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Volver a oír el mar: Las Grutas debate sobre la contaminación sonora

Esta temporada se viralizó una campaña que instaló la discusión sobre una costumbre que no permite escuchar los sonidos propios de este paisaje.

Volver a oír el mar: Las Grutas debate sobre la contaminación sonora
Volver a oír el mar: Las Grutas debate sobre la contaminación sonora

Sentarse a orillas del mar, y poder escucharlo. Que sólo sea el ruido de las olas el que se imponga, y no la música que a todo volumen escucha a través de un parlante el turista que se instaló al lado. O el voceo de los vendedores ambulantes. O la canción que suena una y otra vez desde un parador.

Ésa parece ser una misión imposible durante el verano. Pero, en esta temporada, el asunto estalló. “Es que cada vez hay más gente que baja con sus propios parlantes a la playa. Y la contaminación sonora se convirtió en un problema que está en boca de todos”, señaló Alicia Paugest (Jsrn), la presidenta del Concejo Deliberante de la actual gestión municipal, que asumió hace poco más de un mes.

“Hace bastante que se habla de sonidos invasivos. De hecho, existen antiguas ordenanzas que los regulan, pero que no estaban siendo aplicadas. Y las molestias son cada vez más notorias. Por caso, unos vecinos del balneario nos acercaron hace unos días una nota pidiendo que hagamos algo con respecto a los paradores que por la noche funcionan como boliches. Porque la música sigue a todo volumen incluso cuando la actividad termina, ya que los chicos se quedan en la costanera o en la orilla, con sus parlantes personales a todo lo que dan” amplió Paugest.

Intangible

El tema, sin embargo, no es de fácil abordaje. “Lo que pasa es que el sonido es algo intangible, y la gente tal vez no registra que está invadiendo al otro. Si yo llegara con un balde de agua y mojara a otro turista, quedaría en claro mi actitud desubicada y agresiva. Pero algunos no ven que llegar y plantar un parlante con la música ‘al taco’ es tan violento como lo que puse de ejemplo. Porque no sólo escucharé yo, sino que aturdiré al que está leyendo cerca mío, o al que, simplemente, quiere estar tranquilo disfrutando del mar, sin que nadie le musicalice la experiencia”.

La que comparte estas reflexiones es Úrsula Riso, una diseñadora gráfica que vive en Santa Teresita, la localidad del partido de la costa, en la Provincia de Buenos Aires.

Ella es la creadora de un cartel que este verano se viralizó por redes sociales. Y, sin proponérselo, visibilizó un tema que molestaba a muchos.

Que suene fuerte

“Si estás en la playa, que el mar suene más”, reza el letrero, que tiene dibujado un parlante con una línea roja que lo cruza.

Esa campaña golpeó fuerte aquí en Las Grutas, donde la que se compartió a través de Facebook o estados de Whatsapp fue una versión menos elegante del mismo cartel. Una que dice “Si vas a la playa, metete el parlante en el oje…” y, más abajo, con letras pequeñas, agrega “o ponelo bajito pa’ que escuches vos, tu familia, amigos, novie, amante, perrito, etc…”

Varios de los que veranean en la villa coinciden con la contundencia del letrero.

“Es difícil encontrar un lugar donde estar tranquila- contó Laura, una turista de Neuquén que suele visitar las playas del balneario-Antes era más fácil, te alejabas de los paradores si no querías bullicio. Tal vez los vendedores ambulantes podían molestar un poco si estabas en una playa céntrica. Pero ahora es casi imposible. Vayas donde vayas, puede bajar alguien con un parlante enorme que te enloquece con música que vos no tenés ganas de escuchar, se lamentó la mujer.

“Es algo que vamos a abordar de manera integral, consultando a todos los actores involucrados, y planteando una campaña de concientización” prometió, por su parte, la concejal Paugest. “Asumimos con la temporada en marcha-agregó - pero a partir de abril vamos a abocarnos al tema, para que el próximo verano sea diferente-aseguró-Porque es una problemática sobre la que nos están reclamando desde distintos sectores” finalizó la edil.

El mar Vs. los parlantes, un mensaje que hizo ruido

Comenzó en una playa lejana a estas costas, en Santa Teresita, provincia de Buenos Aires. Pero, rápidamente, el pedido de que el mar suene más que los parlantes se hizo viral, y pegó fuerte en Las Grutas, donde la leyenda invadió perfiles de Facebook y estados de WhatsApp.

Hoy, su reclamo, encarna al de gran parte de la gente que vacaciona en lugares de playa.

"Pegó tanto porque evidentemente esta moda de llevar la música a todos lados colmó el vaso. Eso se sumó a todos los sonidos que ya contaminaban, y, ahora, estar junto al mar dejó de ser lo que era”, consideró la chica.

“El 11 de enero subí la gráfica, que se me ocurrió para concientizar a la gente sobre esta moda de escuchar música a todo volumen cuando baja con sus parlantes a la playa. Pero, evidentemente, que eso cambie era el deseo de muchos. Por eso el posteo explotó”, contó Úrsula Riso, la diseñadora que creó el letrero.

Como en su ciudad tiene una escuelita de surf solidaria, esto le sirvió para apoyar su emprendimiento. “Los que me conocen me pidieron una impresión del cartel. Lo que obtuve, a modo de contribución, fue para equipar de elementos a la escuelita, a la que ya van más de 50 chicos”, detalló, con orgullo. “Espero que el letrero sirva para generar conciencia”.

¿Se vienen las playas sectorizadas?

Las nuevas tendencias y costumbres hacen que el uso del espacio público esté en constante discusión. Y eso es más notorio en la playa, que en plena temporada concentra a un público masivo.

Por eso, para que la gente conviva en un marco de respeto, pero sin resignar su forma de interactuar al aire libre, crear espacios diferenciados es una de las posibilidades que, en breve, entraría en discusión.

“Todavía no tenemos nada definido, porque será un tema que abordaremos en lo sucesivo. Pero crear sectores en algunos balnearios será una opción para tener en cuenta, y poner en consideración. No sólo para los que quieran bajar, por caso, con parlantes para escuchar su propia música. Sino para aquellos que, por ejemplo, tengan mascotas, y quieran bajar a la orilla con perros de razas no peligrosas” manifestó Alicia Paugest (Jsrn), la presidenta del Concejo Deliberante local.

Con respecto a la contaminación sonora, explicó que “existen ordenanzas de gestiones anteriores con regulaciones definidas, que impiden el voceo de los vendedores ambulantes, e, incluso, regulan los decibeles admitidos para la música que suena en un parador. Pero hay que revisar y actualizar esas normas y definir su abordaje con las áreas que se deben ocupar del control. Además de invertir, por ejemplo, en los elementos necesarios para medir decibeles, que en este momento no existen en el municipio”, sostuvo la edil.

Cabe destacar que, este año, en algunas provincias por la moda que se popularizó entre los más jóvenes de bajar a la playa con parlantes y bebidas alcohólicas para montar sus propias fiestas al aire libre, se establecieron severos controles.

En Mar del Plata, por caso, el balneario Playa Grande comenzó a aplicar reglas ya existentes que prohíben el consumo de alcohol en espacios públicos, y a controlar los niveles en los que los particulares reproducen su música.

Fuente: Diario Río Negro

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