En medio de la crisis y un contexto de inestabilidad económica, hay más de 100 iniciativas de Centros Comerciales Abiertos (CCA) con distintos grados de desarrollo y consolidación que sostienen el desarrollo del comercio minorista, el crecimiento de las economías regionales y el fortalecimiento de las identidades locales, constató AIM. Desde 2000, cada vez son más los municipios que reconstruyen sus calles y espacios para levantar un CCA con el objetivo de fomentar la actividad comercial y el vínculo entre los vecinos. Además, constituye un cambio social y económico que favorece a la comunidad.

Según datos del Indec, los comercios de calles y avenidas alcanzan un personal ocupado de 848.612 empleados, mucho más que los 53.000 de todos los shoppings en conjunto. Al mismo tiempo, la actividad del comercio minorista genera un espacio de intercambio y colaboración social, en el que interactúan todos los actores de una comunidad.

El presidente de Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (Feba), Camilo Alberto Kahale, expresó a AIM que “cuando se levanta un CCA en una ciudad, se produce un cambio social y económico que favorece a la comunidad. Estas formas de gestión integran los cimientos de un nuevo formato que dejó de ser una tendencia para convertirse en una realidad. En época de crisis económica como la que estamos transitando, de ajuste sobre las pyme, los Centros ayudan a mantener el desarrollo del comercio minorista y sostener el crecimiento de las economías regionales, sin descuidar el fortalecimiento de las identidades locales”.

Los CCA son concebidos como un proceso planificado de mejora continua y progresiva de la calidad y sustentabilidad urbano-comercial. No sólo conllevan el fortalecimiento de las Pymes comerciales y el incremento de la calidad de los locales, del servicio, de los productos y del contexto urbano, sino también la transformación de la cultura empresarial y de gestión urbana, así como la adhesión social activa a este proceso.

En la Provincia de Buenos Aires, existen CCA, lgunos con intervención urbanística y puesta en valor del espacio público, y otros con gestión y organización de eventos-. Morón es el caso pionero de la Argentina, el primero que llevo adelante Came; Mar del Plata y Tres de Febrero cuentan con 12 CCA en cada ciudad; otros casos ejemplares se dan en Junín, San Miguel, Tandil, Zárate, Luján, Bragado, Lomas de Zamora y Bahía Blanca; mientras que en la Región Metropolitana Zona Norte, se identifican muy buenos trabajos en San Isidro, Vicente López, Tigre y San Fernando.

“El comercio es el corazón de la ciudad, sin comercio no hay ciudad. Estos proyectos de CCA que se llevan a cabo en las diferentes zonas, fortalecen el comercio minorista del conurbano bonaerense y de todo el país”, aseguró Kahale y agregó que “los desarrollos sustentables de las Pymes comerciales y de servicios que forman parte de los Centros tiene un valioso efecto multiplicador en barrios, pueblos, ciudades y regiones”.

Para que se abran nuevos CCA y que los existentes se mantengan y crezcan, todos, cada uno desde su rol, debe ayudar:

-El Estado tiene que ofrecer herramientas para que se reactive el mercado interno, y de esta forma que suban las ventas. A veces las herramientas existen pero no saben comunicarlo.

-Las Cámaras locales tienen que capacitar a los comerciantes, hacerles saber que tienen que adaptarse a las nuevas formas de comercio, sumarse a promociones e integrar la modalidad de tienda online.

-El comerciante debe estar actualizado y pensar en lo que se viene. Si la tendencia es la compra y venta por la Internet, debe aggiornar su negocio o servicio para no quedar fuera del sistema.

“Desde Feba, apoyamos y acompañamos a cada uno de los Centros Comerciales Abiertos que han posibilitado la remodelación de espacios urbanos, el trabajo conjunto de comerciantes minoristas y la reactivación de la economía en contextos económicos difíciles”, destacó a AIM el presidente de la Federación.