Desde que comenzó la pandemia de Covid-19 y la implementación de medidas restrictivas, distintos movimientos anticuarentena comenzaron a surgir en todo el mundo. Pero ahora son numerosos científicos y expertos de la salud quienes apoyan la idea. Más de 6.000 científicos y 50.000 ciudadanos ya firmaron la Gran Declaración de Barrington.


Casi 6.000 miembros de la comunidad científica y de salud se unieron a una declaración global que advierte sobre "graves preocupaciones" de las políticas de confinamiento por la enfermedad Covid-19.


Dicen que estas medidas están teniendo un impacto devastador en la salud física y mental, así como en la sociedad. Así, estos especialistas piden que la protección se centre en los más vulnerables, mientras que las personas sanas continúen con sus vidas.


Esta declaración ha provocado advertencias por parte de otros que señalan que un enfoque de este tipo podría dificultar la protección total de las personas vulnerables.


Y añaden que el riesgo de complicaciones a largo plazo por el coronavirus significa que muchos otros también están en riesgo.


El movimiento, conocido como la Gran Declaración de Barrington, refleja algunas de las preocupaciones y recomendaciones en una carta firmada por miembros de la Asociación Británica de Médicos y dirigida a la secretaría de Salud de Reino Unido diciendo que no hay suficiente énfasis en los "daños no causados por covid" en la toma de decisiones.


¿Qué es la Gran Declaración de Barrington?
El movimiento comenzó en Estados Unidos. Y la declaración ya fue firmada por casi 6.000 científicos y expertos médicos de todo el mundo, así como por 50.000 personas del público.


Afirman que mantener las políticas de restricción de cuarentena hasta que haya una vacuna disponible causaría "daños irreparables, con los desfavorecidos siento perjudicados desproporcionadamente".


Entre los daños a la salud citados incluyen: menores tasas de vacunación infantil y el empeoramiento de la atención para pacientes con enfermedades cardíacas y cáncer.


Y señalan que el riesgo de coronavirus es 1.000 veces mayor para los ancianos y los enfermos, y los niños corren más riesgo de contraer gripe que el covid-19.


A medida que aumenta la inmunidad en la población, el riesgo de infección para todos, incluidos los vulnerables, disminuye, aseguran.


Y este sería un enfoque mucho más "compasivo". La declaración recomienda una serie de medidas para proteger a las personas vulnerables, incluidas las pruebas periódicas de los trabajadores de cuidados del hogar, con un movimiento en la medida de lo posible hacia la habilitación del personal que haya adquirido inmunidad.

Las personas jubiladas que viven en casa deberían recibir la entrega de comestibles y otros artículos esenciales a domicilio, recomiendan.


Y cuando sea posible, deben reunirse con los miembros de la familia en exteriores.


Todo el mundo debe practicar medidas sencillas de higiene, como lavarse las manos y quedarse en casa cuando está enfermo.


Pero, consideran, se debería permitir que los jóvenes de bajo riesgo trabajen normalmente, afirman.

También dicen que las escuelas y universidades deben estar abiertas a la enseñanza presencial y que las actividades deportivas y culturales podrían reanudarse y los restaurantes reabrirse.
BBC