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Organizan marcha en el campo donde, hace 20 años, desapareció la familia Gill

Una fecha abre cientos de interrogantes en Entre Ríos: es el 13 de enero de 2002. Ese día, hace 19 años, una familia completa sería vista por última vez y, desde entonces, todo es un misterio. Es el misterio de la familia Gill.
Rubén “Mencho” Gill, quien tenía 56 años; su mujer Norma Margarita Gallego (26) y sus hijos María Ofelia (12), Osvaldo José (9), Sofía Margarita (6) y Carlos Daniel (3), fueron vistos por última vez en el velorio de un amigo de la familia que se realizó en Viale, a treinta kilómetros de Crucesitas Séptima, en el departamento Nogoyá, en el campo “La Candelaria”, donde vivían y trabajaban los padres.

El lugar era propiedad de Francisco Goette, sobre quien se ceñían las sospechas acerca de la misteriosa desaparición de la familia. Sin embargo, Goette murió en 2016 en un accidente de tránsito. Una mala maniobra provocó la salida de la ruta, el despiste y el vuelco de la camioneta Nissan que conducía el hombre, entonces de 70 años. Las heridas producidas en aquel vuelco, ocurrido en la intersección de las rutas 32 y 35, lo llevaron a la muerte.

Marcha en el campo
El 13 de enero de 2022 se cumplen 20 años de la desaparición de la familia Gill, y sus familiares y amigos preparan una gran marcha con el fin de visibilizar que aún siguen buscando algún dato que los lleve a responder una pregunta que parece eterna ¿qué pasó con los Gill?
“La idea es hacer la marcha el 13 de enero del año que viene en el campo donde ellos desaparecieron”, dice Adelia Gallego, madre de Norma Margarita, y quien nunca descansó en la búsqueda.

Mayor presencia
En comunicación telefónica, desde Nogoyá, Adelia cuenta a Entre Ríos Ahora que los 20 años de la desaparición del grupo familiar será una buena oportunidad para recordar que la investigación sigue en pie y que esperan que otras personas que pudieron haber visto u oído algo se acerquen a la Justicia.
La abuela de la familia sabe de la importancia de los medios de comunicación para su causa, y por ello también apela a que el caso siga siendo de interés en los programas de televisión, diarios, radios y portales. “Queremos que esto se difunda por todos lados, así somos más en la marcha”, señala.

La investigación sobre el paradero de la familia está a cargo del juez de Garantías y Transición de Nogoyá, Gustavo Acosta. Sobre el funcionario judicial, Adelia se muestra agredecida, ya que desde que el magistrado tomó el expediente ha habido movimientos, como excavaciones en la estancia y la incorporación del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), de prestigio internacional.

Pistas
“El juez Acosta nos ayudó un montón. Él nos ha informado de cada novedad en la causa. Ahora estamos esperando si el 30 de octubre o los primeros días de enero del año que viene se hace otra tarea del Equipo Forense en la casa donde vivían ellos, en el campo. Estamos esperando la confirmación de ellos”, comenta Adelia.

Consultada sobre las pistas que lograron reunir en los últimos años, señala que “hasta ahora el que más aportó es un hombre mayor de edad y que vivió toda la vida ahí”.
Adelia se refiera al testigo Armando Nanni, un contratista rural de Tabossi, que supo realizar trabajos de siembra en el campo de Goette, y que conocía a “Mencho” Gill.

Posibilidades
Nanni no había querido hablar antes por “miedo” a Goette. Pero con Goette muerto, acudió a los Tribunales de Nogoyá, y habló con el juez Acosta. Fue en 2017. Entonces, dio un dato: que los Gill no se fueron de viaje ni están en otra provincia, sino que podrían estar en el mismo lugar donde siempre, la estancia La Candelaria.

En octubre de 2017 hubo un allanamiento a la estancia y Nanni marcó dos lugares posibles. La Justicia contrató a una empresa especializada en excavaciones, que el 5 de febrero de 2018 comenzó la tarea, pero al final de varios días de faena no encontró sino restos de animales muertos.

Piden datos
“Quito” Villanueva es otro testigo que aportó un dato de relevancia en la causa. El hombre vive frente a La Candelaria, y que cree haber visto al “Mencho” Gill cruzando a caballo el lunes 14 de enero de 2002. Eso contó en la Justicia de Nogoyá. Es el último que vio a Gill con vida.
“Cualquier información es importante, si alguien sabe algo que se acerquen a la Justicia y lo informen”, dice Adelia e insiste con la máxima difusión del caso para, de una vez por todas, resolver el misterio alrededor de la desaparición de su hija y su familia.
Fuente: ERA

policiales

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