Según se desprende de la iniciativa presentada en el Congreso, habrá un incremento de la presión fiscal para empleados y monotributistas, mientras que quienes tengan bienes situados en el exterior pagarán menos.
El exdirector de la Aduana Guillermo Michel rechazó el proyecto de Presupuesto 2025 presentado por el presidente Javier Milei en la noche del domingo, al advertir que “a diferencia de lo prometido en la campaña, suben los impuestos, incluso en términos relativos respecto al PBI”.
“Para el propio Gobierno, la presión impositiva pasaría del 22,37 por ciento del PBI en 2024 a 22,92 por ciento en 2025”, señaló Michel a través de su cuenta X. Detalló que el Impuesto a las Ganancias que pagan los trabajadores “pasa de 4,42 por ciento del PBI en 2024 al 5,05 por ciento en 2025” mientras que los “Derechos de Exportación (sector agrícola y productivo), pasarán de 0,96 por ciento en 2024 a 1,43 por ciento en 2025”.
Por otro lado, detalló que el Impuesto a los Combustibles “pasa del 0,38 por ciento del PBI en 2024 al 0,73 por ciento en 2025, mientras que “la presión sobre el monotributista se duplica”.
“El monotributo pasa del 0,04 por ciento del PBI en 2024 a 0,09 por ciento en 2025”, señaló el exfuncionario, quien impulsó el acuerdo de intercambio de información con Estados Unidos, cuyos resultados se están viendo durante la actual gestión de Gobierno.
Michel planteó que “la recaudación del Impuesto sobre los Bienes Personales se estima que alcanzará los $833.345,8 millones, mostrando una disminución de 22,7 por ciento”. Esta merma "se explica principalmente por las modificaciones introducidas por la Ley 27.743 que incrementó el mínimo no imponible general y el vinculado a casa habitación”, dice el exfuncionario.
También plantea que “a su vez, redujo las alícuotas aplicables a bienes situados en el exterior, equiparando el tratamiento tributario en este sentido con aquellos ubicados en el país, incluyendo además una modificación de tramos de escala y tratamiento diferencial para contribuyentes cumplidores”.
También advierte que “el Régimen especial de ingreso del Impuesto sobre los Bienes Personales (REIBP) afectaría negativamente la recaudación correspondiente a las personas humanas para el año 2025”.
Al respecto, sostuvo que “salvo para los contribuyentes con altos patrimonios en el exterior, el resto de la ciudadanía hace un sacrificio inútil hasta ahora porque los impuestos siguen aumentando”.
La presión fiscal en la mira
El Centro de Planificación Estratégica de Córdoba (Cepec) señala en un informe que el actual Presupuesto indica que “la presión tributaria proyectada para 2025 es del 22,92 por ciento del PBI, frente al 22,37 por ciento en 2024”.
“Esta leve suba en la presión tributaria se justifica por los aumentos esperados en la actividad económica, el comercio exterior, y otros factores. Sin embargo, la estimación de una recaudación nominal significativamente mayor puede parecer excesivamente optimista, dado que depende de supuestos sobre el crecimiento económico y los precios que podrían no materializarse completamente”, indica el Cepec.
La hipótesis del Gobierno es que el año próximo se van a recuperar los precios de los granos que exporta Argentina y que a su vez Vaca Muerta va a comenzar a generar mayores exportaciones de energía que impulsará un incremento de la recaudación de retenciones del 100 por ciento.
Por su lado, la consultora Epyca plantea que “los ingresos impositivos de 2025 se proyectan en 71.212.561 millones (+29,4 por ciento frente al estimado para 2024 y 9,3 por ciento del PBI).
Los mayores incrementos se darían en el monotributo (que se triplicaría de un año al otro), combustibles (155 por ciento de aumento), derechos de exportación (que se duplicaría). “Este último dato es curioso: con subas del 23 por ciento en el tipo de cambio oficial en promedio y del 9 por ciento en el valor de las ventas al extranjero de bienes y servicios, ¿por qué se duplicaría lo recaudado por derechos de exportación?”, plantea la consultora.
Se prevé la desaparición del Impuesto País, lo cual implica cumplir con la promesa de eliminarlo el 31 de diciembre de este año.
La recaudación de recursos tributarios crecería un 35,4 por ciento interanual. Si se espera una tasa de inflación cercana al 40 por ciento para el promedio del año y además un crecimiento del PBI del 5 por ciento, la recaudación debería ser mayor. “Esta menor recaudación relativa podría entenderse entonces en función del anuncio presidencial de que cualquier exceso de recaudación sería devuelto a los contribuyentes”, comenta Epyca.