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Caleidoscopio
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Coca, para el mal de las alturas.
Coca, para el mal de las alturas.

La coca en la puna

Pedro Cieza de León, cronista de la dominación del Incario por los españoles a comienzos del siglo XVI, preguntó a un aymara por qué mascaba hojas de coca, costumbre totalmente desconocida en España. Cieza de León dejó escrita la respuesta: “mascando hojas de coca sienten poco hambre y se hallan en gran vigor y fuerza”.

En el siglo XX, en un libro sobre los aspectos sociales del consumo de coca en Bolivia, la consideración de los autores, Willian Carter y Mauricio Mamani, es la misma: tanto hombres como mujeres consumen la coca, entre otras razones, para evitar el cansancio durante el trabajo.

El acullico es el bolo que se mantiene en la boca mezclando las hojas de coca con bicarbonato u otra sustancia alcalina: lejía, cuta o pillagua, hoy como hace 4000 años en los Andes.

Más que mascadas, las hojas son sostenidas en la boca de modo de ir sacando el jugo que contiene la sustancia que provoca el efecto buscado: cocaína; que no está en estado puro sino mezclada con otros componentes que retardan el efecto. Cuando las hojas van liberando su jugo, los acullicadores las renuevas de modo que al final el 80% de la cocaína es extraído de las hojas.

Testimonios recogidos por Casimiro Mamani contiene testimonios sobre las virtudes del acullico: "parece que al mascar nos quitaba las penas y trabajábamos sin cansancio”; “La coca nos da coraje y valor para el trabajo y nos acompaña en las penas”. Mis maestros albañiles siempre me han dicho que la coca los hace más fuertes para el trabajo”.

Los estudiosos del tema presuponen que la in?uencia de la hoja de coca en la capacidad física puede manifestarse en la capacidad aeróbica, en la e?ciencia de trabajo y en la resistencia durante el ejercicio prolongado.

En el altiplano, antes como ahora, la coca es representa y unifica a los pueblos andinos, su consumo forma parte de la identidad y cultura de varias naciones sudamericanas.
El cultivo de la coca, un arbusto que alcanza 2,5 metros de altura, es milenario en el altiplano y se ha convertido en símbolo de Perú y Bolivia.

Las poblaciones autóctonas practican desde tiempos inmemoriales el boleo o pijcheo, con la finalidad -dicen- de recuperar fuerzas, proteger la salud y lidiar con el "mal agudo de montaña", o apunamiento, que es la debilidad, el mareo y las náuseas provocadas por la baja presión atmosférica en regiones de gran altitud, como la Puna.

En Bolivia, el 12 de marzo es el Día Nacional del Acullico, que se celebra con ferias y marchas en todo el país

La constitución boliviana establece la protección de la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso natural renovable de la biodiversidad y como factor de cohesión social.

La hoja de coca contiene vitaminas A, E, B1, B2, B3 y C, proteínas, calcio, fósforo, hierro, sodio y potasio, entre otros elementos.
De la Redacción de AIM.

Mal de las alturas coca energizante Puna

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