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Ramadán, el mes de los ayunantes

Desde hace meses, los más de 1.600 millones de musulmanes en el mundo se preparan para la celebración. Tanto en países orientales y occidentales, los creyentes celebran el Ramadán, que es el noveno mes del calendario islámico. Es un momento muy sagrado para los musulmanes, para quienes durante este período cuando su libro sagrado, el Corán, fue revelado al Profeta Muhammad.

Mezquita Sheikh Zayed, en Abu Dabi. Foto: AIM
Mezquita Sheikh Zayed, en Abu Dabi. Foto: AIM

El cumplimiento del Ramadán es considerado como uno de los Cinco Pilares del Islam, siendo los otros la fe, la oración, la caridad y una peregrinación a La Meca una vez en la vida de cada persona.

El Ramadán es un mes de ayuno. Los musulmanes deben abstenerse de comer, beber y fumar, todos los días entre el amanecer y el atardecer. Ellos creen que el ayuno les da una mente más clara y más tiempo para concentrarse en la oración y la reflexión espiritual.

Los niños suelen estar exentos hasta los 14 años (edad de la pubertad), pero se les anima desde los 10 años a que gradualmente comiencen a dar algo de comida y bebida durante el Ramadán, para estar preparados cuando tengan edad suficiente para el ayuno completo.

También están excluidos los ancianos, enfermos, enfermos mentales graves y mujeres embarazadas, lactantes o que tienen su período.

¿Cuándo se puede comer durante el Ramadán?

Sólo se pueden comer cuando no ha salido el sol por lo que los musulmanes suelen levantarse antes del alba para desayunar, pues no volverán a ingerir nada hasta la noche. Asimismo, el ayuno se rompe con la puesta de sol y la llamada al rezo, y es costumbre tomar un pequeño “tentempié” antes de la cena.

Al caer el sol las ciudades retoman un latido intenso en dónde las familias se reúnen, y la fiesta se contagia entre las calles. Y es que el Ramadán es una oportunidad nueva de reunirse con los seres queridos, de descubrir recetas sabrosas y de disfrutar de los espectáculos nocturnos, tras un día largo de sacrificio, ayuno y meditación. Esta importante celebración es la perfecta recompensa para entender los valores que suscita la ausencia de todo aquello que da sentido a la vida, como la familia o el compartir una comida, pero que sin una adecuada introspección y meditación acabaríamos por dejar de apreciar y valorar.

¿Cuánto dura el Ramadán y por qué va cambiando de fecha?

Los musulmanes tienen su propio calendario: el ciclo lunar, cuyos días no coinciden de año a año. El Ramadán siempre es el noveno mes del calendario lunar, comenzando con la aparición de la luna nueva y acabando con la siguiente luna nueva.

El ayuno de Ramadán, que comienza el próximo 15 de mayo y finaliza el 14 de junio, constituye para la religión musulmana en un acto de adoración a Alá (Dios), desde el comienzo del alba hasta la puesta del sol.

El Mensajero de Dios dijo: “A quien ayune durante Ramadán con fe y devoción, Alá le perdonará sus faltas anteriores” y “a quien se levanta en adoración durante Ramadán Alá le perdonará sus fatas anteriores”.

En este mes se encuentra la más grandiosa de las noches del año: la Noche del Decreto (Láilatu Al Qadr). Como se indica en el Corán, las buenas acciones realizadas en esta noche, son mejores que si se realizaran en otras ocasiones. Dijo Alá “[Adorar a Alá]La Noche del Decreto es mejor que mil meses” (Corán 97:3). Esta noche es una de las diez últimas noches de Ramadán, y nadie conoce con precisión cuál de ellas es, aunque algunos musulmanes las buscan entre todas las noches impares y sobre todo las últimas del mes.

Alá ha prescrito el ayuno por varias y sabias razones, tanto para esta vida como para la otra. Entre ellas:

Alcanzar la piedad ante Alá, alabado y glorificado sea. Dijo: “¡Oh, creyentes!

Se les prescribió el ayuno al igual que a quienes los precedieron, para que alcancen la piedad” (Corán 2:183).

Como un ejercicio para aprender a obedecer a Alá y cómo escapar a la compulsión de los pecados fortaleciendo la voluntad: Si el ayunante deja de hacer cosas que le son permitidas habitualmente por obedecer a Alá, entonces es lógico que pueda tener control sobre sus deseos para no cometer pecados, respetando los límites establecidos por Alá, dejando de lado lo que es erróneo.

Como herramienta pararecordar, sentir y considerar la verdadera situación de los pobres y necesitados, comprobar el hambre y lo difícil que es no tener comida. De esta forma el corazón del ayunante se sensibiliza y se esfuerza por consolarles y ayudarles.

El ayunante sentirá felicidad por la recompensa y la gracia al momento de su encuentro con Alá, merced a su ayuno, tal como dijo el Profeta Muhammad: “El ayunante posee dos felicidades: una al momento de romper el ayuno, y la otra cuando se encuentra con su Señor”.

En el Paraíso hay una puerta llamada “Puerta del Arraián” (Bab Arraián), por la cual sólo entran los ayunantes. Dijo el Mensajero de Alá: “Ciertamente en el Paraíso hay una puerta que se llaman Arraián, y por ella entrarán los ayunantes el Día Final, nadie más además de ellos entrará por allí. Se les dirá: ‘¿Dónde están los ayunantes?’, entonces se levantarán y no entrará nadie a excepción de ellos, y cuando hayan entrado se cerrará la puerta y no entrará nadie más”.

En el Islam se ha atribuido la recompensa y el motivo de la acción del ayuno para el individuo mismo. Bienaventurado sea aquél a quien Alá le ha prometido la recompensa de su obra, pues Él es Generoso, Magno y Misericordioso. Dijo Dios en un hadiz qudsí: “Todas las obras del hijo de Adán son para él a excepción del ayuno, que es sólo para Mí, y Yo soy Quien recompenso por él” Dios ha permitido que algunas personas no ayunen en Ramadán, para facilitarles las cosas y como misericordia hacia ellos: el enfermo, el anciano y el viajero por menos de cuatro días. Dice el Altísimo: “Y quien estuviere enfermo o de viaje [y no ayunase]deberá reponer posteriormente los días no ayunados y así completar el mes” (Corán 2:185).

Ramadán en Argentina

En Argentina, el Ramadán comenzó este jueves a las 6.15 de la mañana. El día y el horario varía de acuerdo al lugar, ya que lo importante es que sea con el comienzo del noveno mes del calendario lunar islámico, que puede durar entre 29 y 30 días de acuerdo a la observación de la luna.

En los estados que son islámicos, los trabajos y demás, consideran las horas que los religiosos están llevando adelante el ayuno, en cambio, en países donde la religión no es la del Estado deben adaptarse a estar horas sin comer ni beber y continuar con la vida cotidiana.

En el país,  por ejemplo,”tengo a mis compañeros de trabajo que comen delante mío mientras estoy ayunando que no me molesta, pero quizás se hace un poquito más difícil que ayunar en un lugar donde tienen todos las misma sintonía”, explica el profesor del Centro Islámico de Argentina, Yusef Hallar, sobre cómo se lleva adelante el Ramadán en los países donde no son mayoría.

De la Redacción AIM.

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