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Salud y Bienestar
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Cómo alcanzar la claridad mental para decidir mejor

Una mente clara es aquella que no se deja llevar por lo que dicen otros, es un enfoque que mira el mundo desde arriba, libre de ruidos y prejuicios para tomar mejores decisiones. ¿Quieres saber cómo lograr esa estrategia de lucidez y bienestar? Te lo enseñamos.

Si hay algo que envidiamos de muchas personas que han logrado el éxito es su capacidad para tomar decisiones. Más allá de la competencia y talento de cada uno, está su habilidad para usar sus dotes en la dirección adecuada. Algo así exige ser resolutivo, elegir la mejor estrategia en el instante de mayor incertidumbre. ¿A quién no le agradaría tener esa capacidad?

Puede que nos sorprenda, pero una de las herramientas para triunfar en cualquier ámbito de la vida es tener claridad mental. Hablamos de esa competencia con la que uno es capaz de apagar el ruido externo e interno para procesar mejor la realidad y decidir con mayor acierto. Es poder situar el foco en lo que es importante con lucidez, armonía interna y autoconfianza.

El problema es que nadie nos entrena en esta dimensión excepcional; una que ni siquiera viene en los manuales de autoayuda. Se trata de una estrategia psicológica de gran valor que revierte tanto en el ámbito laboral, como en el relacional, hasta llegar a la propia salud mental. Porque quien es capaz de serenar los pensamientos disfuncionales, por ejemplo, halla ese equilibrio interno con el que recuperar el control de su vida.

¿Y si descubrimos cómo desarrollar este enfoque mental tan poderoso?

Estrategias para ganar claridad mental

Si a muchos de nosotros nos cuesta alcanzar la claridad mental es porque ese no es nuestro estado psicológico predeterminado. La mente prefiere estar alerta, tiene obsesión por masticar preocupaciones y por imaginar futuribles de lo más catastróficos. Es así como nos protege de lo que “pueda pasar”. Aunque mientras lo hace, nos somete a la ansiedad persistente y a la insatisfacción.

De este modo, el coste de no poder pensar con claridad es inmenso y lo conocemos todos. Si la mente se llena de perturbaciones, ideas irracionales, suspicacias, estrés y emociones de valencia negativa, la ansiedad se eleva hasta cuotas desmedidas. Es entonces cuando decidimos sin pensar y de manera atropellada, aumentando al mismo tiempo la sensación de falta de control y la probabilidad de que se produzca un trastorno psicológico.

Es responsabilidad nuestra educarla, activar otro enfoque más saludable que disipe esa niebla de excesos que todo lo opaca. De este modo, un estudio de la Universidad de Utah, por ejemplo, destaca algo interesante al respecto. Un modo de desarrollar esa claridad es mediante la atención plena, la cual es un camino para potenciar nuestra conciencia del yo. Esa es la clave, veamos cómo lograrlo.

1. Simplifica, una vida sencilla permite ver lo prioritario

Menos no solo, es más, sino que también es salud mental. Nos hemos habituado a una existencia a menudo cargada de artificios y numerosos estresores. Llenamos nuestros horarios de numerosas actividades, las cuales no siempre nos satisfacen. Lo mismo sucede con nuestras relaciones. Hay quien asocia el éxito social a contar con muchos amigos, con tener múltiples contactos sociales.

Sin embargo, ese exceso de interacción y multitarea lo único que hace es llenarnos de ruido. Si a eso le añadimos el peso de las redes sociales, las notificaciones y la necesidad de ser como la sociedad espera, tenemos el sufrimiento más que garantizado. Simplifiquemos nuestra vida y hallaremos la claridad mental.

2. Regula tus emociones para pensar mejor

Las emociones difíciles, como la ansiedad, la tristeza, la frustración o el enfado, son esa bruma que colapsa la mente. Nuestra capacidad de decisión se merma si estamos dominados por emociones de valencia negativa. Saber regularlas nos permitirá atender la realidad desde una posición de calma con la que pensar en la respuesta más adecuada en cada circunstancia.


3. La atención plena y la calma del aquí y ahora

Lo señalábamos con anterioridad. Un modo eficaz de desarrollar la claridad mental es mediante la atención plena. Esa práctica ancestral lo que consigue es entrenar la atención para focalizarla donde de verdad importa: en el momento presente.

Además, esta herramienta no solo nos permite regular el estrés y el pensamiento errante, también nos dota de autoconciencia, es decir, de esa mirada sabia, que sabe conectar con el interior para saber qué sucede y qué necesitamos. Es un canal directo al Yo para conectarlo con el mundo de manera auténtica, guiándonos así hacia nuestras metas.


4. Clarifica tus prioridades, tus valores y propósitos

La persona que eres se edifica mediante una serie de raíces: tus valores, tus propósitos y tus prioridades. No basta solo con clarificar estas realidades, hay que tenerlas presentes cada día para mantener así tu claridad mental. Por ello, te será útil responder a las siguientes preguntas:

¿Qué valores son los que te definen en este momento y que no deberías dejar que otros vulneraran?

¿Qué metas te has propuesto a corto y largo plazo?

Ahora mismo, ¿qué es prioritario en tu vida? ¿La familia, el trabajo, tu salud? ¿Hay algo que enturbie esas dimensiones? ¿Qué deberías hacer para salvaguardarlo?


5. Pensamiento crítico

¿Procesas tu realidad desde una mirada crítica? ¿Cuestionas aquello que la mayoría da por sentado? ¿Sueles analizar tus propias creencias o concepciones para saber si no están condicionadas por prejuicios? Tener un pensamiento crítico implica no solo ver el mundo desde una perspectiva más analítica, sino tomar conciencia de que también nosotros actuamos mediante sesgos.

La autoconciencia también requiere activar ese yo que se cuestiona y que no se deja condicionar por el entorno, para activar así la claridad mental y decidir mejor.


Conclusión

A las estrategias psicológicas aquí señaladas debemos añadir consejos que tienen que ver con la salud física. Una mente clara necesita, por ejemplo, unos buenos hábitos de vida. Entre ellos están el buen descanso nocturno, una alimentación balanceada y el ejercicio físico. Como bien sabemos, cuerpo y mente conforman un todo que debemos cuidar y atender a diario.

La claridad mental es como ese río que fluye en armonía y cuya pureza permite ver la belleza de esas piedras relucientes que hay en su lecho. No dudemos en promover esa misma armonía y transparencia con la que ser nosotros mismos en cada paso, en cada avance vital.

Fuente: La Mente es Maravillosa.-

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