la práctica, proporcionan acceso a la información para los ciudadanos y les permiten expresar sus opiniones. Las TIC ofrecen la posibilidad de una distribución amplia y rápida de la información, y de que la transparencia y la buena gobernancia se conviertan en realidades prácticas.


2. El papel de los medios de comunicación comunitarios


Aunque muchos medios de comunicación han dispuesto facilidades para la participación de la audiencia y en ese respecto se han vuelto más accesibles para las personas a las que sirven, la accesibilidad y la especificidad de propósitos están definidos en los medios de comunicación comunitarios mejor que en ninguna otra clase. Actualmente, la radio es el medio de comunicación comunitario más extendido en los países en desarrollo, porque tanto su producción como el acceso a ella son baratos, puede cubrir grandes áreas y no está afectada por el analfabetismo.


Los medios comunitarios, medios con una misión - La radio comunitaria se define más por sus objetivos que por su tamaño o su ubicación. Normalmente evoca la actitud popular y tiende a favorecer el flujo libre de opiniones e ideas. Pretende educar y entretener, informar y divertir, y crear una gran carpa bajo la que sus oyentes puedan relacionarse y desafiarse los unos a los otros, así como a sus líderes políticos. Estas operaciones tienden a ser más pequeñas, basadas en y administradas por la comunidad y dependientes del apoyo local, que puede incluir la publicidad pero que normalmente se refleja en las donaciones y el voluntariado. Los medios de comunicación comunitarios suelen llenar el vacío dejado por las grandes compañías mediáticas, que operan bajo imperativos diferentes que pueden, a menudo, no incluir a las poblaciones infrarrepresentadas o excluidas en una sociedad.


Aunque no siempre es así, las mujeres y los jóvenes suelen encontrar en los medios de comunicación un hogar para exponer sus problemas que fomenta su participación. La inclusión de las mujeres sigue siendo un reto de desarrollo, ya que normalmente se las excluye de los procesos de toma de decisiones en sus propias sociedades, a pesar de ser el primer punto de contacto de muchas cuestiones de salud y educación. Del mismo modo, debe prestarse más atención a la inclusión de los jóvenes en los medios de comunicación y al desarrollo de sus conocimientos mediáticos.


A largo plazo, los medios de comunicación locales pueden crear narrativas coherentes del desarrollo de una región y ayudar a las personas a formular objetivos y planes para mejorar su situación. Los medios de comunicación pueden ayudar a contextualizar los programas nacionales de desarrollo en el marco de una comunidad y acercar esos objetivos a sus beneficiarios previstos. Los medios de comunicación locales más eficaces pueden también ayudar a las personas a entender la historia y evolución de la opresión o la discriminación y darles la perspectiva necesaria para tomar decisiones racionales para salir de ella. Con esta información, las personas tienen los medios para participar en los procesos democráticos y dar forma a su propio futuro a nivel local y nacional.


Convertir en «reporteros» a los ciudadanos - Los periodistas profesionales son el núcleo de un entorno mediático reputado. Sin embargo, no son en absoluto los únicos que informan activamente sobre el mundo que los rodea. Las nuevas tecnologías están proporcionando oportunidades sin precedentes a los ciudadanos para informar a otros. En situaciones de crisis, los ciudadanos que informan como periodistas pueden constituír el único modo de exponer de cara al público las violaciones de los derechos humanos y otros delitos de naturaleza criminal o medioambiental. Los reportajes ciudadanos pueden ser también un modo de luchar contra la censura, a través del seguimiento de protestas o de la inestabilidad política. Si la información se descentralizara, la censura sería menos efectiva porque ya no podría circunscribirse exclusivamente a los medios de comunicación propiamente dichos.


Los aspectos prácticos de la participación - Las nuevas tecnologías no solo están cambiando la dinámica de los medios de comunicación en lo que al contenido se refiere, sino que también son un factor significativo a la hora de crear nuevas formas de interactuar con la audiencia. Los blogs, los teléfonos móviles y otros muchos dispositivos en línea están poniendo a los productores de contenido en contacto más directo con los destinatarios de los mismos. La respuesta puede ser instantánea. Por primera vez en la historia de la industria mediática, especialmente en los mercados más desarrollados, hay tanta cantidad de información procedente de los consumidores como la que les llega a estos a través de los medios de comunicación, tanto tradicionales como nuevos. La gestión de estos flujos bidireccionales de información se está volviendo cada vez más importante para el futuro de la industria mediática, cuyas entidades están reforzando los vínculos entre ellas, creando una conexión más que propiciará mayores expectativas para escuchar a los usuarios. Fomentar la participación es, por tanto, la clave de la supervivencia de los medios de comunicación en un mercado competitivo, y además les proporcionará una oportunidad de relacionarse con la audiencia. Desde el punto de vista de ésta, significa la posibilidad de tener influencia en el contenido de un modo muy activo y permite a los individuos acceder a una plataforma predefinida a través de la cual pueden compartir sus opiniones.


3. Acceso a la información


La información puede cambiar nuestra visión del mundo que nos rodea, nuestro lugar en él, y cómo ajustamos nuestras vidas para maximizar los beneficios disponibles a partir de nuestros recursos locales. La toma de decisiones basada en hechos puede alterar significativamente nuestra perspectiva política, social y económica. El derecho al acceso a la información puede ser interpretado en el marco legal que apoya la libertad de información, ya que se aplica a la información en manos de los organismos públicos o, en un sentido más amplio, abarca tanto el acceso como la circulación de información en manos de otros agentes, en cuyo caso pasa a estar intrínsecamente ligado a la libertad de expresión. La libertad de información y la transparencia que ésta promueve tienen una consecuencia directa en la lucha contra la corrupción, que a su vez produce un impacto tangible en el desarrollo. El antiguo presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, solía considerar la corrupción gubernamental como el obstáculo principal para el desarrollo, y el sector mediático independiente como la herramienta primordial para luchar contra la corrupción pública.


Las bases de la toma informada de decisiones informada - La información es poder. La libertad de información y la libertad de expresión luchan contra la concentración de la información en las manos de unos pocos. Por supuesto, toda información está sujeta a diversas interpretaciones, y por este motivo, la función de un sector mediático abierto y pluralista como centro de intercambio de información es fundamental para entender mejor cualquier cuestión. En lo que se refiere a fomentar el empoderamiento de los ciudadanos, la libertad de información es el núcleo de una democracia participativa. Consideremos las consecuencias de que un electorado desinformado acuda a las urnas; consideremos las consecuencias de que se frenen o se manipulen los flujos de información en tiempos de crisis política o conflictos étnicos. La libertad de información promueve un sentido auténtico de pertenencia a una sociedad y, por lo tanto, otorga sentido al concepto de ciudadanía.


Los aspectos prácticos del acceso a la libertad de información no garantizan ese acceso. Aunque los gobiernos se convirtieran en modelos de divulgación a través de la llamada «gobernanza electrónica», poniendo su información en la red, las personas sin medios para acceder a esa información no estarían más empoderadas. La conexión a internet y los recursos informáticos se han vuelto imprescindibles para el acceso ilimitado a la información, así como a las noticias nacionales e internacionales, e incluso simplemente para proporcionar una pluralidad de opciones de medios de comunicación. Si la falta de conexión o equipamiento puede resaltar la división digital y la consiguiente disparidad de conocimientos que separa a los países en desarrollo de los desarrollados, algunos grupos dentro de un país pueden quedar más excluidos por esa imposibilidad de acceder a información a través de internet.


No debemos subestimar la importancia del acceso a las tecnologías y a las infraestructuras, de las que muchas partes del mundo todavía sufren una cruel falta. ¿Qué pueden significar realmente los conceptos de «revolución digital» o «sociedad de la información» para ese 80% de la población mundial que sigue sin tener acceso las instalaciones básicas de telecomunicaciones? ¿O para los aproximadamente 860 millones de individuos analfabetos? ¿O para los dos mil millones de habitantes del planeta que siguen sin tener electricidad? La prioridad de reducir la brecha digital en todos los aspectos está, por tanto, completamente justificada.


Aprender a usar las nuevas tecnologías o, en otras palabras, adquirir nociones básicas en materia de información y medios de comunicación debe ser el objetivo principal, dado que estos avances pertenecen al área del acceso a la información y de su intercambio.


Conclusiones:


Es prioritario asegurar la libertad de los medios de comunicación en todo el mundo. Los medios de comunicación independientes, libres y pluralistas son fundamentales para una buena gobernanza en las democracias, tanto incipientes como antiguas. Los medios de comunicación libres pueden asegurar la transparencia, la responsabilidad de las instituciones y el Estado de derecho, promueven la participación en el discurso público y político y contribuyen a la lucha contra la pobreza. El sector mediático independiente obtiene su poder de la comunidad a la que sirve y a cambio empodera esa comunidad para que sea un miembro a todos los efectos del proceso democrático.


La libertad de información y la libertad de expresión son los principios fundamentales de un debate abierto e informado. Las nuevas tecnologías continuarán evolucionando y permitirán cada vez más a los ciudadanos que continúen formando a su entorno mediático y que accedan a una pluralidad de fuentes. La combinación del acceso a la información y la participación ciudadana en los medios de comunicación solo puede contribuir a incrementar el sentido de pertenencia y empoderamiento.


Exhorto de Adepa al compromiso de todas las fuerzas políticas con la libertad de prensa

La Asociación de Entidades Periodisticas de Argentina (Adepa), en  las deliberaciones de la 169ª Junta de Directores, expresó, a través del presidente de la Comisión de Libertad de Prensa, Daniel Dessein: “El vigente respeto por las libertades tiene como contracara una fragilidad inédita de la industria periodística nacional, que reconoce como punto de partida el colapso institucional y económico de 2001. Al cambio de paradigma de la industria a nivel global, se suma el estancamiento de la economía argentina desde 2011, con la recesión que afecta al país desde hace casi un año”.

El documento aprobado enuncia que Argentina, “como muchos otros países de América Latina, registra en su historia una amplia gama de ataques al derecho a la información. En años recientes, experimentamos embates tradicionales combinados con mecanismos solapados de censura a la crítica”.

Para la organización, “durante la presente gestión se eliminaron muchas de las distorsiones heredadas y se generó un clima de mayor respeto al rol del periodismo. Es de esperar, en el marco del proceso electoral que vive el país, que esa tendencia sea profundizada en la futura administración, como así también que las diversas fuerzas políticas se comprometan en ello”.

“El respeto a las libertades por parte del actual gobierno tiene como contracara una fragilidad inédita de la industria periodística nacional, que reconoce como punto de partida el colapso institucional y económico de 2001. Al cambio de paradigma de la industria a nivel global, se suma el estancamiento de la economía argentina desde 2011, con la recesión que afecta al país desde hace casi un año”, apuntaron.

Ese cambio de paradigma y el contexto económico descripto han puesto en riesgo la subsistencia de muchos medios: “Por la misma causa, se registra una caída abrupta de la publicidad privada y un alza de insumos dolarizados de la mano de la devaluación de la moneda nacional”.

El recorte de la publicidad estatal nacional en un 75 por ciento, medida destacada por varios funcionarios, tiene un efecto en la crisis del sector que requiere una readecuación gradual de las variables que maneja el Poder Ejecutivo. Otro tanto sucede en numerosas provincias y municipios.

El Congreso nacional ha brindado un alivio importante a la industria con la modificación, sancionada en diciembre pasado, de las alícuotas de IVA para medios de comunicación. Algunas iniciativas que proponen otorgar a medios un porcentaje de los fondos de campaña, presentadas en el marco del debate sobre financiamiento político, ofrecerían una amortiguación suplementaria a la crisis que sufren las empresas periodísticas. Estas propuestas, que buscan equilibrar tácticas electorales apoyadas en una creciente inversión en redes sociales, implican un reconocimiento a la función estratégica del periodismo como dinamizador de la democracia.

En estos días vemos cómo el Parlamento europeo, a través de la flamante directiva sobre derechos de autor, fija un límite a las compañías tecnológicas que se nutren de producción ajena. Las empresas digitales más afectadas por la medida, si bien la resisten, hablan ahora de una “regulación inteligente” o de la necesidad de actualizar las reglas de internet, como afirmó el pasado sábado Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook; por cierto, en una nota en un diario.

Nuestro país cuenta con legislación, jurisprudencia y desarrollo doctrinario con altos estándares de protección de la libertad de prensa. No obstante, la revolución digital introduce nuevos paradigmas y desafíos que desbordan los esquemas concebidos hasta ahora. Nuestra Constitución y nuestra tradición judicial contemplan una defensa efectiva contra ataques clásicos al periodismo y un freno a las restricciones a la libertad de prensa a través de la vía legislativa. En la misma línea de la Primera enmienda estadounidense. Pero, como planteó ante el Congreso de Estados Unidos el director de la News Media Alliance, la organización más representativa de la prensa de ese país, “actualmente los reguladores de hecho son las tecnológicas y no los congresistas”.

En nuestro país, hay legisladores que advierten la nueva configuración del escenario contemporáneo y los riesgos que se expanden para la democracia. La pérdida de estado parlamentario de la “ley de intermediarios” es una señal de esa comprensión.

Recordábamos, en una declaración anterior de Adepa, la consistente jurisprudencia y doctrina -como la de la real malicia- que proporcionan un escudo protector a la libertad de prensa. Se acumulan, sin embargo, preocupantes fallos de primera instancia que desconocen esta tradición jurisprudencial y nuestros hitos doctrinarios.

El ecosistema digital presenta muchos retos. Durante el último semestre se registraron los primeros dos casos del denominado “derecho al olvido”, acogidos por la Justicia en nuestro país. Jueces ordenaron, en dos fallos advertidos oportunamente por Adepa, la desindexación de contenidos, que son medidas que atentan contra el derecho a la información.

La proliferación de ataques contra periodistas y medios en la web forma parte de la extendida contaminación del entorno digital. En un año con una extraordinaria actividad electoral, la multiplicación de campañas de deslegitimación contra la prensa y la diseminación de noticias falsas podrían afectar un presupuesto democrático esencial, como es una ciudadanía informada.

El oficio periodístico recibe renovados cuestionamientos. En el caso de la presunta extorsión a un empresario agropecuario que se imputa al falso abogado Marcelo D´Alessio, hubo sectores que pretendieron desacreditar el legítimo uso de fuentes por parte de periodistas. Ellos pueden cometer errores en su ejercicio profesional, pero estos errores no deben ser confundidos con relaciones espurias ligadas a eventuales delitos de sus fuentes. El caso presenta puntos oscuros vinculados al mundo de los servicios de inteligencia, desde donde se impulsaron gravísimas intimidaciones, persecuciones e injerencias en la labor profesional o en la vida privada de periodistas. La opacidad del caso no justifica el evidente propósito, proveniente de ciertos sectores, de invalidar la llamada “causa de los cuadernos”. Causa derivada de una notable investigación periodística que puso el foco en la mayor trama de corrupción de nuestra historia.

Otro caso de extrema gravedad es la denuncia de Impreba, la editora del matutino Diario Popular, que corre riesgo de sufrir un virtual abuso confiscatorio sobre el patrimonio de la empresa a raíz de un arbitrario reclamo judicial de un particular por honorarios jurídicos, y a partir del intento de aplicar fórmulas de determinación de deuda  alejadas de la realidad económica. Es preocupante, en tanto puede amenazar la continuidad de un medio periodístico y el mantenimiento de numerosas fuentes de trabajo.

Muchas democracias modernas reconocen el papel irremplazable que juega el periodismo en la descontaminación digital y en la regeneración del debate público. Se trata de una cuestión de vital importancia para nuestras perspectivas institucionales. Algunos ya lo advierten. Es, todavía, una materia cuyo abordaje está pendiente para buena parte de la dirigencia y de la ciudadanía en general.

De la Redacción de AIM.

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